"Era un mal estudiante, lo aprobaba todo. Cuando no sabía, copiaba y hacía todas las artimañas posibles", recuerda el empresario Josep Maria Pujol. No acabó la escuela y lo tuvo claro con sólo 15 años: "En un examen oral no me paraban de preguntar de quién era hijo Carlos III y cuando me cansé, le lancé un libro al profesor y le llamé que de su madre". Fue su última clase en la Salle Josepets y 70 años después todavía no entiende como su pare "labrador, exigente y duro" lo aceptó. Del revés escolar y de un taller de cables nació Ficosa, la multinacional de sistemas de vehículos con sede en Viladecavalls que hoy hace las delicias de la automoción de todo el mundo gracias también a la participación de Panasonic . "Haced aquello que os enamore, a pesar de sangre, sudor y lágrimas", aconseja en un Dinar Aijec celebrado en el Hotel Grand Marina.
Pujol: "Haced aquello que os enamore, pese a sangre, sudor y lágrimas"
Después de dejar la escuela y discutirse sobre religión, política y la forma de tratar a los trabajadores con sus jefes en el taller de Mercedes de la época donde duró menos de dos semanas, Pujol le dijo a su padre que quería ser mecánico y le pidió que lo ayudara a montar un taller de cables de repuesto para coches. Tenía al hombre perfecto, el único con quien no había discutido: Josep Maria Tarragó. Así pues, la primera semilla de Ficosa se gestó el 1949 en la calle Navas de Tolosa dentro del barrio del Clot de Barcelona.
"Traje la administración hasta que descubrí que mi vocación era la parte comercial. Dedicaros a aquello que queréis y quered aquello que hacéis y seréis brillantes", explica el fundador de la multinacional ante la atenta mirada de los jóvenes empresarios. La carrera de Ficosa entre los grandes del sector de la automoción no ha sido fácil, pero uno de sus grandes éxitos es la diversificación de productos de automoción durante los años 80 con sistemas de cambio de marcha o la internacionalización como leitmotiv.
A modo de ejemplo, Ficosa dió su primer impulso fuera de España en Portugal, concretamente en la ciudad de Oporto, con un equipo de tres personas. "No los desautoricé nunca, en Portugal portugés", explica. Ahora, son más de 1.800 personas trabajando en Portugal. Después fue el turno de Francia, Inglaterra, Alemania... En total, la multinacional tiene fábricas y centros de ingeniería en 16 países de todo el mundo y cuenta con una plantilla de 10.000 trabajadores. "Ser España, estar en Europa y en el mundo con la globalización", defiende.
Una reunión en Wolfsburgo para la historia
Pujol recuerda especialmente una reunión a Wolfsburgo con un directivo alemán de Volkswagen : "Me dijo que no vendería nada en Volkswagen y que su competencia alemana se establecería en España y nos aniquilaría. Le respondí que esperaba que tuviéramos la oportunidad de qué Volkswagen nos probara y nos comprara y que bienvenidos a la competencia". Ahora, Volkswagen es el primer cliente de Ficosa a escala internacional y la competencia alemana fracasó en su aterrizaje en España.
"Somos gente trabajadora que de la nada hemos salido adelante", se dice a menudo dentro de la familia Pujol. Sólo así se explica también que Ficosa haya soñado con correr tan lejos hasta el punto de acabar ganando Castellón que era su gran competencia de la época. "Pensaban que éramos unos desgraciados y así se lo dijeron a la Seat y con el tiempo, la pulga que éramos nosotros venció el gigante. Somos quién somos porque un competidor nos despreció", reivindica.
Pujol: "Grandes o pequeños, competidores son competidores y no se pueden despreciar"
El secreto del éxito? "Competidores grandes o pequeños, son competidores y no se pueden despreciar". Todavía más: Enamorarse y anticiparse al futuro. O cómo dice Pujol parafraseando un refrán japonés: Lo viejo muere, lo joven crece. Casualidad o no, la multinacional japonesa Panasonic ha adquirido el 60% de Ficosa y tienen "una complementariedad de valores, cultura y productos de miedo".
Ficosa que empezó con "un taller de muerte" de retrovisors en Cardedeu es ahora el tercer fabricante de retrovisors del mundo. Pujol tiene muy claro que "el retrovisor externo desaparecerá, lo harás tú o alguien otro". Y no es cuestión de tirarse piedras al tejado sino de hacer presente el coche del futuro: autónomo, conectado, eléctrico, híbrido, seguro, sensible en la reducción de CO2 y con radar de cámaras.
Filosofía y nuevas tecnologías
Cosas del destino, Pujol fue presidente del Patronato de la UIC y ha decidido aprovechar su jubilación para apuntarse a un curso en la universidad que hace referencia a la filosofía y a las nuevas tecnologías. Desde el retrovisor, recuerda su formación en IESE, la presidencia de Sernauto o los reconocimientos como Empresario del año, la Medalla de Oro al Mérito al Trabajo o la Cruz de Sant Jordi. Admite también que "la historia siempre me ha apasionado porque la vivo como una novela" y que "si no pudiera leer me envejecería de golpe".
Actualmente, Ficosa que apenas ha celebrado sus 70 años como "armador de barcos" factura el 95% de sus ventas fuera de España. "Si nos hicieran boicot no se venderían coches. Quién quiera hacernos boicot se quedará sin opciones porque no hay ningún fabricante que no compre productos de Ficosa", aseguraba el CEO de Ficosa e hijo de Josep Maria Pujol, Xavier Pujol, en una entrevista a VIA Empresa.
"Con 85 años continúo soñando y cuando deje de soñar ya me podrán enterrar", concluye Josep Maria Pujol con una historia de malas notas y grandes coches detrás.
Pujol: "Te tienes que llenar de paciencia cuando el barco no funciona y ser consecuente con la libertad y la fraternidad"
Lo viejo muere, lo joven crece... Enamorarse del trabajo y de la vida, anticiparse al futuro, "llenarse de paciencia cuando el barco no funciona" o "ser consecuentes con la libertad y la fraternidad" son sólo algunas de las grandes lecciones empresariales del fundador de Ficosa para el recuerdo.