De vender "rollitos de primavera" en pequeñas tiendas de víveres de Barcelona, a abrir una fábrica de platos precocinados asiáticos en Hospitalet de Llobregat con 16 millones de euros de facturación. Esta es la historia de Kav Ly, una emprendedora de origen camboyano que vive en Barcelona. Nació rodeada del espíritu emprendedor, ya que sus padres tenían un secador de tabaco y una empresa de aceite de cacahuete, y de ellos heredó esta pasión.
Con solo 19 años, en 1970, Ly llegó a Francia huyendo de la guerra de Camboya para estudiar Medicina. “Mis padres me dieron 20.000 dólares, pero no quería gastar nada por si ellos lo necesitaban después, así que me busqué la vida como pude”, reconoce en una conversación con VIA Empresa.
De esta manera, dejó los estudios de lado y comenzó a trabajar en un negocio de confección. Aunque le iba bien, se sentía muy sola porque su pareja se trasladó a vivir a Barcelona. Así que, a los 24 años, decidió marcharse de París y trasladarse a Barcelona, en los años 80. Solo un año después, Ly abrió uno de los primeros restaurantes asiáticos de la ciudad (que hoy en día aún continúa), Ta-Tung, en el barrio de Gracia.
Ly abrió uno de los primeros restaurantes asiáticos de la ciudad (que hoy en día aún continúa), Ta-Tung, en el barrio de Gracia
Un año después de abrir el restaurante, Ly comenzó a preparar "rollitos de primavera" en casa para venderlos a pequeñas tiendas de víveres de Barcelona. “Pensé que si ofreciéndolos al granel triunfaban, seguramente podría abrir un negocio de comida preparada”, explica, siempre con la mirada puesta en el futuro.
Cómo transformó los "rollitos de primavera" en un negocio de millones
Mientras triunfaba con el restaurante Ta-Tung y abría uno tras otro bajo la misma marca, llegando a tener 5 restaurantes, Ly también logró éxito con su negocio fuera del restaurante: “Vendía los rollitos de primavera como si fueran churros”, confiesa. Tanto fue así que en 1982 se vio obligada a tener un pequeño obrador, ya que cada día vendía hasta 2.000 “rollitos de primavera”.
Poco a poco, Ly fue creciendo hasta que, en 1997, puso en marcha una fábrica de platos precocinados en Hospitalet de Llobregat. “Lo más difícil fue que casi nadie en España comía platos asiáticos y, aún menos, cocina envasada y precalentada”, se sincera Ly. Poco a poco, fue creciendo, distribuyendo sus productos a tiendas de alimentación y grandes superficies como El Corte Inglés, Carrefour, Alcampo o Eroski, hasta que “en el año 2000 la fábrica estaba a pleno rendimiento y no podíamos aceptar más clientes porque no teníamos espacio”, detalla Ly, quien añade que “ya llevábamos facturados entonces 1 millón de euros anuales”.
En 1982 se vio obligada a tener un pequeño obrador, ya que cada día vendía hasta 2.000 “rollitos de primavera”
Hasta alcanzar estas cifras, la compañía ha experimentado una auténtica metamorfosis: comenzó vendiendo "rollitos de primavera" en pequeñas tiendas de víveres de Barcelona, luego abrió uno de los primeros restaurantes asiáticos de la ciudad y, finalmente, se ha consolidado como un negocio de éxito.
Pero en 2020 todo cambió. “La covid-19 me arruinó”, confiesa Ly. “Más de la mitad de la plantilla estaba en casa por miedo al contagio, mientras los supermercados no dejaban de pedir más producto”, añade.
De la venta de Ta Tung a ALOLOCO: Ly inicia una nueva etapa a los 70 años
A raíz de esta difícil situación, cuando la compañía facturaba 16 millones de euros, la empresaria se vio obligada a vender Ta Tung a Proa Capital, el fondo de inversión propietario de Pastas Gallo. El contrato de venta incluía la incorporación de Ly a la junta de negocio y al departamento de I+D como creadora de producto, así como un contrato blindado de tres años que le impedía hacer la competencia.
Ly ha resurgido como el ave fénix y revela que actualmente ha vuelto a su fábrica de Hospitalet con un nuevo proyecto de platos precocinados latinos, ALOLOCO se come mejor, y una gama de platos asiáticos sin gluten. “A mis 70 años he vuelto a empezar de cero con dos de mis trabajadores, que son como hijos para mí, porque hace 30 años que trabajamos juntos. Ellos mismos me pidieron acompañarme en esta nueva etapa, porque al final somos como una familia”, añade.
La empresaria se vio obligada a vender Ta Tung a Proa Capital, el fondo de inversión propietario de Pastas Gallo
Su alma de empresaria, junto con su esfuerzo y determinación, han hecho posible que, en menos de un año (desde el verano de 2024), ya haya alcanzado una facturación de 1 millón de euros y tenga 19 trabajadores. “La previsión es llegar a los 3 millones de euros a finales de 2025”.
Actualmente, distribuyen sus productos a El Corte Inglés, Caprabo, Eroski, Bon Preu y Primaprix, y están en negociaciones para entrar a Carrefour, Consum, Condis y Sorli. Además, ya exportan a Francia y están trabajando para expandirse a Portugal e Italia.
En este punto, Ly confiesa que, hasta ahora, todo ha sido autofinanciado, pero actualmente necesitan abrir una ronda de financiación de entre medio millón y un millón de euros, como mínimo, para continuar creciendo. “Lo más probable es que, si conseguimos la financiación, en 2027 tendremos que buscar unas nuevas instalaciones, porque estas se nos quedarán pequeñas”, declara Ly con emoción.