"Del 1 al 10, ¿qué tan feliz eres en el trabajo? ¿Crees que podrías serlo aún más?" Con estas dos preguntas inicia Elena Busquets el 17º episodio de L'Empresa al Dia. En esta ocasión, la directora de VIA Empresa entrevista a Eduard Alcaraz, fundador de feliciCat, el Instituto Catalán de la Felicidad. Y es que cuando hablamos de trabajo, a menudo la felicidad pasa a un segundo plano. Sin embargo, esta circunstancia está cambiando con el transcurso de los años, especialmente en el caso de la gente joven. Aun así, queda un gran camino por recorrer: solo un 20% de la población mundial se siente satisfecha en su puesto de trabajo. Entonces, ¿qué herramientas tienen las empresas para abordar esta problemática?
En Catalunya, las bajas laborales por salud mental han aumentado alrededor de un 20% desde la pandemia, según Pimec. Estas incapacidades temporales suponen “costes directos e indirectos” para las empresas, que la patronal cifra en 28.000 millones de euros anuales, el equivalente al 9,55% del PIB catalán. Todo esto ha generado una tasa de absentismo que ronda el 7% y que se encuentra en máximos históricos. Y la situación se está complicando aún más: un estudio de Adecco Group apunta que el 32% de los trabajadores del Estado afirman que su salud mental ha empeorado en el último año, mientras que 1 de cada 4 compañías asegura que se ha visto afectada por trastornos psicológicos de sus empleados.
Un escenario como el actual ha incentivado diferentes iniciativas empresariales en el territorio. En este momento, en Catalunya hay 772 compañías dedicadas a la salud mental y la autonomía personal, que representan aproximadamente el 4% del PIB. De hecho, hace pocos años que ha nacido un ecosistema emprendedor que pasó de facturar 50.000 euros en 2018 a 21,64 millones en 2021: el ámbito de la salud mental digital. Una de las entidades referentes en nuestro país es el mencionado feliciCat, que se encarga de asesorar a las empresas sobre cómo gestionar esta problemática.
Los siete bienestares son el emocional, el físico, el nutricional, el social, el económico, el ambiental y el tecnológico
"Es una institución en la que promovemos y facilitamos los diferentes bienestares, con los cuales, sumados todos ellos, cada uno puede alcanzar de una forma más rápida lo que interpreta como felicidad", describe Eduard Alcaraz. Para hacerlo, están en contacto con todos los agentes: desde la empresa privada hasta la pública, sin olvidarse de un elemento clave como son las escuelas, las "canteras del bienestar organizacional", según el experto. En este sentido, Alcaraz habla de "siete bienestares" que todo el mundo debe tener presentes: el emocional, el físico, el nutricional, el social, el económico, el ambiental y el tecnológico.
"Una persona feliz en el trabajo no está bien vista"
¿Hay correlación entre la productividad y la felicidad? No es muy sorprendente responder que sí, pero sí lo es si lo miramos desde la perspectiva del fundador de feliciCat. "Una persona feliz en la empresa no está del todo bien vista en muchos casos, sobre todo en aquellas compañías que no tienen cultura del bienestar y tienen un cierto historial muy jerárquico", apunta. Pero, ¿por qué sucede esto? Según los estudios del Instituto Catalán de la Felicidad, la percepción de un trabajador feliz en este tipo de empresa es la de una persona "poco productiva y que entorpece el trabajo de los demás".
Alcaraz cree que existe una "falta de escucha activa" entre empresario y trabajador que se refleja en los datos tan negativos de insatisfacción laboral
Por este motivo, feliciCat está elaborando desde hace dos años un barómetro de felicidad laboral, aunque por ahora no disponen de datos. Alcaraz cree que "estamos en el camino de mejorar", pero lamenta que en una época en la que disponemos de más facilidades que nunca para ser productivos, las empresas "no saben localizar" cómo liberarnos de las tareas repetitivas, mientras que los trabajadores "no se atreven a compartir sus problemas". Todo ello es un problema de "falta de escucha activa" que se refleja en los datos tan negativos de insatisfacción laboral.
La felicidad, ¿una prioridad o una opción?
Paralelamente a las estadísticas, el feliciCat observa un patrón: los jóvenes cada vez dan más prioridad a la felicidad. Es un rasgo que los distancia claramente del concepto que tenían las generaciones anteriores, que estaban dispuestas a renunciar a la satisfacción a cambio de mantener su empleo. "El trabajo ya no es una prioridad. Hay quien trabaja para poder conseguir algo de dinero y de aquí a cuatro años dejarlo para ir a dar la vuelta al mundo", explica Alcaraz.
Esta visión del trabajo y del mundo recibe un nombre: quiet ambition. "Los jóvenes se sienten cómodos en un segundo plano, no proyectan objetivos demasiado ambiciosos para no frustrarse", define el fundador del Instituto Catalán de la Felicidad. Esto provoca que el empleado no se sienta parte de un proyecto y no se comprometa tanto. Como remedio, Alcaraz recomienda la "corresponsabilidad" de poder cargar con nuestras propias responsabilidades, sin ayuda de ninguna otra persona. Para hacerlo, resalta la importancia de los tres autos: el autoconocimiento, la autoaceptación y la automotivación.
El director de la felicidad es un cargo intermedio entre dirección y recursos humanos que forma un "triángulo perfecto"; se encarga de gestionar un presupuesto para implementar mejoras de bienestar en la empresa
Pero, ¿qué puede hacer la empresa para integrar a estos trabajadores? El experto propone actividades relacionadas con los siete bienestares. Estas, sin embargo, tienen un componente presencial que el trabajo a distancia no puede igualar. "Hay empresas que se han pasado de frenada con el teletrabajo, lo están reconociendo, han reconvertido los espacios laborales y a partir de aquí están incentivando con dinámicas", apunta Alcaraz.
Independientemente del tamaño de cada compañía, el fundador de feliciCat cree que las actividades están al alcance de cualquiera que se lo proponga. En este sentido, en Estados Unidos ha nacido recientemente la figura del director de la felicidad (Chief Happiness Officer). "Esta persona, además de sus tareas, debe gestionar un presupuesto para implementar mejoras de bienestar en la empresa", explica. Se trata de un cargo intermedio entre dirección y recursos humanos que forma un "triángulo perfecto" y que en EE.UU. es itinerante: cada dos años, un trabajador abandona esta responsabilidad y es relevado por otro empleado. De esta manera, todos quedan integrados en el circuito.
A la espera de la implantación de su barómetro, Alcaraz pide para este nuevo año "corresponsabilidad" para todos los trabajadores y una reducción del absentismo laboral para las empresas, entre otras cosas. Ahora bien, estos deseos reclaman un esfuerzo conjunto entre empresario y trabajador si queremos que el 2025 sea un año de felicidad.