Son muchas las lecturas que se han hecho de las causas y las posibles soluciones de esta crisis galopando que ha arrastrado a tantos y tantos negocios y familias por caminos que parecían plácidos y de repente se han convertido en un granizar. La del economista Josep Maria Gay de Liébana (@gaydeliebana) es contundente y no deja nadie indiferente.
Convencido de la grave situación que cruza la economía española, Gay de Liébana considera que uno de los graves inconvenientes que tiene el Estado pasa por la mala gestión que está haciendo el Gobierno de Madrid, supeditado a las imposiciones externas y que están hundiendo unas familias cada vez más estranguladas que pierden poder adquisitivo, con un incremento de la tasa de paro y, consecuentemente, una bajada del consumo. "Hay una gran incertidumbre y un pesimismo que han hecho que las calles de Barcelona hagan pena, con tiendas que han tenido que cerrar y pisos que están en venta", ha señalado el economista en un encuentro organizado por el Club de Jóvenes Empresarios del Centro Metalúrgico de Sabadell.
Las pymes, base de la economía
El esfuerzo que las pequeñas y medianas empresas llevan a cabo en el contexto económico del Estado no está reconocido. Sin incentivos fiscales, las iniciativas se topan con una barrera difícil de flanquear: "Las empresas de la Ibex 35 tienen menos exigencias que las pymes", lamenta Gay de Liébana, que se remite a la deuda bancario que tienen el conjunto de empresas en todo el Estado, donde las 28 que forman parte del selectivo español suman 598.077 millones de euros del total de 1.144.339 millones de euros. "Las pymes aguantan el país!", exclama.
El Gobierno, tramposo
Sin diferenciar entre colores o tendencias, Gay de Liébana cree que el Gobierno no ha respondido a las expectativas, con lemas como el del expresidente José Luís Rodríguez Zapatero (Motivos para creer), o el del actual presidente, Mariano Rajoy, (Más trabajo, menos impuestos). "Este gobierno es muy tramposo", se lamenta el economista después del incremento de la presión impositiva y de la tasa de paro. Considera que las políticas emprendidas van en detrimento sobre todo de los mayores de 45 años, que se verían severamente afectados con la aplicación del contrato único que propone Europa, después de haber dedicado toda una vida a hacer carrera para encontrarse de repente sin trabajo ni opciones de encontrar de nueva.
El incremento galopando del paro es una lacra para la salud económica del país, que ha pasado del 13,91% en 2008 al 27,2% el 2013, con 6.202.700 parados. La falta de control y la poca talla de la clase política son dos de los factores que el economista considera de mayor relevancia: "De 48 millones de habitantes, sólo 16 trabajan", apunta el economista, que cree, pero, que hace falta un liderazgo que hoy por hoy no existe. "Con esta clase política no nossaldremos".