Visitar ciudades como Nueva York o Marrakech, y países como Nueva Zelanda, Suecia o Holanda de la mano de un guía que hable catalán. Este es el objetivo de la asociación Guies catalans del món, nacida en 2012, que da lugar a una red internacional de guías profesionales que ayuda a turistas catalanohablantes a encontrar un servicio guiado en catalán cuando viajan fuera de su país.
La asociación ofrece esta opción en más de 25 destinos de los cinco continentes y no para de crecer: hace poco se ha incorporado Japón a la lista y pronto también lo hará Australia. En declaraciones a la ACN, su presidenta, la manresana Vanessa Barberà, explica que el proyecto busca normalizar el idioma y reforzar la cultura del país. "Normalmente, una persona, aunque sea catalana, no suele buscar guía en catalán porque no piensa que haya esta opción y, por la vía tradicional, es muy complicado encontrarla", expone la presidenta.
Viajar a última hora, la tendencia turística desde la covid-19
A la hora de elegir quién puede ser miembro de la asociación y quién no, Barberà lo tiene claro: "No puede serlo una persona que hace cuatro días que vive en el país". "Queremos que la calidad sea alta porque eso nos beneficia a todos los guías. Si alguien queda contento con una visita, buscará otro guía de la asociación y, por tanto, eso nos beneficia a todos", destaca.
Barberà: "Ha cambiado el modelo de viajar, pero no el viajero"
Para Barberà, el perfil del viajero catalán es alguien que huye del turismo de masas, y que busca un turismo de más calidad para tener un conocimiento "más profundo" de la ciudad o del país que visitan. Según apunta, desde la pandemia se ha notado un cambio de tendencia en la manera de viajar: si bien antes el viajero catalán era muy previsor, la tendencia actual es de ir más a última hora. "Notamos que la gente va solo con un mes de antelación. Es todo mucho más inmediato. Ha cambiado el modelo de viajar, pero no el viajero", detalla.
Dificultades económicas y el "no" a los free tours
A pesar de que la calidad de los free tours puede variar mucho de un país a otro, Barberà asegura que como guías profesionales están en contra y lo ejemplifica así: "A un dentista no le pedirás nunca que te haga el trabajo gratuito, pues a un guía tampoco". Con todo, asegura que, con los años, el concepto de free tour ha perdido un poco su sentido original y muchas veces se encuentran con viajeros que les piden "una visita básica por el centro de la ciudad".
Barberà también lamenta que para la asociación, aunque hacen promoción del catalán en el extranjero, les es muy difícil recibir apoyo económico. Explica que algunas de las subvenciones, al trabajar en el exterior, no las pueden solicitar y, otras, al tener la sede fiscal en Catalunya tampoco pueden acceder. "Nos cuesta mucho llegar a subvenciones que nos podrían ayudar a darnos a conocer más ampliamente", explica la presidenta de la asociación, que dice que toda la tarea que hacen en la entidad es voluntaria.