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Inditex se despide de su última creación: Uterqüe

La marca de Inditex ya ha bajado todas las persianas y está ultimando las negociaciones con los trabajadores

 Uterqüe ha bajado las persianas de sus dos últimas tiendas, la de Passeig de Gràcia, Barcelona, y la calle Serrano, Madrid | Europa Press
Uterqüe ha bajado las persianas de sus dos últimas tiendas, la de Passeig de Gràcia, Barcelona, y la calle Serrano, Madrid | Europa Press
Barcelona
21 de Febrero de 2022
Act. 21 de Febrero de 2022

82 tiendas en todo el mundo, 200 personas y 14 años de historia. Este sábado Uterqüe bajó las persianas de sus últimas dos tiendas, las más emblemáticas: la del Passeig de Gràcia, en Barcelona, y la de Serrano, en Madrid. La primera no tenía que cerrar sus puertas hasta el 27 de febrero, pero Inditex ha decidido avanzar los planes de cierre, mientras acaba de negociar las reubicaciones o despidos de todo el personal. Uterqüe cierra, pero no desaparece: la marca más cara y más nueva de Inditex se integrará a Massimo Dutti y mantendrá también el canal de venta online.

"Uno y otro". Es lo que significa Uterqüe en latín. La que quería ser inicialmente una línea de complementos, bolsos y bisutería se convirtió en la marca de ropa premium del grupo textil gallego. Pero no acabó de encajar, a pesar de tener seguidoras fieles con mucho renombre, como Letícia Ortiz, reina de España, o la periodista Sara Carbonero. Uno de los motivos que se ha atribuido a su fracaso ha sido la mutación de estilo: no sólo pasó de los complementos a la ropa, sino que empezó con colecciones de ropa minimalistas y acabó apostando por diseños atrevidos y vanguardistas; una pivotación que no ha permitido consolidar un target bastante grande como para reavivar las cifras de facturación.

La última creación del grupo

El negocio de Inditex lo inician Amancio Ortega y Rosalía Mera, su ex mujer, en 1963. Fundan Confeccionas GOA, un taller textil de vestidos y batas de mujer que crece exponencialmente hasta llegar a una plantilla de 500 personas tan solo diez años después. En 1975 deciden hacer un salto y ser, además de fabricantes, distribuidores y vendedores de ropa: inauguran la primera tienda de Zara, en el número 64 de la calle Juan Flórez, en La Coruña, a pocos minutos del taller. Con los años, Zara se convierte en un concepto sobre el diseño y la accesibilidad -ir a la moda está al alcance de todo el mundo- que consigue llegar a todos los rincones del mundo. Hoy en día tiene 2.050 tiendas repartidas por 86 países.

Inditex factura 71 millones de euros al día

Después de Zara, vinieron otros. Massimo Dutti y Pull&Bear (1991), Bershka (1998), Stradivarius (1999), Oysho (2001), Zara Home y Often (2003) y la última, Uterqüe, en 2008. Algunas son adquisiciones, cOmo la de Stradivarius y otras son creadas por el mismo grupo. ¿El resultado? 6.657 tiendas en todo el mundo y unas ventas que superan los 71 millones de euros al día. No es de extrañar que su fundador sea el hombre más rico de España según Forbes, con una fortuna valorada en 67.000 millones de euros. Le sigue su hija, Marta Ortega, que presidirá el grupo a partir de abril, con 6.300 millones.

Uterqüe fue la última marca de Inditex y también la última en términos de facturación. Con datos del primer trimestre del 2021, si el grupo facturó 8.488 millones, Zara y Zara Home aportaron el 71%, Pull&Bear el 6,6%, Stradivarius el 6,5%, Massimo Dutti el 5%, Oysho el 2,5% y Uterqüe el 0,4%, con 48 millones de euros.

Often, la oveja negra del grupo

Uterqüe no es la única mancha en el historial de Inditex, de hecho, no es la primera marca que la compañía decide cerrar. Often fue la primera, coronándose como la oveja negra del grupo. Se fundó en 2003 como una línea de ropa masculina informal, una especie de evolución de Pull&Bear para un público mayor, y llegó a tener 40 locales en España y Portugal. Pero nunca llegó a tener éxito y la cerraron tres años después: deshaciéndose del producto, vendiendo el 75% de los establecimientos y manteniendo solo 10 en favor de Pull&Bear.

El anuncio del cierre: todo para Massimo Dutti

Inditex anunció el pasado mes de septiembre el plan de cierre de las 82 tiendas de Uterqüe, un plan en el que Massimo Dutti adquiría un papel trascendental absorbiendo la marca y acogiendo el máximo de personal. "Se busca aprovechar al máximo la penetración y proyección que Massimo Dutti tiene en los mercados internacionales como Estados Unidos, Canadá, México o Turquía desde hace años", anunciaba Pablo Isla como presidente del grupo. Dentro de esta integración, el grupo quiere darle una cabida especial a Uterqüe ofreciendo una sección específica en las tiendas presenciales de Massimo Dutti y en su página web.

Una incógnita en el historial de Inditex

En términos de recursos humanos, la estrategia inicial del grupo ha sido la misma que está siguiendo con el plan de reajuste de tiendas de Inditex (que ya ha cerrado más de 700 locales) causado por la consolidación del canal online y los efectos de la pandemia. El grupo textil no quiere despedir al personal, sino reubicarlo en otras marcas. En el caso de Uterqüe, después de negociaciones con sindicatos, se acordó que Inditex reubicaria al personal a Massimo Dutti con condiciones laborales similares (salario, horas de trabajo, antigüedad, etcétera). Estas recolocaciones, además, se harían en tiendas que estuvieran a menos de 25 kilómetros de distancia y, si ésta era mayor, se pagaría una compensación económica de 3.000 euros. En caso de haber una modificación sustancial de las condiciones laborales, se procedería a un despido improcedente, con una indemnización de 45 o 33 días por año trabajado.

Todavía no se conocen las cifras totales de reubicaciones y despidos

Pero no todo han sido coser y cantar, especialmente durante las últimas semanas de negociaciones con el personal. Un acuerdo firmado el ocho de febrero entre Massimo Dutti y los sindicatos reflejaba un cambio respecto a la estrategia inicial en detrimento de los trabajadores de Uterqüe. En primer lugar, se planteaba la adscripción como obligatoria, en vez de voluntaria, como en el plan anterior. Y además, el cambio de trabajo podía implicar "una modificación del horario y de la distribución de la jornada" y del "sistema de remuneración y cuantía salarial", especifica al documento. "Se reducían las posibilidades de acogerse a un despido improcedente", explica una fuente interna de la empresa.

Finalmente, las negociaciones han llegado a buen puerto en la mayoría de los casos. Pero el proceso todavía no ha acabado: la empresa hizo las últimas propuestas la semana pasada y los trabajadores tienen un periodo de 15 días de reflexión. No se conocen, por lo tanto, las cifras totales de reubicaciones y despidos que dejará el adiós de Uterqüe en el historial de Inditex.