La multinacional norteamericana HP se implantó en Catalunya en 1985 en un pequeño taller alquilado en Terrassa donde fabricaba plotters gráficos. 35 años después, la compañía lidera desde Sant Cugat del Vallès el negocio mundial de la impresión en 3D y de la impresión de gran formato.
"Desde el campus de Sant Cugat estamos liderando la cuarta revolución industrial", destaca el vicepresidente y director mundial de la impresión en 3D de HP, Ramon Pastor. Una evolución marcada por la innovación, la ambición y el talento y que ha situado el centro cómo un referente mundial. Unos 2.300 trabajadores e innovaciones tecnológicas hechas aquí lo certifican.
La historia empieza el 1985, cuando los responsables de HP en España apostaron por impulsar una pequeña fábrica a Cataluña y escogieron Terrassa. "Requeríamos empezar muy pronto, salió la oportunidad y nuestros 'padres' de aquella época vieron la oportunidad de localizar aquí una fábrica de HP", recuerda Pastor. Eran treinta trabajadores, todos dedicados a la fabricación de plotters gráficos. Los dos primeros ingenieros no llegaron hasta después de tres años y empezaron a desarrollar impresoras junto a la sede que HP tenía en San Diego.
De Terrassa a Sant Cugat
Pero bien pronto se dieron cuenta que el taller quedaba pequeño. Los jefes tuvieron la visión de crear un campus y eligieron la actual localización de Sant Cugat, el 1990. La proximidad con las universidades y con cadenas de suministro relacionadas con la automoción fueron dos factores claves. Inicialmente, HP tenía en Sant Cugat sobre todo fábricas. En poco tiempo pasaron a producir más de un millón de impresoras domésticas el año.
"Poco a poco fuimos apostando por la investigación y el desarrollo e hicimos la transición de producción a I+D, y a tener un negocio", enfatiza el vicepresidente de la compañía. Así fue cómo en los 90, HP decidió que elcampus de Sant Cugat lideraría el departamento de impresión de gran formato a escala mundial. Con poco tiempo, convirtieron esta rama en el negocio con más cuota de mercado y más rentabilidad de la empresa. "Nos posicionó muy bien dentro de la compañía para abrir el campus a múltiples negocios", añade Pastor.
Más de sesenta nacionalidades
Este éxito abrió el centro de Sant Cugat a trabajadores de todo el mundo, con personas de más de sesenta nacionalidades: "Nos permitió ver el mundo de una manera muy diferente y seguimos apostando por la innovación e incubar nuevos negocios". De hecho, uno de los valores de HP es la apuesta por la multiculturalidad, el talento internacional y la paridad. "De toda esta mezcla salen nuevas ideas e innovación, hacer productos que son útiles para todo el mundo. Tenemos que tener esta visión global y no la puedes tener solo con personas que han estudiado en la UPC y después han hecho un máster en Esade ", sentencia Pastor.
Uno de los momentos importantes para HP en Catalunya fue en el 2000. La compañía decidió trasladar las fábricas a Asia para ahorrar costes y, de repente, Sant Cugat se quedó sin la producción. "Lo aprovechamos para hacer un cambio de orientación. Toda la energía que teníamos puesta en la fabricación, la dirigimos a una apuesta por la innovación", recuerda Pastor. Gracias a esto, el 2002 volvían a tener la misma cifra de trabajadores, aunque de perfiles muy diferentes.
El 3D, hecho en Sant Cugat
"Gracias a esto, tenemos el laboratorio más grande del mundo en impresión 3D y tenemos el liderazgo mundial de la impresión 3D desde Sant Cugat", enfatiza. El 2019, en el campus de HP se inauguró un espacio de 15.000 metros cuadrados dedicados a la investigación de la impresión en 3D, el centro más grande del mundo de esta tecnología.
Ramon Pastor: "La próxima parada de este viaje es la incubación sostenida de nuevos negocios de alto valor añadido"
La tarea de investigación de HP en Sant Cugat les ha llevado a impulsar otras tecnologías disruptivas. Han desarrollado innovaciones en la impresión por exteriores (sin utilizar disolventes) y en la impresión sobre textil. De aquí a poco sacarán los primeros productos de impresión en 3D en metal. "La próxima parada de este viaje es la incubación sostenida de nuevos negocios de alto valor añadido. Estamos posicionados cómo uno de los campus más innovadores de HP, por la parte tecnológica y por nuevos modelo de negocio.
El futuro del 3D
Hace años que de la tecnología de la impresión en 3D se habla mucho, pero hasta ahora seguramente no se había visibilizado su utilidad. Para Ramon Pastor, la pandemia ha supuesto un punto de inflexión. La capacidad de adaptarse de las fábricas digitales, que de una semana por la otra han podido crear nuevos prototipos y empezar a fabricar material médico cómo pantallas o respiradores; ha quedado demostrada.
"No solo es una economía de piezas personalizadas o ir de idea a producción de una forma más corta. Te permite cambiar totalmente el modelo de negocio. Permite hacer una producción mucho más sostenible y mucho más cerca de la demanda y producir solo el que necesitamos", recalca el vicepresidente de HP. Para Pastor, la pandemia ha posado de manifiesto los "límites" del proceso de producción mundial, que no es "resilient" a impactos de este estilo.
Ramon Pastor: "El coronavirus será catalizador del cambio de modelo de producción a nivel mundial"
"El coronavirus será catalizador del cambio de modelo de producción a nivel mundial. Ya lo estamos viendo, estamos produciendo cómo nunca, se genera mucho interés. Será uno antes y uno después. Será el futuro de la industria", concluye. Una de las consecuencias, añade, es que las fábricas que en su momento se van deslocalitzar, podrían volver a Catalunya: "El modelo de megafábrica continuará por ciertos productos, pero perderá importancia. Y ganará las minifactorias que estén cerca de la demanda, en el primer mundo".
Y HP y Sant Cugat tendrán mucho que decir en este futuro: "Es una oportunidad que te pasa una vez a la vida. Dirigir esta transformación digital, no solo desde el 3D, sino también desde el punto de vista de artes gráficas e impresión".
El círculo virtuoso del talento
Ramon Pastor pone en valor el ecosistema empresarial de Sant Cugat, donde comparten espacio con competidoras cómo Epson o Ricoh y otras industrias punteras cómo la farmacéutica con Grifols o Boehringer: "Estamos en un círculo virtuoso. El talento llama talento, el éxito llama el éxito y la inversión llama la inversión".
El vicepresidente de HP ve positivo compartir área con competidoras: "Se crea un polo de atracción de talento, de empresas emergentes e innovación". Además, también valora positivamente la marca Barcelona, una ciudad que define como dinámica y muy muy posicionada en el sector de las start-up.
"Es verdad que otras ciudades europeas están mejor posicionadas en algunos ámbitos", reconoce Pastor, a pesar de que considera que Barcelona tiene las bases para acontecer uno de los referentes a continente. "Nos lo tenemos que creer y, entre todos, hacer un proyecto que tenga continuidad", resume.