La Xarxa mantiene su carta y esencia, pero en un nuevo emplazamiento, un espectacular local vestido de encanto y de historia que es, además, de alto valor sentimental: "Siempre quise tener un negocio aquí, este local estaba ocupado por un restaurante desde hace 36 años, pero yo soñaba con montar un negocio aquí desde que de pequeño jugaba en esta plaza que tengo delante, parece incluso que no es real". Así lo explica emocionado José Varela, propietario y alma de este negocio y gerente del Grupo Varela, que enamoró a muchos en la esquina de Vía Augusta y Brusi, su antiguo emplazamiento, durante un buen puñado de años. Ahora, con una inyección de 600.000 euros incluyendo el traspaso del negocio y reformas; La Xarxa se afianza en la Plaza Molina.
"Tomé la decisión y firmé días antes de que nos confinaran, con un esfuerzo económico brutal porque me pudo más pensar como me tiraría de los pelos el resto de mi vida si se lo acabara quedando alguno otro postor. Es muy bonito, ya lo ves, y tenía muchas novias", recuerda el empresario. "Así que puse un número a mi ilusión y lo acerté. Que después tuviera que cerrar y viendo el panorama me preocupó, la verdad. Pero sabía que sería abrir y triunfar. Trabajo con gente increíble, me gusta contratar buena gente, esto es lo principal porque después el cliente lo nota y el servicio para mí es esencial en un negocio como el nuestro", remata. "Es un local que me lleva muy buenos recuerdos de mi juventud -señala -, que me ha hecho muy feliz poder adquirir, porque donde ahora está Casa Varela mis padres tenían La Xarxa, abierta en 1985, hasta que en 2009 cogí las riendas. Siempre me había gustado su interiorismo y personalidad, por eso hemos hecho una reforma que mantiene la pátina de bodega centenaria, pero hemos ganado en comodidad y modernidad", concluye.
Varela: "Siempre quise tener un negocio en Plaza Molina, este local estaba ocupado por un restaurante desde hace 36 años, pero yo soñaba con montar un negocio donde jugaba de pequeño"
Con 13 empleados (se ha ampliado a 8 personas más respecto al antiguo local), el servicio siempre ha sido uno de los fuertes del grupo. "Mis cerca de 90 empleados han llegado a atender a más de 500 comensales diarios desde Plaza Molina hasta el Born, pasando por la playa de Badalona", explica. También ha ampliado capacidad (de 28 hasta 50 comensales) y 56 plazas más en una terraza al sol más que codiciada.
Carlos Aullé es el chef que oficia detrás de la barra. Modesto en las maneras y atento en los detalles, trabaja productos de mercado con la mínima intervención posible -y cuando se da es para mejorar el producto que viene de llotja, de huerto o de mercado-. "A mí me gusta cocinar lo que me gusta comer y siempre pienso que una crítica es una oportunidad que te da el cliente de mejorar lo que haces", señala.
Aquí brillan en carta las anchoas del Cantábrico (seitons hasta limpiados a mano 00), las bravas, el taco de lubina (maravilla y meloso envueltos en guacamole y salsa ponzu), la siempre agradecida tortilla fea de bacalao hecha al momento ante el cliente, los bun de pollo confitado con salsa teriyaki o el filete fileteado con mantequilla Café París. Los postres, está claro: pastel de queso casero y pan con chocolate, aceite y sal.
Los vinos son otra de las razones por la que este restaurante figura en la lista de habituales de más de un gastrónomo local: alta calidad en la elección, con opciones más económicas porque no siempre queremos empezar con una botella de 50 euros. Siempre de bodegas seleccionadas e interesantes del territorio nacional en su gran mayoría: 13 blancos, 22 negros, 2 rosados y 5 escumosos (Corpinnat y Champagne). Buena localización, buena oferta, gran servicio... a priori todos los números para seguir disfrutando de la vida mientras podamos salir a celebrarla.
La Xarxa
Plaza de Molina, 2
Tel.: 932 001 348
De martes a sábado, de 13 a 16h, y de 20 a 23h.
Domingo, de 13 a 16h, lunes, cerrado.
Precio medio: 35€