La Farga, la empresa metalúrgica especializada en cobre de les Masies de Voltregà (Osona), disparó la facturación el año pasado hasta los 1.499 millones de euros, un 38,5% más que los 921 millones de 2020 y un 32,5% que los 1.011 millones del 2019, antes de la pandemia.
Un portavoz de la compañía precisa que en el incremento de la facturación tiene mucho que ver el aumento del precio del cobre, la materia prima, que ha supuesto un "impacto directo" en la cuenta de resultados. Aproximadamente, un 14% de este incremento de la facturación se debe al aumento de las ventas y el resto a la subida del precio de la materia prima.
Los beneficios netos se situaron el año pasado en los 3,88 millones de euros, muy por encima del 1,36 millones de 2020 y de las pérdidas de 2,89 millones de 2019. Y de un año para otro, de 2020 a 2021, los activos totales pasaron de 209 a 242 millones de euros y los recursos propios de 64 a 67 millones. El ROE se triplicó del 2 % al 6 % y el Ebitda pasó de 11,27 millones a 15.
El único dato negativo es que el endeudamiento a largo plazo pasó de de los 69,6 millones de euros a los 114,5 si bien el endeudamiento a corto se redujo a la mitad hasta los 20,4 millones.
Una empresa con 214 años de historia y con unas ventas en el extranjero que equivalen al 1% de las exportaciones catalanas
Cuando se pregunta por el éxito de La Fragua, recuerdan que es una empresa con 214 años de existencia y que su volumen de ventas en el extranjero equivale aproximadamente al 1% de las exportaciones catalanas. Así se lo recordaron al consejero de Economía, Jaume Giró, cuando visitó las instalaciones en junio pasado. El 49% de las ventas de 2021 corresponden a exportaciones a 74 países, si bien la mayoría se dirigieron hacia la UE.
Es una empresa metalúrgica especializada en la fabricación de semielaborados del cobre y sus aleaciones para los mercados eléctricos, envases metálicos, ferroviario, tubos, automoción y conductores especiales. Pero su rasgo diferencial es la apuesta por el reciclaje: son líderes mundiales en tecnología de reciclaje del cobre. Han vendido su tecnología a más de una treintena de plantas metalúrgicas de todo el mundo.
Desde la empresa destacan que la apuesta por el reciclaje ha sido clave en el desarrollo de la compañía. "El cobre es un metal que tiene pasado, presente y mucho futuro". Insisten en que "nuestro ADN es la innovación al servicio de la sostenibilidad". En los años ochenta patentaron un proceso, único en el mundo, para utilizar cobre reciclado como materia prima sin que se altere la calidad del producto final. "Esto nos permite ser un actor clave en esta transición energética que obliga a la descarbonatización y a la economía circular".
Modelo de empresa sostenible: en el aspecto medioambiental, laboral y también por lo que se refiere a la rentabilidad del negocio
Otro "pilar" de la empresa son las personas que trabajan en ella, a las que sitúan "en el primer peldaño de las prioridades". En este aspecto, las fuentes consultadas apuntan desde la formación continua a un modelo híbrido de trabajo que facilita la conciliación familiar. Recalcan que "una empresa sostenible lo debe ser en todos los sentidos: desde el medioambiental, a las personas que trabajan en ella y, evidentemente, tiene que ser rentable". Una empresa no es sostenible si no gana dinero.
La plantilla ha vuelto a crecer después del paréntesis provocado por la pandemia durante el que cayeron las ventas. Así, 2019 se cerró con 339 empleados propios, que bajaron a los 322 en el año de la pandemia para incrementarse hasta los 386 en 2021 (a los cuales se suman 34 empleados externos que conforman una plantilla total de 420).
La Farga es una empresa familiar liderada por Oriol Guixà Arderiu, presidente del consejo de administración, y por su hija Inka Guixà Fisas, que es la directora general desde 2017. Precisamente, un año después, la compañía simplificó su estructura societaria y cambió la denominación a la actual La Farga Your Copper Solutions SA, para adaptarse a la marca con la cual era conocida internacional. Esta última absorbió siete sociedades, entre las que estaba Corporación Metalúrgica Catalana (CMC), que hasta entonces era la matriz.
En 2019, La Farga invirtió 15 millones de euros en una nueva línea de colada continua de cobre, el proceso mediante el cual se transforma el metal. Según la empresa, esta nueva línea, diseñada en colaboración con la italiana Danieli, permite aumentar la capacidad de producción (de 15 a 20 toneladas/hora) y mejorado la calidad del alambrón de cobre.
Una treintena de plantas metalúrgicas de todo el mundo utilizan la patente de la empresa de las Masies de Voltregà
Con anterioridad, en 2012 pusieron en marcha la filial norteamericana SDI La Farga, con una planta en Fort Wayne (Indiana), que aplica el mismo sistema de producción que en les Masies de Voltregà. De hecho, este sistema, patentado por La Farga, se utiliza en más de treinta plantas metalúrgicas de todo el mundo donde se produce alambrón de cobre a partir de metal reciclado. La última es una planta del Kurdistán que ha entrado en funcionamiento este 2022 con diseño y maquinaria de La Farga y de su socio tecnológico Danieli.
También crearon en 2010 una filial en la China con dos socios locales, Ganzhou Jiangwu La Farga, destinada a proveer de material de cobre para la construcción del tren de alta velocidad chino. No obstante, vendieron la participación unos años después.
La Farga nacida en la Barcelona napoleónica hace 214 años ahora es un referente mundial en el reciclaje del cobre
El origen de La Farga está en una pequeña fundición de metal de la Barceloneta que Francesc Lacambra Pont puso en marcha en 1808, en plena ocupación napoleónica. Producía objetos de cobre y bronce para uso doméstico. No fue hasta 1852 que se construyó una fragua junto al río Ter, en un antiguo molino que aprovechaba la fuerza del agua para producir planchas de cobre. Estos elementos se utilizaban para proteger la parte sumergida del casco de los barcos de madera que viajaban a las colonias americanas.
Más de un siglo después, en 1981, después de una profunda crisis, la empresa cambia de propietario con la salida de la familia Lacambra y la entrada de la familia Fisas, liderada por Vicenç Fisas Comella (1927-2016) y por su yerno, Oriol Guixà Arderiu, actual presidente.
La directora general, Inka Guixà Fisas, entró en la última edición del ranking de las mejores CEO de España que elabora la revista Forbes. Este año se ha renovado el consejo de administración con las incorporaciones de los consejeros independientes Carles Sumarroca Claverol y GonzaloCuadra Lizana, especialista en cobre y minería.