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La auténtica revolución de las sonrisas

Conseguir que la felicidad de todos los integrantes de una empresa impacte directamente en la cuenta de resultados exige creer firmemente en las personas

Todo se encara mejor con una sonrisa, también al trabajo | Acistock
Todo se encara mejor con una sonrisa, también al trabajo | Acistock
Barcelona
04 de Julio de 2017

"En la economía del conocimiento cuando pones un incentivo se pierde la creatividad. El trabajador tiene que encontrar un sentido en el que hace para sentirse realizado y ver que está aprendiendo en todo momento". El cofundador y director general de Cyberclick, David Tomás, es uno de los abanderados de la auténtica revolución de las sonrisas, la que reivindica el papel central de las personas en la vida de las empresas. La suya ha obtenido varias veces el reconocimiento Great Place tono Work y se muestra orgullosa de ser una compañía "feliz".

Llegar, pero, no ha sido un camino de rosas. "Decidí crear una empresa donde fuéramos felices desde el minuto uno; pero al principio empezamos cayendo en los mismos patrones de siempre", reconoce en una sesión organizada por la Toulouse Business School para celebrar sus 20 años en Barcelona. "En las escuelas de negocio casi no se ha hablado de la felicidad a la empresa", lamenta el dirigente de Cyberclick antes de confesar que los costó unos 10 años "conseguir el camino correcto".

La lógica de la felicidad

Jaume Gurtha sido durando muchos años un CEO sin corbata a Infojobs. Él también es uno de los principales defensores de tener en cuenta el estado anímico de las personas dentro de las organizaciones. "No hay nadie que no quiera ser feliz a la vida. Si pasamos ocho horas al día trabajando, tenemos que ser felices en el trabajo para poder disfrutar cuando salimos", defiende convencido el nuevo directivo de TeamEQ.

Tomás: "En las escuelas de negocio casi no se ha hablado de la felicidad a la empresa"

Por Santiago Garcia, director a Iberia del iOpener Institute, "cuidar la felicidad al trabajo tiene una lógica de negocio muy clara". Al fin y al cabo, tal como también señala David Tomás a su libro La empresa más feliz del mundo, cada pasa hacia la felicidad a la compañía retroalimenta la siguiente hacia un círculo virtuoso.

No es tan fácil

Cómo siempre, las palabras son más fáciles que los hechos y conseguir un auténtico entorno feliz al trabajo requiere voluntad y estrategia. "El primero que necesitas es definir una cultura empresarial, tener claro qué tipo de personas quieres a la compañía", dice Tomás. El fundador o director general puede explicar los valores a la primera persona de cada área, pero no a la decena que seincorpora. "Es clave que el mensaje se transmita correctamente", insiste.

Jaume Gurt, David Tomás i Santiago Garcia durant la seva xerrada a la Toulouse Business School | Sergi Sanz

Jaume Gurt, David Tomás y Santiago Garcia durante su charla a la Toulouse Business School | Sergi Sanz

Por eso recomienda prestar especial atención al proceso de selección. Un reclutamiento que no se podrá hacer con éxito sin tener claros los valores que tienen que predominar a la empresa. "Cada cual tiene sus prioridades y las empresas también las tienen que tener", reflexiona el dirigente de Cyberclick; mientras recuerda que estos valores tienen que surgir de la reflexión sincera de todos los integrantes porque no se conviertan en una simple (y olvidada) herramienta de marketing.

Gurt: "Una empresa que se mueve por la felicidad tiene que implicar a todo el mundo"

El proceso de transformación hacia la felicidad tampoco se produjo de un día por el otro a Infojobs. Jaume Gurtseñala cuatro ejes principales: la dirección, los mandos intermedios, las personas y los objetivos. Los primeros son los encargados de "dar ejemplo, practicar la boy escout activa y fomentar el reconocimiento"; mientras los segundos son "la cadena de transmisión entre la dirección y los que acaban haciendo el trabajo sobre el terreno".

Gurt insiste que "una empresa que se mueve por la felicidad tiene que implicar a todo el mundo". Y lo tiene que hacer sin olvidar que "si no se ganan dinero, la empresa muere. Los objetivos tienen que estar vinculados a las acciones que hagas, porque si no se olvidan". Conviene no menystenir el poder de la sonrisa.