El fabricante de coches chino Great Wall Motors (GWM) ha rechazado definitivamente la inversión en las fábricas que abandonará Nissan en menos de un mes. La empresa automovilística, que había entrado en la carrera por la planta de la japonesa para hacer el salto al mercado europeo, "perdió nterés" en la inversión porque no ofrece la capacidad de producción que finalmente proyectan para su instalación al continente – unos 300.000 modelos.
Después de la comunicación hace semanas de la pérdida de interés en el proyecto, las administraciones del país hicieron una contraoferta que finalmente no ha dado resultado. Según ha informado el Departament d'Empresa i Treball, los planes GWM pasan para "construir una nueva fábrica, más grande que la de Nissan y adaptada al 100 % a sus necesidades".
La consejería dirigida por Roger Torrent apunta que GWM "no era la única opción sobre la mesa", y sigue estudiando más, que debatirá en un encuentro de urgencia de la comisión de reindustrialización. Una de las alternativas sería el hub de electromobilitat propuesto por la catalana QEV Technologies, donde se instalaría un consorcio dedicado al vehículo eléctrico formato por unas 10 empresas del sector.
El proyecto inicial de QEV implicaba adquirir todas las instalaciones de Nissan e invertir 1.000 MEUR. La mesa, sin embargo, no contempla otorgar todo el espacio de la planta a este hub, y se plantea diidir el espacio porque también lo pueda ocupar empresas logísticas cómo la socimi Merlín Properties, aliada con el Port; la inmobiliaria Goodman, la consultora y gestora JLL o la cooperativa alimentaria Consum. Según apuntan fuentes de la negociación, la propuesta del gobierno del Estado de instalar el proyecto de vehículos blindados de la militar Tess Defence continúa descartada.