"Yo era el que se conoce como un mal estudiante. Sort que encontré la química y me emocionó". Josep Maria Lloreda (Les Franqueses del Vallès, 1954) es presidente de KH Lloreda, una de las empresas más importantes de Cataluña , que ya tiene el mundo como mercado, pero no pierde el carácter cercano.
Asegura que su "principal afición es el trabajo", excusa con la cual no ha dejado de formarse desde que se ilusionó por la química. Después de la Ingeniería Técnica en Química por la Universitat de Girona, Lloreda no ha parado de estudiar. "He hecho estudios de medio ambiente, de innovación, de marketing ... incluso de edición de vídeo! Formación más o menos larga, pero todo enfocado al que puedo necesitar a la empresa", explica orgulloso.
Una vida a la empresa familiar
La historia de esta empresa familiar es curiosa y un paradigma de visión y reconversión. Abandonar el recubrimiento de metales para comercializar el potente desengreixant que habían desarrollado para usar en su actividad original, fue la salvación de una empresa que Josep Maria Lloreda dirige desde 1994, cuando tomó el relevo de su padre.
"Sólo he trabajado a KH Lloreda, donde he hecho de todo", recuerda. "Empecé a los 16 años compartiendo formación y trabajo. Primero limpiaba y hacía feinetes, y un golpe acabados los estudios entré al laboratorio", explica Lloreda. 15 años trabajando enlaR D de la empresa le han servido para consolidar la importancia que otorga en esta área clave de la empresa, donde sededican un 10% de sus 80 trabajadores aportando constantes novedades para liderar el mercado.
Visión y motivación
El presidente de KH Lloreda asegura que no es un gestor convencional. "Siempre he creído que mi cargo pedía ser un motivador de directivos. Me he rodeado de grandes profesionales con quienes intento hacer piña", destaca. Actualmente ha empezado a ceder responsabilidades a su hija, y se preocupa más "por el futuro de la compañía que por el día a día, que está en buenas manos", destaca.
De este modo puede seguir vinculado al proceso de visión, del que pide el futuro de la compañía, muy centrada ahora en la internacionalización. Esto no impide que Lloreda, que se define como "un miembro más del equipo, activo y que vive la empresa", dedique tiempo a ir "de un departamento al otro" contagiando su ilusión.
Motor y anuncios trencadors
Apasionado del motor, intenta siempre que puede "escaparse al circuito a hacer alguna pequeña cursa". Precisamente el motor es uno de los puntos fuertes de posicionamiento de marca de KH7 , muy presente en el Dakar con Nani Roma, Laia Sanz o el chileno "Chaleco" López, que también ayudan a dar a conocer la marca en la América Latina.
Lloreda intenta "hacer al menos cinco horas de ejercicio a la semana, haciendo gimnasio o yoga ". Actividad continua para seguir sorprendiendo el consumidor con un producto "que quiere superar sus expectativas"; sorprendiéndolo como lo hacen sus anuncios televisivos.
En este sentido, lo tiene claro: "tenemos que romper la sensibilidad del espectador. Lo puede hacer un equipo de marketing o confiar en grandes profesionales como lo hicimos antes con Bigas Luna y ahora con Juan Antonio Bayona." Según Lloreda, "se tiene que tener la visión de ir a romper conceptos estándares y hacer cosas diferentes que la gente recuerde cuando se levante del sofá".