Grifols ha estrenado la semana con un empujón bursátil. Las acciones de la farmacéutica han liderado este lunes los avances del Ibex 35 con una cifra próxima al 3% a las 9:08 horas. Los títulos han arrancado la negociación a un precio de 11,825 euros la acción, con una alza del 2,87%, a pesar de que minutos después ha reducido el impulso al 2,35%, hasta intercambiarse a 11,765 euros. Todo ello llega días antes de publicar el último balance anual de la firma con miembros de la familia Grifols en la ejecutiva.
Está previsto que la compañía catalana haga público las cuentas del último ejercicio el jueves 29 de febrero. El mercado está pendiente de un informe clave, puesto que dará respuesta a las dudas planteadas por Gotham City Research. La empresa norteamericana ha cuestionado en repetidas ocasiones la situación financiera de Grifols, acusándola de falsedad contable con el objetivo de esconder deuda.
Por su parte, Grifols ha ido reconfigurando su estructura interna, en un proceso que comenzó en 2022 y que contempla cambios en la gobernanza de la entidad. De hecho, durante este mes de febrero ya se ha nombrado a Nacho Abia como nuevo consejero delegado, a pesar de que se ha decidido mantener Thomas Glanzmann como presidente ejecutivo. Raimon Grifols, Víctor Grifols Diez y Albert Grifols Coma-Cros han dejado sus funciones de director corporativo, director de operaciones y consejero ejecutivo, respectivamente, pero continúan como consejeros dominicales.
La idea de la compañía catalana es separar la gestión de la propiedad, que todavía pertenece a la familia. Sin embargo, estos cambios han llegado en medio de la crisis de credibilidad que ha impulsado el fondo buitre Gotham. La situación financiera de Grifols atraviesa un momento extremadamente sensible, puesto que entre enero y septiembre del año pasado presentó un beneficio de 3,32 millones de euros, es decir, un 98,2% menos de lo que facturó en 2022.
Los ataques de Gotham, un dolor de cabeza para Grifols
Sin embargo, desde Gotham relacionan la reestructuración con sus acusaciones. A inicios de enero, Grifols ya sufrió una fuerte caída en el mercado después de un informe devastador de la firma norteamericana. En él, consideraba que las acciones de la farmacéutica eran "no invertibles", dada la supuesta deuda real de la entidad. Desde entonces, las ofensivas se han intensificado. El pasado 20 de febrero, el fondo presentó una batería de siete preguntas a la empresa de hemoderivados donde cuestionaba la naturaleza de relación entre la compañía y el family officeScranton, vinculado a la familia. Un mes antes ya habían denunciado que sólo existían dos vínculos concretos entre las dos entidades: un alquiler de la sede de Grifols, que existe desde el 2012 en consecuencia de la adquisición de Talecris, y Haemay BPC, desde el 2018.
Después de estas ofensivas, Grifols ha recordado que siempre ha respondido "a cada una de las malintencionadas y engañosas preguntas" del fondo, y ha desmentido "categóricamente" en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) "las insinuaciones malintencionadas, falsas y engañosas de Gotham con el único objetivo de desestabilizar la compañía y generar dudas entre los inversores institucionales".
Grifols ha desmentido "categóricamente" las acusaciones de inestabilidad financiera formuladas por Gotham
De momento, ante una semana clave, los inversos han respondido positivamente a la apertura de la jornada bursátil. Aun así, los ataques de Gotham sí que han provocado reacciones entre las partes interesadas. Los accionistas minoritarios de Grifols han pedido a la CNMV el expediente que acumula toda la información financiera de la compañía catalana, pero se han topado con una negativa. Según ha informado Europa Press, el supervisor se habría opuesto a entregar la información por "cuestiones técnicas".