Black Mirror, Person of interest o Minority Report no son futuros distòpics, son el presente. Javier Rodríguez es el director general de Herta, una empresa de software de reconocimiento facial que analiza imágenes de cámaras y las cruza con bases de datos para encontrar caras en el instante. Herta, que lleva su tecnología desde este lunes al Mobile World Congress de la mano de Acción, difumina la línea entre la realidad y la ficción: su tecnología los ha llevado a trabajar con la seguridad de los Globos de Oro, los Grammy o los casinos de Madrid y Barcelona.
Herta, que cada año invierte casi un millón de euros en investigación, acut al MWC a presentar su último producto: BioID. "Es una aplicación móvil que permite hacer una fotografía de una cara y cruzarla con una base de datos para ver si está registrada", explica el también ingeniero. Según dice, esta aplicación puede ser muy interesante para la Policía, pero también para las redes sociales. "Queremos experimentar como nuestro sector puede funcionar en otros ámbitos". Pero también para darse a conocer: "Ya trabajamos en la seguridad de grandes empresas como por ejemplo Disney, pero que otros nos conozcan siempre está bien", señala.
Criminales y celebrities.
Esta tecnología se puede aplicar en muchos sectores, pero sobre todo son útiles en la seguridad: "Trabajamos con listas negras de usuarios, como terroristas, criminales, delincuentes, personas non gratas", explica el directivo. Herta ha trabajado, por ejemplo, al Estadio Centenario, donde se jugó "el derbi Peñarol-Nacional o el Brasil-Uruguay, con decenas de cámaras" para identificar hooligans peligrosos. Con esta funcionalidad también trabajan en un par de estadios al mismo país y trabajarán en otros dos estadios de la Copa del Mundo en Rusia.
Pero la empresa también trabaja en pro del marketing, encontrando "los mejores clientes, personas VIP en hoteles, bancos, etc.; a veces es interesante reconocer cuando entra alguien importante". En este sentido la empresa ha hecho trabajo a los Globos de Oro en los Estados Unidos. Esta empresa trabaja con el FBI, la Policía de Beverly Hills y el servicio secreto para evitar que los assetjadors entren al recinto de los premios, pero también para ir a recibir los actores nominados, por ejemplo. Pero también comprueba las caras del personal para asegurarse que nadie se infiltre.
Las cámaras graban y cruzan las caras con la base de datos: "Este último año teníamos, por ejemplo, Dwayne Johnson, the Rock, y cuando llegó con las ojeras de solo, el programa lo detectó comparando con las imágenes de internet y avisa a la organización a través de la aplicación móvil". La creación de la base de datos es muy sencilla, sólo con una imagen ya es suficiente: "Las listas de malos las proporciona el cliente y en el caso de las celebrities las podemos sacar de internet manualmente".
Y en este negocio, como afecta la protección de datos? "Sobre todo afecta prácticamente sólo en Europa y cada vez menos, sobre todo en el actual nivel de alerta terrorista", indica el empresario. En el resto de países la legislación es más laxa o la seguridad pasa por encima de la privacitat: "Las leyes de protección de datos y privacitat son muy importantes, pero se tienen que actualizar en la tecnología, no tiene sentido que tengamos las caras de terroristas y no los podamos detectar al aeropuerto o al metro". Según dice Rodríguez, que empresas como Apple hayan incluido el reconocimiento facial -en sustitución de la huella dactilar- en sus teléfonos hace que esta tecnología se abre camino al consumo masivo y "nos facilite las ventas".
Rodríguez: "No tiene sentido que tengamos las caras de terroristas y no los podamos detectar al aeropuerto o al metro"
Herta trabaja en todas las paradas del ferrocarril del India con más de 4.000 cámaras. También da servicio a la segunda estación de autobuses más grande de Europa, la de Madrid, así como a aeropuertos, estaciones de tren, etc.
"Esto es imposible"
Rodríguez se ha dedicado a trabajar en la identificación de voz y facial desde que acabó la carrera. Después de trabajar en Alemania volvió a trabajar en Cataluña. "Yo creía que al futuro sería muy importante reconocer personas que no quieren ser reconocidas, de forma automática y no colaborativa", dice. Se puso a crear código para llegar a este objetivo con "ciertos resultados, pero en un entorno real -un casino en Madrid el 2008- no funcionó", recuerda.
El año siguiente creó su propia empresa porque "mi cabeza decía que esto era imposible". Herta nace en 2010 como una espín-off de la Universitat Politècnica de Catalunya que trabajaba en el reconocimiento facial, de voz y de iris.
Rodríguez, que es ingeniero y doctor en telecomunicaciones, diplomado en ciencias empresariales y MBA por Esade, y el catedrático Javier Hernando, fueron los primeros a usar las tarjetas gráficas GPU, muy habituales para jugar a videojuegos y que procesan a una velocidad muy rápida. Y con muchos tipos de calidad de imagen.
El 2012, centrados ya en el reconocimiento facial, sacaron un algoritmo que trabajaba sobre bases de datos de centenares de miles de caras. Actualmente, la tecnología ya trabaja con calidad de imagen 4k y 8k (que no ha salido al mercado) y logra entre 30 y 35 millones de comparaciones porsegundo . Esta tecnología también se puede aplicar a vídeo y es, incluso, más rápido.
Smart y safe cities
Los sectores en que este software se puede aplicar son diversos: banca, salud, transporte, deporte pero, sobre todo, seguridad. Las smart cities son, a la vez, un baluarte por el futuro del negocio de Herta, este año a la ciudad francesa de Niza -dondehubo el atentado terrorista el verano del 2016- la compañía ha cerrado un contrato porque acontezca safe city. Pero ya trabajan en Phuket, Mumbai y Kākināda.
La compañía, que licencia su software, en un futuro quiere ofrecer su producto en formato software as a service. La empresa da trabajo a 35 trabajadores y cuenta con oficinas en Barcelona, Madrid, Los Angeles, Londres y ahora abren en Singapur. Pero siguen expandiéndose: "Seguramente abriremos en Dubai, Delhi, Mumbai y quizás Montevideo". Y con este crecimiento internacional, Herta apunta a facturar en tres años 40 millones de euros.