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Julián López Zaballos asegura el futuro de Zurich

La aseguradora cumple el 130è aniversario de su llegada en Barcelona comandada por este economista madrileño

Julián López Zaballos
Julián López Zaballos
Pau Garcia Fuster
15 de Enero de 2014
Act. 03 de Abril de 2014

No todas las empresas son capaces de sobrevivir más de un siglo y con buena salud. Una de las que lo ha conseguido es la aseguradora Zurich, con sede en Barcelona desde el 1884. Este año, pues, celebrará el 130è aniversario en España, donde sigue manteniendo la sede central en la capital catalana.

Una vida asegurada
Al frente del actual Zurich España, resultado de 22 adquisiciones, hay Julián López Zaballos (Madrid, 1955). Licenciado en Económicas en la Complutense, López Zaballos hizo carrera desde el principio en el mundo de los seguros. Al 1978 se iniciaba a Plus ultra, donde tan sólo un año después ya era la mano derecha del director general.

" había días que no hacía nada, y otros que trabajaba hasta las cuatro de la madrugada. Me dio una formación inaudita y me permitió conocer desde arriba el mundo de los seguros", explicaba hace unos meses a La Vanguardia.

Posteriormente fue director adjunto de Norwich Union, hasta que el 1997 se produjo uno de los cambios más importantes a su vida profesional y personal. La oportunidad de dirigir el negocio de particulares de Zurich lo trajo a Barcelona, ciudad de donde ya no se ha movido. Casi 17 años ya lo hacen sentir como "un catalán de Sarriá".

El 2005 López Zaballos era nombrado CEO de Zurich España, relevando José Cela después de su jubilación. El dirigente de la aseguradora dice que este cargo ha variado con los años, especialmente la relación con la central: "antes el consejero delegado iba a Suiza una vez al año a dar explicaciones; y ahoravoy un golpe al mes".

Cerca del cliente
El reto de Julián López Zaballos es mantener viva la llama de una empresa centenaria en un sector no siempre muy ver ni comprendido por el gran público. Buscan ser cerca de la gente, y un ejemploes el patrocinio del Maratón de Barcelona. Una prueba en la que no participa, puesto que sus aficiones van más encaminadas al cultivo y reproducción de árboles (tiene una parcela a la sierra de Madrid) o a la lectura de novelas históricas.