Poco a poco, los edificios reconvertidos para usos sanitarios van cerrando sus puertas gracias al descenso de casos de covid-19 en todo el país. El tejido empresarial catalán se ha volcado en la lucha contra el coronavirus a través de donaciones a los principales hospitales del territorio y, de hecho, las principales compañías con sede en Catalunya, así como las multinacionales extranjeras con más arraigo en el territorio, han suministrado alimentos, mobiliario y material sanitario como por ejemplo mascarillas o gel hidroalcohólico en diferentes centros, en función de las necesidades que han ido surgiendo durante la pandemia.
Ante la necesidad de habilitar hospitales de campaña y adaptar edificios a nuevos usos sanitarios, algunas compañías han hecho donación de mobiliario porque estas instalaciones se pudieran poner en marcha en tiempos récord. Es el caso de Damm, que a través de su fundación entregó al Ayuntamiento de Barcelona, ciudad donde tiene la sede, más de 300 sillas y una treintena de mesas para adaptar un edificio de la capital catalana como residencia temporal.
Por su parte, Ikea se ha puesto a disposición de las autoridades locales de varios municipios catalanes para hacer donación de centenares de camas, colchones y sábanas que se han usado en el hospital de campaña de Fira de Barcelona, así como a los hospitales de Bellvitge, Germans Trias y Pujol y Taulí, donde el grupo tiene sus principales centros. La multinacional sueca también ha hecho donaciones en hospitales comarcales de ciudades del interior del país y la costa como Terrassa, Granollers, Igualada, Blandas y Calella, y ha entregado todo el material sanitario (mascarillas y hielos hidroalcohólicos) disponible en las tres tiendas de Ikea en Catalunya, así como de productos que han servido como equipamiento de protección por los sanitarios.
Solidaridad sanitaria
El material sanitario enviado por las principales corporaciones catalanas ha estado de gran ayuda a los hospitales y dependencias medicalizadas. Es el caso del Barça, que ha llevado a cabo una importante donación de material y equipos de protección individual (EPI) para sanitarios en varias remesas, la primera de las cuales de 15.000 unidades. Por otro lado, varias compañías industriales como la automovilística Seat o la tecnológica HP, se han encargado de la fabricación de respiraderos y material sanitario para varios hospitales del país.
A pesar del desmantelamiento gradual de los hospitales de campaña, los alimentos son todavía necesarios para muchas familias, tal como asegura Càritas Catalunya, que advierte que las peticiones se han triplicado durante el confinamiento. Mercabarna ha hecho donación de 59.000 kilos de productos frescos al Banco de Alimentos desde el inicio del estado de alarma, una iniciativa de la cual más de 35.000 personas en situación de vulnerabilidad han resultado beneficiarias. Ikea, por su parte, ha dado más de 19.000 kilos de comida que se han entregado a familias en riesgo de exclusión social. El Banco de Alimentos también ha sido el encargado de canalizar otras donaciones como las 150.000 raciones de pasta seca de la catalana Gallina Blanca, o el equivalente a 35.000 biberones de leche de continuación y papilla entregados por Danone.
En el ámbito de la higiene, que ha tenido una relevancia especial desde el inicio de la crisis sanitaria, destaca la donación de jabones y productos de limpieza a varios hospitales catalanes que ha realizado Unilever, que tiene en Viladecans su sede por España. La cervecera Damm, por su parte, ha suministrado 6.000 litros de alcohol al Hospital Clínico de Barcelona a través de Alcoholera Catalana.