Endesa ha cerrado el primer trimestre del año con un beneficio ordinario neto de 338 millones de euros, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La cifra representa una caída del 31% respecto al mismo periodo del año pasado, hecho que la compañía eléctrica atribuye a "la extrema volatilidad" del precio del gas. En un contexto de subida de los precios de la energía, Endesa ha disparado los ingresos un 59%, hasta los 7.596 millones de euros, mientras que en los tres primeros meses del 2021 los ingresos fueron de 4.774 millones. El resultado bruto de explotación (EBITDA) ha registrado un descenso del 10%, hasta los 914 millones de euros. Después de todo, la compañía mantiene los objetivos por este ejercicio.
"Empezamos el ejercicio afrontando una coyuntura todavía más desafiando que el anterior, marcada por las tensiones macroeconómicas derivadas del impacto de la guerra a Ucrania y por el traslado del conflicto a un mercado de materias primeras muy hinchado desde hace meses", ha valorado el consejero delegado de Endesa, José Bogas, en un comunicado.
La compañía ha destacado "la excelente" evolución de la actividad comercial, puesto que la cartera de clientes en el mercado liberalizado ha aumentado un 13%, hasta los 6,4 millones, a la península ibérica en comparación con el mismo periodo del 2021.