24
de Mayo
de
2016
Act.
22
de Julio
de
2016
Joan Cavallé (Barcelona, 1956) insiste a remarcar que "el socio es el eje de todo" a Caja de Ingenieros. El director general utiliza sinónimos –"siempre ha sido el foco" o "el objetivo es la satisfacción de los socios"- para enfatizar que los 140.000 socios actuales son los que verdaderamente mandan en esta entidad financiera que ha esquivado los obstáculos más tóxicos de la crisis con pocos cambios y mucho crecimiento. "La crisis ha puesto de manifiesto una serie de debilidades del sector a través de una gestión muy poco esmerada del riesgo, pero en Caja de Ingenieros lo hemos evitado porque entendíamos que ciertos productos no eran necesarios para el socio, no los aportaban nada de valor", declara. Sin hipotecas suelo o preferentes, la entidad ha crecido en número de socios un 24,1% entre 2012 y 2015, pero también en recursos gestionados (un 20,7% entre 2013 y 2015) u operaciones en los últimos dos años (un 12,5% más entre 2014 y 2015).
Las razones de esta cómoda situación tal vez tendríamos que situarlas a los orígenes de la entidad, creada entre ingenieros barceloneses para ayudarse los unos a los otros. "Tenemos un origen de sociedad civil que buscaba por sus propios medios resolver una problemática que se encontraban tanto los que tenían ahorros como los que necesitaban crédito". Desde este viaje iniciático y solidario, los ingenieros dan nombre a la entidad cooperativa que ya ha abierto la puerta a otros profesionales así como a autónomos, pymes y, desde 2014, empresas. "Vienen desde diferentes profesiones porque nuestros socios son los que recomiendan Caja de Ingenieros como entidad financiera, por lo tanto, a las familias no todos son ingenieros. Todo esto va abriendo la propuesta de servicios que hacemos: tenemos economistas, médicos, arquitectos, funcionarios...", enumera Cavallé.
Este martes presentan a la asamblea de socios el nuevo plan estratégico, lo Impulsa 2019, un proyecto que pretende consolidar el grupo "como referente financiero y asegurador de referencia". No es sólo un anhelo: "Buscamos tener un nivel de satisfacción de los socios más alto, que sevaya hacia el 58% (ahora es del 54%), que el porcentaje de socios digitales sea de un 65% y que seamos capaces de desarrollar acciones sociales del grupo que se vean y sean reconocidas. Hagamos muchas cosas que se ven menos y queremos darlas más a conocer", enumera su director general.
Hipotecas viables, no dramas
De nuevo, se repite como un mantra la idea de la satisfacción de los socios, el que ha guiado el camino de esta entidad que durante sus primeros 35 años –y fue fundada el 1967- sólo existía en Barcelona. Según Cavallé, esta centralidad del socio es el que "ha hecho que hayamos evitado entrar en productos o servicios que a los bancos y a sus clientes los han hecho perder mucho dinero".
La clave ha estado en la gestión, asegura el directivo, puesto que tampoco a Caja de Ingenieros han sido ajenos a la crisis inmobiliaria. "De hipotecas en estiércol muchas, es el principal producto de la casa, pero siempre intentamos que las operaciones puedan ser viables". Recuerda Cavallé que en época de bonanza, "se hacían por el 100% del valor y con esto se pagaban el piso, el coche y las vacaciones, pero nosotros aquí no entramos porque vemos que el socio entraba en unos criterios de riesgo que no queríamos, siempre hemos hecho hipotecas con criterios de prudencia. Para nosotros es un drama que un socio tenga un problema derivado de una operación nuestra", repite. Consecuencia de esta gestión, durante este 2015 su tasa de morosidad se ha situado en el 3,53%, frente al 10,2% del sector.
Otra diferenciación respecto a otras entidades es el aumento de apertura de oficinas que han hecho estos años. A estas alturas, cuentan con 25 oficinas en España, entre ellas 9 en Barcelona, una en Girona, Sant Cugat del Vallès y Lleida, además de su oficina directa. Así como entidades como el Banco Santander han anunciado que cerrarán oficinas en España, Caja de Ingenieros juega a contracorriente. "Vamos a la inversa que el sector pero hay espacio", opina Cavallé, quien asegura que seguirán inaugurando sucursales para atender la demanda de sus clientes. "Entendemos las oficinas como un centro de asesoramiento, que dejan de ser centro de operaciones, porque muchas digitalmente ya las podemos hacer, pero para poder responder las necesidades personales, necesitas personas que te respondan", destaca. Por el contrario, la entidad eliminará los departamentos de caja de las entidades: "Es una cosa que queremos hacer cuanto antes mejor, ya hay máquinas que te dan el dinero".
Digitales por decisión propia
Esta actitud, en cambio, se encuentra en el mismo camino en cuanto a la digitalización, donde el resto del sector bancario ha puesto el foco y también los recursos. En el nuevo plan estratégico intentarán aumentar el porcentaje de socios digitales que interactúan más de una vez al mes con la entidad, hasta llegar al 65%. "La interacción que la gente está haciendo ahora es mucho más intensa, antes la gente vendía a la oficina un día a la semana pero ahora cada día nos visitan unos 18.000 socios y todo esto implica que no solamente hay una máquina sino que hay personas detrás y esto nos está abriendo unos espacios detrás que no teníamos. Es el mundo instantáneo de un clic, este es ahora el ámbito de las oficinas", asegura.
