El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha tumbado la limitación de licencias VTC en Barcelona por considerarla una restricción a la libertad de establecimiento. En una sentencia publicada este jueves, el órgano argumenta que la normativa es contraria al derecho europeo. Ahora bien, el tribunal abre la puerta a poder exigir una autorización adicional "si es necesario para la buena gestión del transporte" y siempre que sea con "criterios objetivos" y "sin arbitrariedades". El TJUE apunta que la exigencia de una autorización previa "puede considerarse necesaria para alcanzar los objetivos de buena gestión del tráfico y del espacio público, así como la protección del medio ambiente".
El tribunal remarca que esta autorización específica debe "basarse en criterios objetivos, no discriminatorios y conocidos previamente" y debe "excluir cualquier arbitrariedad y no solaparse con los controles ya efectuados en el marco del procedimiento de autorización nacional". Así, el tribunal remarca que la autorización específica debe "responder a las necesidades particulares" del área metropolitana de Barcelona. A pesar de que el TJUE considera que los objetivos de buena gestión del transporte, del tráfico, el espacio público y el medio ambiente pueden justificar una norma por "razones imperiosas de interés público", el tribunal rechaza que proteger el taxi entre ese interés general. Según Luxemburgo, garantizar la viabilidad económica del taxi es "un motivo de carácter puramente económico" que no puede albergar en este objetivo el interés general.
En cuanto a la limitación de las licencias en las VTC a una cada 30 taxis, el TJUE considera que la norma no es "idónea para alcanzar los objetivos de buena gestión" del transporte, el tráfico, el espacio público y el medio ambiente. De hecho, el tribunal apunta a que las VTC favorecen precisamente alcanzar estos objetivos, principalmente porque reducen el uso del vehículo privado, y remarca que se podían haber adoptado "medidas menos restrictivas para limitar el impacto" de las VTC en el transporte, tráfico, el espacio público y el medio ambiente en el área metropolitana de Barcelona. Por ejemplo, con limitaciones en los servicios durante determinadas franjas horarias y restricciones a la circulación en determinados espacios.