La gestión del talento ha protagonizado la jornada central de la Semana de la Internacionalización de ACCIÓ, acontecimiento que se ha celebrado este miércoles en las instalaciones del World Trade Center de Barcelona. "El grado de internacionalización demuestra que nuestras empresas son competitivas", ha expresado Joan Romero. En este sentido, el director ejecutivo de ACCIÓ ha celebrado el 35 aniversario de la agencia, periodo en el cual, desde la administración pública, se ha ofrecido apoyo a más de 26.000 proyectos de internacionalización empresarial.
Sin dejar el cumpleaños, el directivo ha querido exhibir "la buena sintonía con todos los agentes que han contribuido a la internacionalización". A pesar de externalidades negativas cómo la guerra de Ucrania o los efectos de la pandemia, Romero mantiene que "el ADN de apertura de Catalunya ha crecido siempre y estamos igual o mejor que otros países, cómo es el caso de Dinamarca". Más allá de los datos positivos, ya publicados, del año 2023, a corto plazo, ACCIÓ no esquiva su preocupación por el contexto "de ralentización global". Por esta razón, desde la agencia se insta a todos los actores implicados a "continuar ofreciendo su apoyo para impulsar la internacionalización".
En clave más técnica, ACCIÓ ha querido poner el acento en dos nuevos proyectos para ampliar su red de servicios. Una primera acción es el impulso de una línea de multilocalización, con una aportación máxima de 30.000 euros por empresa, que quiere acercar las empresas a las principales cadenas de valor. El segundo movimiento es un refuerzo de la promoción internacional, con una dotación de 15.000 euros por empresa, que pretende incrementar la presencia de las firmas en los canales online y presencial. Respecto de los retos de futuro, Joan Romero observa cómo el camino que tiene que seguir ACCIÓ pasar por ayudar a incrementar el número de empresas exportadoras regulares y la diversificación. Para cumplir los objetivos, el director ejecutivo asegura que "nos falta talento, así lo describen un 17,7% de las empresas exportadoras catalanas".
¿Una nueva glocalización?
Volviendo a la situación geopolítica, el encuentro también ha servido de altavoz para visibilizar los diferentes fenómenos empresariales. "Parece que vuelve el planteamiento de centrar las estrategias en mercados más locales, sin la necesidad de estar supeditados a situaciones externas", afirma Isabel Perea, socia del área de auditoría de GrantThornton. A pesar del ruido político o social, la directiva cree que "la geopolítica no para las ganas de exportar". Según datos de la multinacional, casi la mitad de las empresas catalanas exportarán durante los próximos doce meses y un 54% de la facturación llegará procedente de los mercados no domésticos.
En cuanto al ámbito de los recursos humanos, el informe de Grant Thornton fija en un 40% el número de directivos que tienen intención, a corto plazo, de reforzar sus equipos para acelerar la expansión internacional de su empresa. Bajo el criterio de Perea, el ecosistema catalán de la internacionalización disfruta de una posición de ventaja respeto posibles competidores por la experiencia directiva y también por el hecho que, ahora hace unos años, las grandes empresas ya abrieron el camino de hacer negocio en el exterior.
"La exportación pasa por una red madura de comerciales y el establecimiento de profesionales en los países con altas capacidades de negocio internacional", puntualiza la socia de Grant Thornton. En el escenario del auditorio del World Trade Center ha sobrevolado la pregunta de qué acciones se pueden llevar a cabo para captar talento. "La receta es promover el trabajo híbrido, instaurar equipos transfronterizos, mayor flexibilidad y conciliación, reforzar la presencia de la tecnología y tener claro que se han eliminado muchas barreras geográficas", concluye Isabel Perea.
El papel del export manager
Lejos de los despachos y los datos de los informes, ACCIÓ ha elegido Grifols, Frit Ravich y Ferrer para ejemplificar la tarea, sobre el terreno, de los responsables de las áreas de exportación de las empresas catalanas. "El producto siempre nos condiciona y a partir de aquí organizamos nuestra estrategia", manifiesta Pedro de Antonio Ferrer. El director internacional del grupo farmacéutico reconoce que abrir una filial "es una fuerte inversión y un gran riesgo, pero a cambio tienes todo el control de la operación". En su turno de palabra, Jordi Balsells, directivo del departamento de plasma de Grifols, ha situado los Estados Unidos cómo su principal mercado.
Un ámbito que representa entre el 60 y 70% de las ventas globales y donde la multinacional catalana cuenta con unos 300 centros de donaciones de plasma. Ferrer ha dibujado Europa, "donde hay un mercado muy estable", y América Latina, cómo los mercados donde hay previsión de experimentar un mayor crecimiento. En cuanto a Frit Ravich, la firma alimentaria reconoce que el aspecto logístico es uno de los principales elementos a tener en cuenta para fijar una estructura de negocio en un determinado país o región. "Mientras más lejos exportas menos competitivos eres", asegura Wanda Gonzàlez, representante del departamento de Exportación de Frit Ravich. De aquí que la firma concentre sus esfuerzos en los mercados de Alemania y Francia.