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Gancedo, el tejido de Barcelona que decora desde la Casa Real hasta los Hilton

Gancedo empezó en los años 40 con una tienda en rambla de Catalunya y se ha expandido en todo el mundo gracias a sus tejidos de calidad

La familia Gancedo se mantiene al frente de la empresa | Cedida
La familia Gancedo se mantiene al frente de la empresa | Cedida
Bernat Bella
Periodista
04 de Noviembre de 2024
Act. 04 de Noviembre de 2024

En plena postguerra en Barcelona, José Gancedo y su hermano Bernardo abrieron una tienda de telas para decoración en la rambla de Catalunya. Casi ochenta años después y con la tercera generación al mando, Gancedo es reconocido por la calidad de sus tejidos, que terminan en cortinas, tapices o alfombras de medio mundo: desde cadenas hoteleras de prestigio como Hilton hasta propiedades de la Casa Real o el Parlamento de Angola.

 

"Nos diferencia el producto, la calidad y la fiabilidad de ser una empresa nacida en 1945", destaca Nati Gancedo, nieta del fundador y una de las actuales responsables de la empresa, que cuenta con 130 trabajadores y quince millones de euros de facturación, y que fabricó uno de los tejidos para la coronación de Felipe VI.

 

De León a Barcelona en plena postguerra

José Gancedo llegó a Barcelona procedente de un pueblo de León para ganarse la vida. Encontró trabajo en una empresa textil y, al cabo de unos años, decidió que era el momento de iniciar su propio proyecto. Así montó una tienda de telas en la rambla de Catalunya. Solo cinco años después, envía a su hijo a Madrid a abrir una tienda de Gancedo, en la primera expansión del negocio.

"Era la postguerra y faltaba mucho producto, vieron un nicho que podían ocupar", explica Nati Gancedo. Desde un principio apostaron por telas de calidad, que encontraban en ferias y exposiciones de referencia. En esos primeros años ya vendían a escala estatal, especialmente a particulares que visitaban las tiendas de Madrid y Barcelona. Sus tejidos eran para cortinas, sofás, colchones o cabeceros.

La gran apuesta de Gancedo

En 1965 llegó un momento clave para Gancedo: la adquisición de una fábrica en Valencia para hacer sus propios tejidos. Esto les dio mucha flexibilidad y variedad en el producto, pudiendo ser mucho más personalizados y también confeccionar el producto final. Una característica que ha marcado a la empresa a lo largo de las décadas.

Justamente fue a partir de los años 70 cuando Gancedo experimentó un crecimiento importante, ya con la segunda generación al mando. Se abrieron tiendas en Bilbao, Mallorca, Granada y Oviedo. También en los años setenta abrieron la línea de negocios enfocada al contract, para llegar a hoteles, grandes establecimientos, instituciones...

Gancedo: "Producir en China puede ser más económico, pero nosotros apostamos por la sostenibilidad"

A pesar de que desde los años 60 todo ha cambiado mucho, Gancedo nunca ha tocado su fábrica de Valencia. Siempre lo han tenido claro: "Producir en China puede ser más económico, pero nosotros apostamos por la sostenibilidad y el kilómetro cero". Además, destaca la "flexibilidad" para poder hacer tiradas cortas y personalizar el producto para cada cliente.

La crisis postolímpica

En 1993, tras los Juegos Olímpicos, Catalunya y Barcelona entran en crisis. Pepe Gancedo, segunda generación y padre de Nati, fallece y la tercera generación se ve obligada a tomar el relevo de manera imprevista y antes de lo que tocaba. Se lleva a cabo una reestructuración, con el cierre de algunas tiendas. A pesar de ello, la apuesta por la calidad es innegociable.

"Nuestro nicho de mercado es el medio-alto, con cierto poder adquisitivo. Nos gusta confeccionar un producto de calidad y tiene un coste", destaca Nati Gancedo. Es a partir de 2011 cuando ven que la internacionalización debe ser firme: "Con la crisis de 2008 nos damos cuenta de que tenemos que salir de España". El primer paso es México, donde hay un mercado incipiente que les atrae.

Caribe y Punta Cana

Abren la primera sucursal en Cancún y se expanden en hoteles y establecimientos del Caribe. Su producto triunfa en espacios exclusivos: "Al principio nos costó, pero nos consolidamos". Ahora, quieren repetir la jugada en Punta Cana, donde recientemente han abierto una delegación.

Con los años, se han hecho un lugar en el sector hotelero: han trabajado con H10, Catalonia, AC Hoteles, Melià, Hilton o Radisson, tanto en el Estado como en el resto del mundo. Incluso colaboraron con un Marriott construido en una pequeña isla de Venecia: "Un reto del cual aprendimos mucho".

De Angola a la Casa Real

Pero no se han quedado ahí. Sus tejidos han llegado a estancias de la Casa Real o La Moncloa. Incluso confeccionaron un faldón para la coronación de Felipe VI. La razón es que Gancedo también se especializa en la pasamanería de cortinas. Tiendas Gucci o Desigual de diferentes rincones del mundo también llevan el sello Gancedo. O incluso, las oficinas del Parlamento de Angola.

"Para nosotros es un orgullo, al igual que lo es que estemos en la tercera generación de una empresa, con la cuarta pisándonos los talones. Es un orgullo que haya continuidad", enfatiza Gancedo. Pero, ¿cuál es la clave de este éxito internacional? Lo tiene claro: tejidos de calidad, asesoramiento y diseño personalizado, fiabilidad, flexibilidad y servicio.

El fin de una era

En octubre de 2023 se vivió un momento difícil para Gancedo. La tienda original de la rambla de Catalunya, que abrió sus puertas en 1945, cerró. Un establecimiento histórico que decía adiós a la ciudad, como tantos otros negocios. Lo hicieron conscientes de que era una decisión difícil, pero necesaria. "Era un local emblemático, pero la rambla de Catalunya ha cambiado mucho a lo largo de los años", lamenta Gancedo.

Su apuesta fue trasladarse y abrir en formato de showroom, lo que les permite concertar visitas y atender de manera más personalizada. Un movimiento que cerraba una era, pero sin olvidar los orígenes. Los orígenes del amor por el tejido y por la calidad que han llevado la marca Barcelona, también Valencia, a todo el mundo.