Dicen los sabios de la Terra Alta que en medio de las Torres Negras habita un hombre de profundas inquietudes, empecinado en reforzar su alma social, que medita con gran anticipación sus movimientos y se rodea de una confortable muralla de talento, discreción y hermetismo. Dos edificios altos como dos santpablos que, como aquella Torre Oscura de Stephen King, son el centro de convergencia de todos los universos.
Explicaba un conocido periodista que hubo un momento en que la Caixa nos acompañaba a todas las horas del día. Desde el momento de levantarnos y encender la luz, pasando por la ducha, la preparación del almuerzo y la primera llamada telefónica, hasta que cogíamos el coche para ir al trabajo, poníamos gasolina y pagábamos el peaje correspondiente a la autopista. Efectivamente, son muchos los universos empresariales que pasan o han pasado por el centro de mando de las Torres Negras de la Caixa: Agbar, Naturgy (antes Gas Natural), Telefónica, Repsol, Abertis...Todo de universos supervisados por un hombre de mirada penetrante, exquisita elegancia y tenacidad legendaria, que lleva el nombre de Isidre (que no Galderic) como homenaje al santo patrón de lsus padres campesinos, y el apellido Fainé, como imprompta genética y derivación fonética de "laborable", que quiere decir "aquel que hace el trabajo".
Hombre de fuertes convicciones, nació en 1942 en el barrio más pobre de Manresa, Les Escodines, y su niñez transcurrió en las humildes barriadas del Torreón y Santa Paloma, en un mundo destrozado por la guerra que todavía tardaría décadas al recuperarse. Tal vez aquella visión de dificultades que acompañó su niñez espoleó su afán de superar tanta pobreza, propia y ajena, y lo acabó convirtiendo en un miembro distinguido de la inhabitual especie de banquero filántropo. Casado con Montserrat Chaparral, es el padre equilibrado y paritario de cuatro hijos y cuatro hijas.
Un auténtico 'self made man'
Empezó el Bachillerato elemental a los 15 años, mientras trabajaba en un taller eléctrico, en pequeñas tareas de reparación de bicicletas y rebobinado de motores, y ya no paró nunca más. Llegada la edad, se licenció y doctoró en Ciencias Económicas, en una época en que esto sólo estaba reservado a los hijos de familias amplias de chaleco. Después se diplomó en Alta Dirección de empresas a la IESE Business School de la Universidad de Navarra y más tarde se formó al ISMP en Business Administration por la Harvard Business School.
Su tesis doctoral se titulaba Redes estratégicas colectivas, un ensayo académico que anticipaba la construcción de la gran red de oficinas que llegó a tener La Caixa en todo España bajo su impulso. Una tesis sin duda premonitoria, marca de la casa, que ya divisaba de fusiones y concentraciones bancarias unas cuántas décadas antes de que se hablara. Una tesis que, avanzándose a los tiempos, analizaba las economías de alcance, señalaba que estas requieren de una importante masa crítica y destacaba la importancia de las redes y los servicios.
Quizás entonces ya tenía la mirada penetrante, actualmente gestionada detrás de unas ojeras casi invisibles desde donde valora el entorno y controla el tempus, como un jugador de ajedrez cargado de paciencia, que no únicamente planifica sus movimientos, sino que se mete literalmente dentro de la cabeza de sus interlocutores, leyendo fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades. Entre las anticipaciones más sonadas hay la del año 2012, cuando la entidad separó el Banco de la Obra Social, y la del año 2017, cuando cambió la sede social de CriteriaCaixa y la Fundación en Palma, dos territorios históricamente y culturalmente cercanos que incluso comparten sus dos idiomas oficiales con los de la gente de Manresa.
Entre las anticipaciones más sonadas hay la del año 2012, cuando la entidad separó el Banco de la Obra Social, y la del año 2017, cuando cambió la sede social de CriteriaCaixa y la Fundación en Palma
Hoy por hoy, Fainé preside la Fundación Bancaria La Caixa, primera fundación privada de España y una de las más importantes del mundo en volumen de recursos, con un presupuesto anual de 500 millones de euros, que es propietaria del 100% de CriteriaCaixa, también presidida por Fainé y tenedora a su vez del 40% de las acciones de Caixabank.
