"No nos dan miedo los boicots. Nosotros no pedimos que nos vengan a comprar porque alguien piense de una forma o de otra, sino porque lo hacemos mejor que los competidores". El presidente de Bon Preu, Joan Font, ha dejado muy claro en una entrevista al diario Ara que, a parte de que no temen sufrir un boicot porque "hay de todo", y más en esta situación de incertidumbre generada por la covid-19, el cliente tiene un "comportamiento impensable" y "esto es imposible de prever".
Un comportamiento y un confinamiento que ha llevado al consumidor a comprar más, cosa que ha comportando un incremento del gasto de Bon Preu porque han tenido que sustituir a 1.200 personas en un momento en que tenían más trabajo que nunca.
Sin embargo, Font admite que "creemos que en los próximos meses las empresas de supermercados probablemente venderemos menos que el año pasado, es un escenario que no descartamos" porque, subraya, "habrá mucho paro, muchos negocios que cerrarán, habrá menos ingresos por parte de las familias. No sabemos si en el global del año será superior este aumento o la caída que puede venir", señala.
Font: "No nos da miedo el boicot"
Pero, ¿qué podría hacer la administración? A su parecer, "el dinero que me tiene que pagar en impuestos no me los pague, y capitalícese y continúe funcionando", cosa que, pone encima la mesa, "lo podía hacer en 24 horas. Pero no se ha hecho nada. Nada". "Las administraciones española y catalana son muy ineficientes", lamenta, al mismo tiempo que insiste: "Como país no nos podemos permitir ineficiencias de la administración".
Bon Preu, mientras tanto, continuará el camino que ya venía siguiendo. "Me gustaría ser recordado como un empresario que cumple sus deberes y que hace las cosas bien y genera riqueza, y que quiere que su país salga adelante y sea un país de calidad, cohesionado", concluye.