"El sector asegurador lleva en marcha desde el 1500 y ha pasado otras pandemias, guerras y de todo. Es un sector que no cerrará nunca, es fundamental", sentencia Ferran Jori, actual presidente ejecutivo y CEO de la correduría de seguros centenaria Jori Armengol. El coronavirus no es la primera sacudida que afronta la compañía, pero si que es la más expansiva que han conocido nunca. "El mundo es cada vez más pequeño, esto mismo hace treinta o cuarenta años quizás no hubiese llegado a salir de la China", reflexiona Jori. La globalización y los cambios que ha sufrido el mundo desde la fundación de la empresa hace 125 años trae al veterano presidente a augurar tiempos de mucho trabajo para las empresas como la suya, pero también más duros.
Jori: "El sector asegurador lleva en marcha desde el 1500 y ha pasado otras pandemias, guerras y de todo. Es un sector que no cerrará nunca, es fundamental"
La correduría ya llevaba tiempo viendo como el mercado que les era tan familiar como el agua empezaba a cambiar y endurecerse. "El cambio climático, por ejemplo, endurece este sector. Hay más siniestros y catástrofes, por lo tanto, las pólizas aumentan su precio", asegura Jori. En el contexto concreto en el que nos encontramos la empresa se ha visto arrastrada a trabajar al 100% en muchos ámbitos, puesto que es justamente por momentos como este por el que se hacen pólizas. "Teletrebajamos, es uno de los pocos cambios que hemos sufrido, porque la actividad sigue siendo muy intensa", confirma el presidente.
La empresa centenaria que el año pasado facturó 43 millones de euros y ocupa a más de 50 trabajadores se enfrenta actualmente a uno reto de magnitut global pero no del todo desconocido para ellos. "Al tener presencia global hemos adquirido experiencia en otros siniestros que obligaban a paralizar regiones o países, nunca de esta magnitut, pero no es totalmente nuevo por nosotros", explica Jori. Es la magnitud de la tragedia lo que es nuevo incluso para los más veteranos. El presidente de Jori Armengol ha expresado que su preocupación se centra en la incertidumbre sobre cuando tiempo durará esta paralización. A pesar de que su actividad se encuentra bastante asegurada la empresa sufre por el impacto que esta crisis tendrá sobre sus clientes.
125 años de historia
Un acontecimiento trágico precede el nacimiento de la correduría Jori Armengol. Se trata del hundimiento de los barcos de comercio del tatarabuelo de Ferran Jori. Cuando su antepasado se encontró en aquella situación se decidió a importando un tipo de negocio que en España no se conocía, la correduría de seguros. "Fuimos la primera en toda España. Piensa que este tipo de empresas nacieron en Barcelona que es donde había comercio marítimo, en especial textil", explica Jori.
Su relación con el textil sigue patente a su alrededor, su propia sede se encuentra en un edificio que antiguamente era de un cliente de la compañía dedicado al sector textil. Muchos de estos propietarios fueron cerrando las fábricas o reconduciendo su negocio, pero lo que no cambió fue el acompañamiento de Jori Armengol. "Tenemos clientes de hace 120, 110 o 100 años", expone orgulloso el CEO. Generaciones enteras entrelazadas por compromisos de hace más de un siglo, hoy esto ya parece sacado de otra época, pero no lo es para esta empresa.
La adaptabilidad como base
"Si mi bisabuelo viera lo que llegamos ha asegurar ahora no se lo creería", asegura Jori con una risa. "Hemos pasado de asegurar contra incendios o desastres marítimos a cubrir posibles secuestro de software", prosigue el empresario. Jori Armengol ha sabido crecer y adaptarse a las nuevas realidades que se le han presentado por el camino y así suplir todas las necesidades de sus cliente a pesar de que reconocen que: "Hoy en día va primero el siniestro y después la póliza. Es todo tan rápido que adaptamos las pólizas al ritmo que aparecen nuevas problemáticas".
Dentro de la adaptación entra la internacionalización de su actividad. Hecho que siempre ha ido estrechamente ligado con la empresa, incluso antes de los grandes procesos de globalización en los que estamos inmersos. "Algunos de nuestros primeros clientes ya comerciaban en todo el mundo, de forma que el mercado internacional siempre ha formado parte de nosotros", asegura el CEO. Con la internacionalización al ADN y las miras muy abiertas hacia las novedades que les depara el futuro, la adaptabilidad a toda situación es una de los suyas claves de éxito.
El éxito de la empresa familiar
"Hay un dicho que asegura que: La empresa familiar la funda el abuelo, la hace crecer el hijo y se la carga el limpio. Por suerte no es nuestro caso", dice Jori con una risa. Ciertamente esta predicción no se cumple con esta empresa, pero no ha sido por casualidad. Jori Armengol sigue unas normas muy claras en la sucesión familiar. Ferran Jori lo ilustra como sí se tratara de un árbol, en el cual generación tras generación hay ramas que tienen que ser cortadas. "Entre mi hermano y yo tenemos cinco hijos, pero sólo uno de cada accederá al negocio familiar, si así lo quieren, claro", asegura el CEO.
Para la compañía ser una empresa familiar reporta ventajas e inconvenientes, puesto que dejar familiares fuera del negocio no es un plato de buen gusto para nadie. Pero esta disciplina que heredan de las generaciones anteriores les permite cumplir su objetivo principal, mantener su empresa. "Si no lo haces así puedes acabar como Codorniu con muchos familiares dentro de la empresa para finalmente venderla", ejemplifica Jori.
La empresa familiar supone una gran apuesta empezando por el propio nombre. "Mucha gente lo pasa por alto, pero el hecho que nuestro apellido esté en el letrero ya es una gran muestra de compromiso y una gran diferenciación", asegura Jori. Este compromiso está llegando a su máximo exponente estos últimos días en que la empresa está llamando a todos sus clientes para saber como se encuentran, no sólo en relación a su negocio sino en el ámbito personal. "Dentro de todo lo terrible de este momento creo que nos esta haciendo establecer relaciones más personales y humanas en nuestros negocios", concluye el CEO.