Hace diez años, cuando alguien quería reservar una habitación de hotel, enviaba un correo electrónico. Al día siguiente recibía una respuesta de confirmación por parte del establecimiento hotelero. El usuario pensaba que "eran amables" por responder rápidamente y que "qué servicio más eficiente". En cambio, en 2024 todo se ha intercambiado: reservas por una aplicación y si no tienes respuesta inmediata piensas que "no funciona". Te quedas esperando el correo de confirmación y si no lo recibes antes de un minuto, rápidamente te preocupas. Y llamas para "solucionar el problema". Es la expectativa que tiene la gente con la inmediatez. Y de ahí, el reto de trabajar los datos en tiempo real se ha convertido en la agenda de los próximos años. Esta es la premisa de Genís Roca, especialista en desarrollo de negocios y cultura digital, que ha llevado a cabo una conferencia ante numerosos asistentes en el Club Cambra de la Cambra de Comerç de Barcelona. Y un toque de atención: ante el auge de la inteligencia artificial (IA) "espabila, atrévete, exige y vigila".
"Hay unos niveles de tontería muy altos con la inteligencia artificial", explica con humor Roca. Y es que la explosión de las conversaciones sobre inteligencia artificial ocurrió en diciembre de 2022, cuando se presenta el ChatGPT al mundo. "Y de eso solo hace 15 meses", precisa el experto. "En este año y medio ya estamos hablando del fin de la humanidad o de la destrucción de millones de puestos de trabajo. ¡Hace 15 meses que hablamos de inteligencia artificial y hace 60 que trabajamos en ella!"
Roca (especialista en desarrollo de negocio): "Hay unos niveles de tontería muy altos con la inteligencia artificial"
Si se contextualiza el fenómeno de la inteligencia artificial, cabe destacar que la IA se inició en 1950 cuando "capturó la imaginación del mundo". Posteriormente, durante los años 80, tuvo lugar lo que se conoce como machine learning, es decir, los "humanos enseñaban a las máquinas y las entrenaban". Una vez iniciada la década de 2010, tomó el relevo el deep learning, en el que las máquinas ya se entrenan solas y puede comportar resultados inesperados pero provechosos. Y parece, según Roca, que irá para largo.
La transformación digital: ¿una palabra vacía?
Uno de los conceptos más utilizados en el tejido empresarial catalán tiene que ver con el fenómeno de la transformación digital. Una palabra, que de tanto pronunciarla, "ha quedado en la nada". Sin embargo, gran parte de las compañías catalanas han vivido tres transformaciones digitales. La primera, durante los años 80, en que utilizaban la informática para resolver problemas de back office, como la contabilidad y los recursos humanos. La segunda ola llegó con el inicio del nuevo siglo, cuando la ciudadanía se conectaba a internet y se convertía en una transformación relacional. Finalmente, la tercera -y actual- es la transformación digital a través de los datos.
Roca (especialista en desarrollo de negocios): "A muchos empresarios la inteligencia artificial no les ha sorprendido, sino que la estaban esperando"
Roca busca la reflexión a través de las siguientes preguntas: ¿qué haría un empresario si tuviera los datos en tiempo real? ¿Cuántos de los procesos internos cambiaría? ¿Esperaría para actuar? Sin lugar a dudas, trabajar con datos en tiempo real transforma los procesos de las empresas. "El reto de gestionar 2 millones de personas en datos en tiempo real es hacerlo personalizado", continúa el experto. "A muchos empresarios la inteligencia artificial no les ha sorprendido, sino que la estaban esperando. Es la consecuencia de un proceso", concluye.
¿Cómo aplicar la IA a las empresas catalanas?
Actualmente, la mayoría de las empresas tienen el reto de elaborar su visión estratégica a 10 y 15 años. Es decir, con servicios proactivos masivamente personalizados basados en datos en tiempo real. Y de ahí la unión de los dos conceptos: los datos y la inteligencia artificial.
Roca propone cuatro usos para las empresas que utilicen la inteligencia artificial. El primero: soluciones de mercado para usos personales. "Coge ese informe de 150 páginas y haz un PowerPoint de 4 diapositivas" o "Mañana tengo una reunión con Lluís, recopila información de los correos electrónicos, varios documentos y presenta una propuesta de qué podéis hablar", ejemplifica el experto. Y parece que Microsoft 365 copilot ya lo lleva a cabo. ¿El precio a pagar? 25 euros al mes y, según Roca, "hay que ponerse las pilas inmediatamente y aprender a utilizarlo. "Ya no hablamos de utilizar inteligencia artificial, sino de utilizar la última versión de Word o teléfono".
¿La visión estratégica de las empresas catalanas? Servicios proactivos masivamente personalizados basados en datos en tiempo real
El segundo uso de la IA tiene que ver con las soluciones de mercado para usos corporativos. Por ejemplo: "dime qué clientes son los que menos pagan y hazles una propuesta comercial atractiva". El tercer uso, el desarrollo a medida de pequeño alcance. Como consecuencia, un médico que utiliza la inteligencia artificial para aterrizar un informe para un usuario y que sea más comprensible. Y finalmente, la cuarta opción: el desarrollo a medida de gran alcance. Un motor que gestiona la industria musical, por ejemplo. Y la principal conclusión del encuentro en el Club Cambra, hay un ecosistema de empresas que nos pueden acompañar con soluciones. Eso sí, también tiene una "mancha negra": la materia prima es el dato y no siempre estamos dispuestos a darlo.