Grifols ha anunciado que ha empezado la producción de su immunoglobina hiperimmune con anticuerpos específicos como tratamiento contra la covid-19. Según la compañía catalana, se trata del primer medicamento para combatir este virus y se está elaborando a partir de plasma de personas que han superado la enfermedad. La preparación de esta terapia se está llevando a cabo en el marco de colaboración con el gobierno de los Estados Unidos y está previsto que las primeras dosis estén a punto el mes que viene para su ensayo clínico. Por otro lado, Grifols también está trabajando en establecer colaboraciones con gobiernos europeos.
La producción de inmunoglobinas hiperinmunes anticovid se está elaborando a la planta de la compañía a Clayton, en el estado de Carolina norteño, diseñada especialmente para la producción de inmunoglobinas específicas.
Paralelamente, Grifols continúa con su ensayo clínico en el Estado para evaluar la eficacia de la inmunoglobina intravenosa a altas dosis de estabilización o mejora de los pacientes clínicos afectados por la covid-19. En este caso, además de la acción de los anticuerpos neutralitzantes (las proteínas que se unen a los virus e impiden la infección de las células humanas), se busca el efecto immunomodulador que puede tener la inmunoglobina como terapia para detener la tormenta de citocinas asociada a algunos pacientes graves de coronavirus.
Las inmunoglobinas son proteínas plasmáticas que actúan como anticuerpos por la defensa específica de organismos con mecanismos de acción muy complejas y difícilmente replicables. Su diversidad de acción explica su extenso abanico de aplicaciones clínicas a la actualidad, según la compañía, como por ejemplo la prevención de infecciones en pacientes inmunodeficientes y enfermedades autoimmunes, tanto neurológicas como en otros órganos.