Feeder es una startup que, mediante su tecnología de análisis emocional, rastrea las reacciones instantáneas de los usuarios, enfocada a anunciantes, agencias de publicidad y departamentos de marketing. La compañía pretende reducir el presupuesto que se desperdicia en campañas publicitarias que, según diferentes estudios, puede llegar al 21% total. Estamos ante un algoritmo que mide las microexpresiones faciales, las interpreta y revoluciona el sector del marketing.
Pablo Filomeno, fundador y CEO de la compañía, explica que la idea del proyecto surgió en el 2018 después de un encuentro con amigos, en el que rieron mucho con un vídeo que le compartió un compañero a través de las redes sociales. Horas después, cuando volvía a casa, se dio cuenta de que no le había respondido el mensaje y le escribió un "ja ja ja", mientras su expresión era muy seria.
Feeeder surgió después de un encuentro con amigos, en el que rieron mucho con un vídeo de las redes sociales
Justo en ese momento se dio cuenta de que había un problema de comunicación brutal y que su amigo le hubiera encantado conocer la reacción real que había provocado y no, un simple mensaje horas después. Se puso manos a la obra y empezó a desarrollar lo que conocemos como Feeder y que en el DES 2022 de Málaga recibió el premio a mejor startup.
Resiliencia, la palabra por excelencia
Tras 12 años en el sector del marketing y la música, trabajando tanto para clientes como propio empresario, Filomeno decidió apostar por la startup. El emprendedor explica que hay muchas compañías que analizan las emociones, pero el valor añadido de Feeder es que "lo aplican en el mundo del marketing y al alcance de todos". "No hace falta tener conocimientos de psicología ni neuromarketing para entender el funcionamiento de la tecnología. Utilizamos conceptos como validación o rechazo para definir las reacciones de los usuarios", apunta el catalán.
Como retos de futuro, Filomeno apunta que en estos momentos cuentan con siete trabajadores en el equipo y están pensando en abrir una ronda de financiación a finales de año para acabar de mejorar el producto. La lección final del emprendedor está clara. Después de un perfil profesional ligado al marketing, el CEO de una compañía implica ser un buen líder, conocer temas financieros, legales, gestión de equipo y de control. Una auténtica lección de resiliencia después de vivir más de 27 meses sin sueldo. Y que por fin ha tenido recompensa.