Es casi tan difícil conocer la biografía de Jan Koum (Ucrania, 1976), como encontrar un smartphone que no se haya descargado la aplicación con la cual se ha hecho rico, WhatsApp.
Junto con el estatunidenc Brian Acton lanzaron al mercado en 2009 una de las aplicaciones con más éxito y que más ha revolucionado la forma de comunicarse en todo el mundo. Su app de mensajería instantánea ha enterrado los SMS, y a pesar de que muchos los han querido disputar la hegemonía, todavía nadie ha sido capaz de hacerlos sombra realmente.
Este éxito rotundo ha permitido completar una de las operaciones más importantes de los últimos tiempos entre las nuevas empresas tecnológicas. Facebbok se ha hecho con WhatsApp por una cifra que, sumando todos los variables, estaría cercana a los 19.000 millones de dólares.
A pesar de tratarse de un empresario de éxito, el CEO de WhatsApp procura esconderse de los flashes y han trascendido pocos detalles de su biografía. A pesar de nacer al este de Europa, Koum ya es uno de los residentes más distinguidos de California y su núcleo de emprendedores tecnológicos. Y estos días una de las estrellas del Mobile World Congress en Barcelona.
Miembro de la generación puntcom
Koum abandonó la San José State University, donde cursaba estudios de ingeniería informática, y entre 1998 y 2007 trabajó a Yahoo . En esta empresa coincidió con Brian Acton, con el cual decidiría emprender la aventura de WhatsApp .
Dicen que la idea fue suya, y la versión inicial era un simple programa por iPhone pensado para avisar otra persona cuando no se podía atender una llamada. Mensajes prefabricados del estilo "No me truques" o "Estoy al trabajo" fueron el embrión de la famosa aplicación de mensajería instantánea.
Centrados en el usuario
En una de las pocas entrevistas que ha concedido, el verano pasado al País, señala alguna de las claves del éxito de WhatsApp: "No nos hemos preocupado mucho de nuestra imagen, sino de nuestros clientes; yestamos orgullosos. Somos una compañía de tecnología ".
Sobre la posibilidad de incluir publicidad, se mostraba tajante: "No habrá. Queremos seguir enviando mensajes. No somos, ni queremos ser, una red social, ni una plataforma de juegos, ni un soporte publicitario".
La contrapartida es un coste anual de 89 céntimos de euro (un dólar, aproximadamente), un precio que Koum considera "atractivo y justo por las dos partes". Es el precio de la mensajería del siglo XXI. Habrá que ver si bajo el paraguas de Facebook se mantienen vivas estas ideas, o la sombra alargada de Mark Zuckerberg provoca cambios significativos.