Cerca de 10 millones de toneladas de basura llegan cada año a los mares y océanos. El 80% de las basuras marinas tienen su origen en tierra y en parte proceden del littering (el abandono de los residuos). Arrastrados por el viento y la lluvia, recorren miles de kilómetros finalmente alcanzar fondos y costas marinas. El otro 20% de residuos marinos son el resultado de actividades que se realizan en el mar: pesca, transporte marítimo… Así, la diversidad del impacto de estas basuras marinas sobre los organismos y los ecosistemas es equivalente a la diversidad de los residuos que podemos encontrar en el mar.
Más allá de los perjuicios económicos obvios que la acumulación de estas basuras puede ocasionar sobre actividades como el turismo, la navegación, o la industria pesquera y acuícola, existe gran preocupación en lo que se refiere a los posibles efectos que las basuras marinas podrían llegar a ocasionar en la salud humana, un aspecto donde la incertidumbre científica es todavía grande. No obstante, las evidencias científicas al alcance son más que suficientes para buscar medidas más eficaces para la gestión de las basuras, y evitar que este problema siga aumentando. Una solución pionera es la propuesta de los chicos de 3D Port que, a través de diferentes servicios, pretenden revalorizar estos residuos y reintroducirlos en la actividad del sector marino.
3D Port es una startup que se centra en establecer conexiones dentro del Port de Barcelona para facilitar o impulsar la economía circular del puerto, entendido este no como entidad sino como un espacio, una micro-sociedad, y todo lo que le rodea.
Los orígenes
La empresa de reciente creación nació, en 2020, en el contexto de la subvención Ports 4.0, de Puertos del Estado, por la subvención de la innovación de los puertos. La idea es fruto de la unión de tres profesionales, de tres ámbitos diferentes: Arcadi, que gestionaba su propia empresa, Javier, que está trabajando en el equipo de innovación del Port, y Ricard, que diseñaba productos y espacios, sobre todo en impresión 3D.
La idea es fruto de la unión de tres profesionales, de tres ámbitos diferentes: Arcadi, Javier y Ricard
La primera idea consistía en una tienda de repuestos de elementos de náutica impresos en 3D, pero pensaron: ¿por qué, además, no introducimos plásticos reciclados? En el mar existen muchos residuos plásticos y tenemos acceso directo al material ya la industria del mismo puerto. Y así lo hicieron. Más adelante, cuando todo iba cogiendo forma, decidieron ampliar las miras del negocio e incorporar servicios de consultoría y asesoría de productos y prototipaje, todo dentro del organigrama de la autoridad portuaria de Barcelona.
Obtenidos los recursos (facilidades por la subvención) para validar la prueba de concepto, era la hora de dar el siguiente paso y encaminarse a la actividad comercial, que todavía hoy se está definiendo. Ricard Camilleri, cofundador de 3D Port explica que están explorando tres opciones. La primera es la elaboración y diseño de productos concretos que cubran las necesidades de los distintos agentes del puerto. La segunda es el desarrollo y diseño propio de productos y elementos para su comercialización y, por último, la gestión de colaboraciones de los diferentes agentes del puerto para que las necesidades de unos puedan ser cubiertas por las necesidades de otros. Camilleri, además, destaca el papel que tendrá el proyecto como un agente vertebrador en el organigrama portuario.
Mirando al futuro
A día de hoy, el proyecto es finalista del programa Blue Up, de Barcelona Activa. Este paso lo están aprovechando para desarrollar un prototipo del que será el primer producto que comercialicen. Llamado Veluga, aunque el nombre no es definitivo, la idea es desarrollar una defensa para pequeños pantalanes, hecha con plásticos reciclados e impresión 3D, que también sirva para contar la disponibilidad, en tiempo real, de amarres en el puerto.
La idea es desarrollar una defensa para pequeños pantalanes, hecha con plásticos reciclados e impresión 3D, que también sirva para contar la disponibilidad, en tiempo real, de amarres en el puerto
Una aplicación móvil, que estará vinculada a las defensas, centralizará datos específicos, al tiempo que permitirá adoptar nuevos modelos de pagos. La intención es que el servicio se ofrezca desde el mismo puerto y que incluya la reparación de la defensa (en caso necesario) y, entre otros, el acceso a una página web donde el cliente podrá consultar diferentes datos. La idea es la evolución de un primer prototipo visual diseñado por Joan Pahissa, de Elisava, donde tutorizan trabajos de fin de grado que buscan soluciones que revaloricen la reintroducción de los plásticos en el sistema portuario. Se espera que la prueba piloto pueda llevarse a cabo en Marina Barcelona 92, de Real Club Marítimo.
El proyecto está pensado para poder ser replicado en cualquier otro puerto, y siempre utilizando plásticos reciclados generados en el mismo puerto, en ningún caso se transportarían. El objetivo es reducir, en todos los casos y pasos, la huella de carbono.
Así, 3D Port quiere aportar soluciones locales con visión global. Y no tienen ninguna duda de que será todo un éxito. Desde la fase inicial del proyecto, este se ideó sobre el plan estratégico del Puerto de Barcelona, en el que trabajó, como hemos comentado antes, Javier Garrido, cofundador del proyecto. De esta forma, se adaptarán a las necesidades del puerto del futuro: sostenibilidad, digitalización de procesos y renovación de la actividad costera