El presidente de Mango , Isak Andic, sabe que puede estar tranquilo con su compañía de ropa en manso de Enric Case, director general y rostro visible de la empresa desde hace más de 25 años. Case, nacido en Barcelona en 1956, entró a la compañía con veinte-y-pocos años y cuando Mango sólo era un almacén de ropa a las cercanías de Barcelona. Más de un cuarto de siglo más tarde, la marca se ha convertido en una gran multinacional del textil, con 2600 tiendas en todo el mundo y unas cifras de negocio que no invitan a hablar de crisis: 1.691 millones de euros facturados al 2012, un 54% más que al 2008, y una previsión de crecimiento de cara al 2013 de entre el 12 y el 14%.
Enric Case se licenció en Ciencias Empresariales por la Universitat de Barcelona e hizo las oposiciones a auditor. A la década de los 80, con sólo 23 años entró a la compañía Auren Auditores-Consultores, a través de la cual entró a trabajar como consultor a la semillas pequeña empresa textil Mango. Durante este tiempo colaboró estrechamente con Isak y Nahman Andic, propietarios de la empresa. El año 1996asumió la dirección general. Al frente de la compañía, ha sido uno de los artífice del sistema logístico de la cadena, que ha sido una de las claves de su expansión. Un sistema planteado inicialmente a través de un sistema de franquicias y que trajo más adelante a la apertura de tiendas más allá del estado español, hasta llegar a tener presencia con 2600 tiendas más de 100 países en todo el mundo.
Discreto en extremo, pocos detalles se conocen de la vida de Enric Case que no tengan que ver con su gestión al frente de Mango. Una gestión que habla por sí sola cuando se miran los números que maneja actualmente la multinacional textil. Con sede en palacio-Solità y Plegamans –dondetrabajan 2.000 personas-, Mango es hoy la primera empresa textil catalana y tiene, de cara en el futuro, unas elevadas expectativas de crecimiento.
Case confía al facturar 5.000 millones en los cercanos cinco años y al llegar a los 10.000 millones de euros en diez años, cifras que supondrían un 20% de crecimiento anual. Cifras para el optimismo en una empresa que, como la mayoría, también ha tenido que hacer frente a los efectos de la crisis. En una entrevista al diario Ahora, Case explicaba que en 2011 la compañía se planteó varios cambios, entre ellos la renovación de la cabeza creativa para impulsar una colección de piezas de uso cotidiano y un cambio profundo en el interiorismo de las tiendas Mango. "El secreto está en la adaptación constante", explica.