También es presidente, entre otras cosas, de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), presidente del World Savings Banks Institute (WSBI), vicepresidente del European Savings Banks Group (ESBG), vicepresidente de Telefónica, y académico numerario y vicepresidente de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y de la Real Academia de Doctores a las que intenta aportar siempre la bandera del compromiso social. El WSBI, por ejemplo, destina bajo su presidencia más de 1.300 millones de euros a programas sociales.
Una vida de servicio
Entomó sus primeras responsabilidades financieras en 1964, en el Banco Atlántico, que tenía una participación en el Banco de Asunción, en Paraguay, donde se estuvo cuatro años, antes de trabajar sucesivamente en Banca Riva y García, la Banca Jover y Bankunión. Hasta que en 1981 Josep Vilarasau, otro hombre de mirada penetrante, a pesar de que algo más socarrona, lo convenció para saltar a "la Caixa", donde llegó gracias al prestigio que había logrado como buen gestor de banca comercial.
Allí convivió profesionalmente con personajes de tanto peso específico como Joan Antoni Samaranch, Ricard Fornesa, Josep Vilarasau, y años después con Antoni Brufau, hasta que fue justamente él quién llegó a ser el hombre históricamente más poderoso de la organización. El primer paso fue a comienzos de 1999, cuando el presidente Samaranch dimitió en favor de Vilarasau y él ocupó el cargo de director general que Vilarasau dejaba libre, mientras Brufau, que también lo habría podido ocupar, se hizo cargo de la dirección general de participaciones industriales.
Hombre poco amante de la luz intensa del foco mediático, a Fainé le gusta más estar "en el chup chup de las cosas" que no en primer plano. Es decir, en la cocina lenta de las operaciones que concibe. Para él, "lo más importante no son los beneficios, sino la ejemplaridad de la empresa y el bienestar humano y profesional de las personas que trabajan". "El primero son los empleados; después, los clientes; a continuación, los accionistas; y seguidamente la sociedad en general", afirma, porque "la vida es, por encima de todo, servicio".
A Fainé le gusta más estar "en el chup chup de las cosas" que no en primer plano. Es decir, en la cocina lenta de las operaciones que concibe
En el año 1989 fue él quien, poniendo lo práctica las conclusiones de su tesis, sin hacer ruido, se convirtió en el auténtico artífice de la fusión entre la Caixa de Barcelona y la Caixa de Pensiones y de Ahorros de Catalunya y Baleares, primera gran operación del país. Vilarasau eligió la estrella de Joan Miró como símbolo de la Fundación, pero a Fainé le gustó tanto que a continuación la aplicó en todas las sucursales bancarias, convirtiéndola en la imagen del ahorro de Catalunya (círculo rojo) y Baleares (círculo amarillo).
Hasta que en 2007 fue nombrado presidente de "la Caixa" en sustitución de Ricard Fornesa, que había sido el sustituto de en Vilarasau, y más tarde, presidente ejecutivo de Gas Natural Fenosa (heredera de la legendaria Catalana de Gas y precursora del actual Naturgy), de la cual el febrero de 2018 pasó a ser presidente de honor. "la Caixa", convertida ya en CaixaBank, la presidió hasta junio de 2016, cuando el cargo pasó a manso de Jordi Gual, brillante economista que hasta entonces había sido director del servicio de estudios y que ahora acaba de plegar como consecuencia de la otra gran jugada maestra de en Fainé: la fusión con Bankia.
Anticipación, teoría de los equilibrios y fórmula de la felicidad
Hay quién especula sobre qué previsión temporal aplicó Isidre Fainé para realizar todas estas operaciones. Fainé es seguidor de Daniel Kahneman, el psicólogo que ganó el premio Nobel de Economía en 2002 por sus trabajos para integrar la investigación psicológica en la ciencia económica, sobre todo respecto al juicio humano y a la toma de decisiones en situaciones de incertidumbre. En su Teoría de las Perspectivas, Kahneman destaca que los individuos toman, en entornos inciertos, decisiones que se alejan de los principios básicos de la probabilidad. Son los llamados atajos heurísticos.
A Fainé también le gusta recordar la fórmula para ser feliz que aconsejaba la escritora Jane Austen (1775-1817), autora, entre otras, de "Sense and Sensibility": compartir un propósito, ser buenos compañeros, respetarse mutuamente, ser moderados y comunicarse con sinceridad y una brizna de buen humor. Una estrategia colaborativa que quiere assegur el bienestar de todo el mundo, pero también la propia posición de control, sea desde donde sea. Porque el caso es que el modelo de organización del grupo permite mantener el control de toda la estructura desde el mando de la Fundación Bancaria La Caixa, justamente presidida por Fainé.