Ejemplo catalán de la buena imagen de las cooperativas –"lo han hecho muy bien, somos el único sector donde los contribuyentes españoles no han puesto dinero", recuerda-, han querido mantenerse fieles a los socios también en cuestiones más controvertidas como su alineación política. Por Caja de Ingenieros, también aquí la guardia de los socios es lo más importante. "Cuando se publicó el comunicado de la banca sobre la independencia de Cataluña, nuestros socios nos preguntábamos si estábamos con aquel comunicado y dijimos que no teníamos nada a decir... y seguimos allá. Ante cualquier acontecimiento, nuestra función es proteger los intereses de nuestros socios". Guardianes y fieles a su misión han crecido un 10,5% su beneficio... y anhelan mucho más.
Las razones de esta cómoda situación tal vez tendríamos que situarlas a los orígenes de la entidad, creada entre ingenieros barceloneses para ayudarse los unos a los otros. "Tenemos un origen de sociedad civil que buscaba por sus propios medios resolver una problemática que se encontraban tanto los que tenían ahorros como los que necesitaban crédito". Desde este viaje iniciático y solidario, los ingenieros dan nombre a la entidad cooperativa que ya ha abierto la puerta a otros profesionales así como a autónomos, pymes y, desde 2014, empresas. "Vienen desde diferentes profesiones porque nuestros socios son los que recomiendan Caja de Ingenieros como entidad financiera, por lo tanto, a las familias no todos son ingenieros. Todo esto va abriendo la propuesta de servicios que hacemos: tenemos economistas, médicos, arquitectos, funcionarios...", enumera Cavallé.
Este martes presentan a la asamblea de socios el nuevo plan estratégico, lo Impulsa 2019, un proyecto que pretende consolidar el grupo "como referente financiero y asegurador de referencia". No es sólo un anhelo: "Buscamos tener un nivel de satisfacción de los socios más alto, que sevaya hacia el 58% (ahora es del 54%), que el porcentaje de socios digitales sea de un 65% y que seamos capaces de desarrollar acciones sociales del grupo que se vean y sean reconocidas. Hagamos muchas cosas que se ven menos y queremos darlas más a conocer", enumera su director general.
Hipotecas viables, no dramas
De nuevo, se repite como un mantra la idea de la satisfacción de los socios, el que ha guiado el camino de esta entidad que durante sus primeros 35 años –y fue fundada el 1967- sólo existía en Barcelona. Según Cavallé, esta centralidad del socio es el que "ha hecho que hayamos evitado entrar en productos o servicios que a los bancos y a sus clientes los han hecho perder mucho dinero".
La clave ha estado en la gestión, asegura el directivo, puesto que tampoco a Caja de Ingenieros han sido ajenos a la crisis inmobiliaria. "De hipotecas en estiércol muchas, es el principal producto de la casa, pero siempre intentamos que las operaciones puedan ser viables". Recuerda Cavallé que en época de bonanza, "se hacían por el 100% del valor y con esto se pagaban el piso, el coche y las vacaciones, pero nosotros aquí no entramos porque vemos que el socio entraba en unos criterios de riesgo que no queríamos, siempre hemos hecho hipotecas con criterios de prudencia. Para nosotros es un drama que un socio tenga un problema derivado de una operación nuestra", repite. Consecuencia de esta gestión, durante este 2015 su tasa de morosidad se ha situado en el 3,53%, frente al 10,2% del sector.
Oficinas de Caja de Ingenieros en vía Laietana de Barcelona. Cedida |
Otra diferenciación respecto a otras entidades es el aumento de apertura de oficinas que han hecho estos años. A estas alturas, cuentan con 25 oficinas en España, entre ellas 9 en Barcelona, una en Girona, Sant Cugat del Vallès y Lleida, además de su oficina directa. Así como entidades como el Banco Santander han anunciado que cerrarán oficinas en España, Caja de Ingenieros juega a contracorriente. "Vamos a la inversa que el sector pero hay espacio", opina Cavallé, quien asegura que seguirán inaugurando sucursales para atender la demanda de sus clientes. "Entendemos las oficinas como un centro de asesoramiento, que dejan de ser centro de operaciones, porque muchas digitalmente ya las podemos hacer, pero para poder responder las necesidades personales, necesitas personas que te respondan", destaca. Por el contrario, la entidad eliminará los departamentos de caja de las entidades: "Es una cosa que queremos hacer cuanto antes mejor, ya hay máquinas que te dan el dinero".
Digitales por decisión propia
Esta actitud, en cambio, se encuentra en el mismo camino en cuanto a la digitalización, donde el resto del sector bancario ha puesto el foco y también los recursos. En el nuevo plan estratégico intentarán aumentar el porcentaje de socios digitales que interactúan más de una vez al mes con la entidad, hasta llegar al 65%. "La interacción que la gente está haciendo ahora es mucho más intensa, antes la gente vendía a la oficina un día a la semana pero ahora cada día nos visitan unos 18.000 socios y todo esto implica que no solamente hay una máquina sino que hay personas detrás y esto nos está abriendo unos espacios detrás que no teníamos. Es el mundo instantáneo de un clic, este es ahora el ámbito de las oficinas", asegura.
Ejemplo catalán de la buena imagen de las cooperativas –"lo han hecho muy bien, somos el único sector donde los contribuyentes españoles no han puesto dinero", recuerda-, han querido mantenerse fieles a los socios también en cuestiones más controvertidas como su alineación política. Por Caja de Ingenieros, también aquí la guardia de los socios es lo más importante. "Cuando se publicó el comunicado de la banca sobre la independencia de Cataluña, nuestros socios nos preguntábamos si estábamos con aquel comunicado y dijimos que no teníamos nada a decir... y seguimos allá. Ante cualquier acontecimiento, nuestra función es proteger los intereses de nuestros socios". Guardianes y fieles a su misión han crecido un 10,5% su beneficio... y anhelan mucho más.