Kibuc, la unión de los muebles catalanes

Firmas de mobiliario de Cataluña trabajan unidas desde 1996 bajo una única marca que garantiza calidad y diseño por un comprador de poder adquisitivo medio

Corría el 1995 cuando los propietarios de un grupo de tiendas de muebles catalanas pensaron que la unión hace la fuerza. Un total de 18 firmas pequeñas como Cersa Muebles, Muebles Arasa, Muebles Galerias Torras, entre otros, crearon una central de compras. Querían luchar mejor los precios de las materias primeras y la negociación en equipo podría ser más fácil, pensaron. Lo cuenta Manel Cantarino, director comercial de Kibuc , la marca de Cardedeu que, un año después y visto el éxito, crearon entre todas y que hoy en día, dos décadas después, los permite facturar 43 millones de euros (2015) y ocupar 500 trabajadores.

"Es el 1996 cuando coge bastante el nombre de la marca, a pesar de que antes también estaba, pero cada tienda funcionaba con su propio nombre. Aquel momento es cuando coge la dimensión de marca", explica Cantarino. El responsable comercial de la firma, con larga experiencia al sector después de 14 años trabajando a Ikea, considera que el que los hace diferente es que "nunca renunciamos ni en la calidad ni al diseño. Igual que muchos operadores han intentado luchar contra Ikea o Conforama peleándose con el precio, nosotros nos hemos mantenido en el target de cliente que consideramos: un poder adquisitivo medio".

Se dirigen, principalmente, a una mujer de entre 24 y 52 años que no tiene tiempos de comprar. "A la vez es muy reflexiva y comparativa, entonces le tenemos que dar servicios súper profesionales y dentro del precio", explica. Precio y servicio, puesto que Kibuc garantiza montaje, transporte y servicio de postventa cuando anuncia su precio final, para evitar que el comprador empiece a sumar después de haberse decidido.

Medio centenar de tiendas

Y desde 1998, esta filosofía los ha dado resultados tangibles más allá de las percepciones: un número creciente de tiendas abiertas, hasta las actuales 51, 24 de ellas en Cataluña y el resto en el País Vasco, Valencia, Madrid, Galicia, Cantabria, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad de Murcia y las Islas Baleares. Producen -con materias primeras nacionales, pero también de proveedores situados en Murcia y Asturias- en 10 plantas ubicadas a la península.

Manel Cantarino, en la tienda Kibuc del c/ Casanovas de Barcelona. NN


Hoy en día, los 18 comercios de muebles originarios están integrados, de hecho la compañía está formada por nuevo socios, entre ellos el presidente, Xavier Soria, que posee cuatro tiendas. El resto de socios también son propietarios de otras y hay que son franquiciades, pero todas comparten un mismo estilo y, desde 2012, una mayor cohesión. "Cuando empieza la crisis al sector es cuando empieza lo 'proyecto Pirámide', el proyecto comercial por excelencia de Kibuc que supone que todas las tiendas estén bajo el mismo techo, haciendo las cosas del mismo modo... Se unifican", explica Cantarino. Un acto valiente, en su opinión, porque "una de las cosas importantes que tiene que tener una empresa, cuando las cosas van bien, es reflexionar, pensar e intentar evolucionar, no sólo hacerlo cuando las cosas van mal".

Cantarino recuerda que "en aquella época, al sector no venías muebles, te venían a comprar muebles, que es muy diferente". Los suyos, además, tienen un sello propio, como defiende el directivo de la firma, puesto que desde 2000 Kibuc apuesta por el diseño exclusivo a través del trabajo que desarrolla su departamento de producto. "Es una de las fortalezas que nos distingue de la competencia. Más allá de Ikea, que tiene una cuota de mercado impresionante, nuestro competidor es Merkamueble o La Fábrica, a pesar de que somos referentes de nuestro sector. Hoy en día la marca está cogiendo tanta personalidad propia que el cliente final nos diferencia del mueble tradicional", apunta.

Presencia a la feria de Milà
Para continuar distinguiéndose del resto y no perderse qué se está moviendo a otros mercados, el equipo comercial y de diseño de Kibuc se desplaza esta semana a Milà, donde este martes arranca el Salone Internazionale del Mobile 2016. Estudiarán tendencias, colores y materiales para avanzarse al que vendrá. Para ser vanguardia.

Los dormitorios juveniles son productos de éxito de la firma. Cedida


Con todo, es fácil que en su catálogo continúe apareciendo la colección Aiko, una de las más exitoses de la compañía. "Nuestra intención es adaptarnos al cliente, y estar donde él está. No quiere decir que nos quedamos en el tradicional, hemos incorporado la tecnología y estamos estudiando posibilidades porque creemos que el futuro pasará por aquí, pero el mueble y la decoración siempre irá de la mano del asesoramiento del profesional. Sabemos hacia donde vamos: será un tipo de híbrido", pronostica.

Un futuro en que no descartan la exportación -que encara no han explorado-, pero en el que sobre todo priorizan consolidar su crecimiento. El 2015 han registrado un aumento un 8% superior al ejercicio anterior y este 2016 prevén crecer un 14% más. "Estamos en un proceso de consolidación. Kibuc está creciendo en todos los aspectos y somos muy conscientes que tenemos que tener un proceso de consolidación, sobre todo este año, porque no podemos perder todo el que nos ha hecho fuertes". La unión hace la fuerza, que decimos al principio.

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