Banco Sabadell considera que el sistema de financiación autonómica le hace falta uno lavado de cara que pasa de manera indispensable por la entente política. Su presidente, Josep Oliu, cree que no avanzar en este camino está empezando a tener unos efectos ni queridos ni positivos en materia económica, y por eso insta los gobiernos catalán y español a reconducir la situación.
Oliu ha participado este martes por la mañana en la tradicional conferencia que celebra la Cámara de comercio e Industria de Sabadell para analizar las perspectivas económicas por este 2014, donde ha ofrecido una ponencia en que ha abordado no sólo la situación del país, sino también las principales líneas que tienen que ver con la entidad bancaria.
Reformas pendientes
El presidente del Banco Sabadell ve urgente tratar una financiación autonómica que ha llegado al final debe de suyo recorrido, y que obliga el gobierno de Madrid a poner hilo a la aguja si no quiere que la tensión política crezca. "Hay que abordar de manera valiente la reforma del sistema de financiación autonómica, la no reforma nos lleva a consecuencias políticas no agraciadas", asegura Oliu.
Es por eso que este replanteamiento tiene que formularse a lo largo de este 2014, como mucho tarde el 2015 si se quieren frenar las consecuencias negativas que esta situación puede comportar para la economía estatal.
Oliu apunta la necesidad de mantener las políticas reformistas puestas en marcha hasta el día de hoy con el objetivo de garantizar el interés de los mercados y los inversores exteriores: "Si como consecuencia de la mejora de la economía el espíritu reformista baja, podría ser un choque, y todo el camino hecho empezaría a retroceder".
Primeros resultados
El presidente del Banco Sabadell dice que gracias a estas políticas se ha conseguido que se refleje por primera vez en unas tasas de crecimiento no negativas y empiezan a dejar entrever unas perspectivas mejores a la situación actual. Por eso, defiende que el gobierno mantenga su hoja de ruta y se centre en políticas que de entrada son poco populares, como el recorte en el gasto, el incremento de impuestos o los ajustes para hacer más eficiente la administración pública.
De hecho, Oliu cree que este 2014 permitirá un regreso a la normalidad, que si bien "no la tenemos garantizada", si que permite establecer unas prioridades que pasan para hacer empezar a encarar la nueva situación con un nuevo planteamiento. La mejora del sentimiento psicológico, la buena evolución de las exportaciones y el incipiente crecimiento del PIB son algunos de los indicadores que invitan al optimismo.
Con este argumentario, el empresario cree necesario impulsar una reforma fiscal racional y económica para incentivar el consumo y que permita aumentar los ingresos del Estado, además de aplicar esfuerzos adicionales en el ámbito laboral. En este sentido, ha valorado de asumible el objetivo de déficit marcado por la troika para el 2014 del 5,8%, a pesar de que ha considerado más complicados de lograr los objetivos de 4,2% y el inferior al 3% para los cercanos dos años.
Desocupación: un problema para combatir
"Hay gente que no trabajará nunca más". Oliu ha sido muy contundente ante una realidad que cada día se endurece y que invita además catalanes y españoles a abandonar su país para encontrar una situación mejor enelextranjero. "Si no marchan fuera no encontrarán trabajo, y muy probablemente mucha gente nunca marchará", ha sentenciado.
Por otro lado la atracción de talento extranjero también es una asignatura pendiente que tendría que pasar por un cambio en la fiscalidad para no residentes, por lo cual apuesta para reducir la burocracia.
Barcelona, potencial tecnológico
La competitividad de España en los últimos años ha ido en aumento. Oliu cree que la capital catalana, además, puede ser un buen lugar para apostar por la reindustrializacióntecnológica. "Barcelona tiene un gran potencial de futuro, cuenta con escuelas de negocios y politécnicas", unos elementos que si cuentan de las herramientas correctas y setrabaja pueden beneficiarla.
Acceso al crédito
Oliu augura que el volumen de créditos bancarios concedidos a las familias no aumentará durante los próximos años. Se basa en que "han perdido las ganas de endeudarse con hipotecas y en sentido global", hecho por el cual asegura que a pesar de que se mantiene la concesión, no sepide.
En cambio la demanda creditícia para empresas productivasestá, con un alcance limitado, pero. "Hay una perspectiva positiva, y la capacidad exportadora hace pensar que la situación financiera también lo será", ha valorado.