Moragas, Vilarasau y Fornesa como referentes
En septiembre de 2018, cuando recibió el premio Forbes de manos de Florentino Pérez, Catalunya ya había experimentado su última gran convulsión política y ya hacía casi un año que CaixaBank y Criteria habían esparcido sus sedes sociales entre València y Baleares. Más de 150 líderes empresariales políticos, sociales y culturales convocados a tal efecto en el Hotel Intercontinental de Madrid esperaban tal vez alguna declaración sobre aquellos hechos y probablemente sobre la situación política catalana y su relación con la española.
Pero Fainé tenía su propio guion y aprovechó el bienentendido para hacer un homenaje a tres personajes fundamentales de la historia económica de la Caixa y por extensión, de Catalunya. Francesc Moragas, el benéfico fundador que en 1904, con el equivalente a 526 euros, (hoy convertidos en 20.000 millones de euros) creó la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros, como institución filantrópica, en plena ola de convulsión social y violencia armada que dejaría un balance de 13 muertos y 50 heridos en Barcelona. A Fainé le gusta compartir que ha leído todas las circulares que, en los orígenes de la entidad, Moragas dirigía a los empleados. Y hace suya una frase del fundador: "Zoco el hombre más ambicioso del mundo: como que no tengo necesidades, he hecho mías todas las de los otros".
En su intervención también rindió homenaje a Josep Vilarasau, el hombre que lo reclutó y que creó la Fundación La Caixa, como persona capaz de aglutinar grandes equipos de trabajo y de haber hecho una magnífica tarea financiera, cultural y social, con la distribución de becas, la creación de los Caixaforums, el Museo de la Ciencia, los conciertos participativos y los estudios de investigación del SIDA; y a Ricard Fornesa, el presidente que, más allá del holding industrial, facilitó la creación de programas de vivienda para integrar personas en riesgo de exclusión, programas para combatir la pobreza infantil, voluntariado y otros.
Fainé no ha dicho nunca ni una palabra, pues, sobre el proceso, sobre el que a pesar de que todo el mundo sabe qué piensa, ni sobre ninguna actuación de ningún partido político, ni sobre ninguna posible razón ideológica determinante del cambio de sedes a unos territorios
Ni una palabra, pues, sobre el proceso, sobre el que a pesar de todo todo el mundo sabe qué piensa, ni sobre ninguna actuación de ningún partido político, ni sobre ninguna posible razón ideológica determinante del cambio de sedes a unos territorios que curiosamente son los únicos del estado donde raen las otras dos cajas supervivientes de la debacle de 2008/2016: Caixa Pollença en Mallorca y Caixa Ontinyent en el País Valencià. Porque, si algo tiene claro Fainé es que "el único partido que tengo es la Caixa".
Una Caixa que ya nació decana y lo continúa siendo, a pesar de que ahora, con la absorción de Bankia (procedente de Caja de Madrid) también se ha convertido en el primer banco de España en volumen de negocio. Esta fusión pudo realizarse durante la etapa de Artur Mas como president de la Generalitat, pero, fiel a su paciencia, Fainé lo ha culminado ahora. El resultado es un Grupo que de momento continúa teniendo sus oficinas centrales en Barcelona, sus sedes confederadas en un arco mediterráneo de culturas compartidas y una presencia económica y cultural muy relevante en toda España.
Todo esto dirigido por un hombre discreto, que cuando se saca la corbata y la americana lo hace para irse a su refugio de Llavaneres o de Llívia, con la familia, para seguir pensando con suficiente antelación los próximos movimientos que hará al gran jaque que es el mundo. Andando mucho y observando las cosas a ras del suelo, a cierta distancia de la Terra Alta donde se levanta la Torre Oscura de la Diagonal, a pesar de que Fainé es más un hombre de calle que de altas torres. "Un gato de mercado", en palabras suyas. En todo caso, desde la calle o desde Torres, quiere acercar su punto de vista al de las personas que viven en Endor, la Tierra Mediana (Middle Earth) de John Tolkien, que en inglés antiguo quiere decir "la Tierra que habitan los hombres".
En este caso, los hombres de buena voluntad.