El 30 de noviembre del 2022, ChatGPT salió al mercado. Solo 5 días después, el chatbot de IA ya había registrado su primer millón de usuarios. Un impacto nunca visto en la historia de Internet. Solo para situarnos, Facebook necesitó 10 meses y Netflix 3 años y medio para lograr esta cifra. Casi 2 años después, la herramienta ha repetido el hito con los usuarios de pago. Esto quiere decir que ya hay más de un millón de personas que han comprado la versión premium de ChatGPT. Un hecho que podría avanzar una segunda revolución, en este caso por parte de los actores más interesados en contratar programas de IA generativa: las empresas.
"Los principales fabricantes ya están incorporando IA generativa a sus soluciones", explica a VIA EmpresaJuan Carlos Gutiérrez, director de LiceoTIC Training, un programa formativo para mejorar las competencias de gestión de directivos TIC. Gutiérrez asegura que la IA generativa es una tecnología que "nunca había visto en mis 35 años de carrera profesional". De hecho, reconoce que formaciones como la suya tienen que estar "actualizando constantemente" el contenido, dados los rápidos cambios que se están implementando en las aplicaciones.
El segundo Big Bang, este otoño
En este sentido, Gutiérrez pronostica un "segundo Big Bang" de la IA generativa a partir de este otoño, teniendo en cuenta que el primero se produjo con la salida de ChatGPT al mercado. Otros expertos como José Antonio Lozano, head de IA e innovación empresarial en Tokiota, creen que poner una fecha concreta es "aventurado", aunque están en la misma línea. "El año que viene va a haber visibilidad porque algunas compañías ya han dado el paso con algunos casos de uso", agrega. "La principal pregunta que se tienen que hacer los CEO es: ¿qué puede aportar la IA a mi proceso industrial o empresarial?", plantea Gutiérrez.
Es la gran cuestión a resolver en la relación entre la IA y las compañías. El impacto de esta tecnología en la sociedad no se ha replicado en el mundo de la empresa. Según explica el informe Inteligencia Artificial: radiografía de una revolución en marcha, elaborado por Minsait (una firma de Indra), únicamente el 10% de las entidades del Estado cuentan actualmente con un plan de IA alineado con la estrategia de la organización. La cifra asciende al 16% en cuanto a habilitadores que disponen ya de una base sólida que les permite aprovechar la herramienta al máximo.
Lozano indica que existe "mucho desconocimiento" entre los directivos e incluso los técnicos de las compañías. Y advierte de los riesgos de tirar la toalla. "En determinados sectores como el de la atención al cliente y los procesos de venta, una empresa puede quedarse fuera del mercado si ignoran la IA generativa". Y pone un ejemplo: gracias a la tecnología, las universidades CEU han logrado mejorar la tasa de conversión de 2,8% a 25% en cuanto a estudiantes interesados que contactan con el centro por el chatbot de WhatsApp. Por eso, destaca que la paciencia a la hora de encontrar el caso de uso correcto es un elemento "clave" para una empresa.
Un 75% de los profesionales cree que su empresa se podría beneficiar de una mejor formación en IA: el desconocimiento todavía es el gran miedo de los trabajadores (51%)
Las estadísticas dan la razón a Lozano. Si miramos la encuesta realizada por INMUNE Technology Institute a 100 profesionales corporativos, esta mostró que un 75% de los profesionales cree que su empresa se podría beneficiar de una mejor formación en IA. El desconocimiento de la herramienta es todavía el gran miedo de los trabajadores a la hora de aplicarla (51%), seguida de la privacidad (12%) y la accesibilidad (7%). Sin embargo, cabe decir que en el Estado el uso de IA creció un 11,8% en el último año, a pesar de que todavía quedan lejos los países líderes como Finlandia, Dinamarca o Portugal, de acuerdo con el último estudio del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad.
Los 8 puntos de Minsait
Minsait señala "8 grandes descubrimientos" que explican la escasa implementación de la IA: el bajo nivel de madurez en este ámbito, la falta de visión del valor que aporta la herramienta y la necesidad de medir los resultados y la rentabilidad de la inversión son 3 grandes conclusiones. "Se trata de proyectos que se tienen que hacer siempre de forma privada y añadiendo capas de seguridad y de gestión", remarca Gutiérrez.
El experto coincide con el cuarto hallazgo del estudio de Minsait: la IA generativa es un catalizador y multiplicador del impacto de la IA tradicional: el machine learning, la analítica avanzada, las automatizaciones, etc. "Hay que recordar que la IA está con nosotros desde los años 50 y que esta revolución reciente pertenece solo a la IA generativa", recuerda.
Los 4 puntos restantes destacan la importancia de la gestión integral del conocimiento propio de la organización, la gestión de la ética y la ciberseguridad, tener la nube y los productos de software de terceros como base tecnológica y un último punto que subraya que el foco tiene que estar en la excelencia operativa y la mejora de la relación con clientes y ciudadanos.
Entonces, ¿cómo se implementa la herramienta?
Del informe de Minsait, el 31% de las empresas participantes reconoce que la inestabilidad del marco regulatorio es una de las principales barreras a la hora de adoptar la IA. Por otro lado, el 35% de ellas admite que su falta de visión estratégica es el motivo por el cual todavía no han apostado por esta herramienta, mientras que el 20% ve difícil encontrar casos de uso de IA que aporten un valor diferencial y una rentabilidad de la inversión. Entonces, ¿es la IA todavía una función poco interesante para el tejido empresarial catalán?
Si bien las organizaciones tienen como objetivo principal alcanzar la "excelencia operativa" (72%), expertos como Gutiérrez afirman que esto ya es posible gracias a la IA generativa. "La busca de la información es mucho más relevante, rápida y contextualizada que antes", recalca. Proyectos como Microsoft 365 Switch ya cuentan con copilotos para que automáticamente puedan hacer tareas diarias, como redactar correos electrónicos, resumir reuniones o fijar en el calendario una sesión de Teams o Meet.
El Microsoft Copilot permite generar un borrador de un Word de 4 páginas que sirve como punto de partida para redactar un documento
"Todo ello contribuirá a incrementar muchísimo la productividad, puesto que nos sacaremos de encima muchas tareas arduas y pesadas. Ya hay IA generativa capaz de programar por nosotros, y tan solo tenemos que saber supervisarla", insiste Gutiérrez, quien pone otro ejemplo: el Microsoft Copilot. Esta herramienta permite generar un borrador de un Word de 4 páginas que sirve como punto de partida para redactar un documento.
Estas aplicaciones coinciden con los otros objetivos que buscan los profesionales: la mejora de la toma de decisiones (34%) y la de la experiencia de los clientes y ciudadanos que interactúan (31%), según Minsait. "Formaciones, onboardings, procedimientos, gestión de redes sociales, creación de una campaña de marketing... La lista de funciones que la IA ya puede hacer es interminable y las posibilidades serán infinitas", remata Gutiérrez. Sin duda, una aliada a tener en cuenta a la hora de afrontar retos de futuro como el de la competitividad.