El año 2016 la contratación de personas con discapacitado en Cataluña creció un 70%. De los 5.040 contratos del 2012 se ha pasado a los 8.000 del 2016, según datos del ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. A pesar de que este aumento genera motivos para el optimismo, la realidad es que el colectivo de personas con discapacitado es todavía el que más dificultades sufre para incorporarse al mercado laboral. Si la tendencia parece que cambia es gracias, en buena parte, a la responsabilidad social de las empresas comprometidas a incorporar personal de este colectivo.
En este sentido, la Fundación Agbar sigue una política de selección que contempla como prioridad la integración de personas con diversidad funcional, jóvenes en riesgo de exclusión y personas víctimas de la violencia de género. "Hace muchos años que el grupo Agbar muestra una especial sensibilización en materia de contratación de personas con discapacitado, a pesar de que la actual Política de Selección data de mayo del 2015", explica Cristina Justicia, responsable del área de diversidad.
El grupo Agbar cuenta con una plantilla de cerca de 11.000 personas, de las cuales un 2,1% tienen el certificado de discapacitado. "Nuestro objetivo es conseguir incrementar un 50% la diversidad funcional en la plantilla", explica Cristina Justicia. "Los perfiles son muy diversos, desde personal de operaciones, personal técnico, personal administrativo o también tenemos directivos", apunta. Cómo en el caso de los perfiles, las tareas también son muy diversas: desde reparaciones y mantenimiento del ciclo integral del agua y medio ambiente, a tareas administrativas o técnicas.
Agbar: "Nuestro objetivo es conseguir incrementar un 50% la diversidad funcional en la plantilla"
Otro caso ejemplar es lo del Grupo Sifu, emprendida líder en la prestación de los llamados Facility Services (servicios auxiliares, limpieza, servicios medioambientales y asesoría y gestión de suministras) socialmente responsables. El grupo, que cuenta con más de 4.500 trabajadores y presencia en toda España, está reconocido como centro especial de trabajo, condición que trae implícita la integración de personas con discapacitado en el régimen de trabajo ordinario como objetivo. Atendida esta catalogación, "tenemos la obligación de disponer de un 70% de los trabajadores con discapacitado, pero nosotros ya estamos en el 90%", explica el presidente del grupo, Albert Campabadal.
El directivo del Grupo Sifu remarca que las empresas de más de 50 trabajadores están obligadas por ley a contratar un 2% de trabajadores con discapacitado, "pero el 80% de las compañías no lo cumplen, hay muy poca sensibilidad en este tema". Y esto que las empresas ordinarias que contraten personas con discapacitado se pueden beneficiar de bonificaciones importantes en la Seguridad Social. "Todavía tenemos mucho camino para avanzar", valora el presidente de Sifu.
Este es un grupo pionero en la contratación de personas con discapacitado. "Yo hace 40 años que tengo empresas y desde siempre he visto el potencial de esta gente". Esto lo decidió a crear, hace 24 años, este centro especial de trabajo, que empezó ofreciendo servicios en Cataluña y ha acabado ofreciéndolos a todo el Estado y con el objetivo de ampliar fronteras.
Sifu: "Tenemos la obligación de disponer de un 70% de los trabajadores con discapacitado, pero nosotros ya estamos en el 90%"
Otro caso es el de la Fundación Cassià Just-Cocina Justa, una empresa de economía social que ofrece servicios de gestión de cocinas externas y comedores. "Somos como una empresa ordinaria pero con misión social, puesto que contratamos personas que no podrían entrar en empresas convencionales", explica su director, Alex Pujol. En concreto, un 80% de sus trabajadores son personas con discapacitado o riesgo de exclusión social. "Contribuimos a hacer sostenible que las personas con discapacitados puedan encontrar trabajo", sintetiza.
Beneficios para todo el mundo
Todas estas empresas tienen claro que con la contratación de personas con discapacitado se contribuye a integrar laboralmente y social un colectivo con bastantes riesgos de exclusión social. Y, al mismo tiempo, apuntan los beneficios queobtienen para las empresas. "Las personas con diversidad funcional desarrollan unas competencias y características especiales que los permiten adquirir ciertas habilidades superiores o únicas respecto a otras personas", comenta Cristina Justicia de la Fundación Agbar. Por este motivo, añade, en cada caso se analiza en detalle la idoneidad de la persona contratada.
Cassià Just-Cocina Justa: "Contribuimos a hacer sostenible que las personas con discapacitados puedan encontrar trabajo"
"Para la persona trabajadora el hecho de incorporarse en una compañía de nuestro Grupo, que destaca por su compromiso en RSE y valores éticos, ya es un hecho positivo. Es muy importante su integración en un ambiente de trabajo, que no sólo responde a una necesidad y derechos individuales, sino a contribuir a la real inclusión en un contexto social", afirma.
Según el presidente del Grupo Sifu, el hecho de contar con trabajadores con discapacitado dentro de la plantilla "nos enriquece porque nos pone ante otra realidad". Pero lo es especialmente, añade Campabadal, para estas personas que, cuando tienen trabajo, tienen "mayor autonomía económica, se relacionan con otra gente y ganan autoestima". "Es bueno para todos", concluye.