Decía Fabio Morábito que "un escritor es quien, en rigor, no sabe escribir. Nadie sabe escribir, pero un escritor es lo que se da cuenta y lo convierte en un problema". Trasladar al papel lo que uno quiere contar es una de esas cosas que a uno nunca le salen como desea. El texto siempre acaba decidiendo, al margen de la voluntad del propio autor, su camino. Es un proceso idealizado con un final infeliz. El escritor nunca se considera a la altura de sus aspiraciones.
Philip Roth en Pastoral Americana lo detalla muy bien a través de una conversación entre los personajes Jerry Levov y Nathan Zuckerman. Levov comenta que "el quirófano te convierte en alguien que nunca se equivoca", comparándolo con escribir, mientras que Zuckerman le corrige: "Escribir te convierte en alguien que siempre se equivoca. La ilusión de que algún día puedes acertar es la perversidad que te hace salir adelante".
Este camino en busca de las palabras adecuadas, al contrario de lo que la mayoría de manuales quieren hacernos creer, no es único, ni probablemente depende de algo que podamos hacer. Escribir es andar sin saber qué será de tu próximo paso, es atreverse a canalizar lo que uno siente a través del bolígrafo o el teclado, en espera de que realmente sea eso lo que querías decir.
Escribir es atreverse a canalizar lo que uno siente a través del bolígrafo o el teclado, en espera de que realmente sea eso lo que querías decir
Laboratori de Lletres no sólo lo tiene claro sino que, todos sus cursos, parten de esa idea. La escuela de escritura nació, en una pequeña aula en la calle Sant Pere Mitjà de Barcelona, con el objetivo de proporcionar a los aspirantes a escritores todas las opciones posibles para desarrollar sus obras. Si bien hay escritores y alumnos que no se pueden poner a escribir si no saben dónde irá la historia, "yo nunca sé de qué va mi libro hasta que no lo he terminado. La inspiración me viene trabajando", explica la Laia Fàbregas, escritora y directora de Laboratori de Lletres. Por eso enseñan todas las vías, aunque reconoce que se hace especial énfasis en la vertiente más libre "porque es la que menos se conoce". "Nosotros no enseñamos a escribir, te acompañamos a que encuentres tu camino", añade.
Fàbregas afirma que lo más fácil de aprender son las técnicas: cómo se hace un personaje, cómo hacer que un diálogo sea literariamente creíble... Eso sí, hay que tener una idea con la que empezar a construir. No se puede ayudar a alguien que no tiene nada que decir. Por otra parte, lo difícil, teniendo algo que decir, es la disciplina y ganas de llegar hasta el final. "Escribir una novela, o una recopilación de cuentos, no es nada fácil", remarca.
Fàbregas: "Escribir una novela, o una recopilación de cuentos, no es nada fácil"
Paralelamente a los cursos literarios, Laboratori de Lletres trabaja con escuelas, donde imparten cursos específicos y enseñan a los docentes cómo llevar la escritura creativa a las aulas. En 2017, el Departament d'Educació les pidió que prepararan un curso específicamente para docentes, en el que estuvieron trabajando a lo largo de un año, realizando pruebas en diferentes escuelas, para crear toda una nueva metodología para primaria y secundaria. "Los alumnos deben ver que se puede escribir a chorro y después ordenar", considera Fàbregas.
Con este proyecto son ambiciosos y el objetivo, de cara al próximo curso, es trabajar con alumnos de cuarto de ESO de 50 institutos, que tendrán que escribir, a lo largo de un trimestre entero, una recopilación de cuentos, maquetarlo, publicarlo y promocionarlo en los medios de comunicación. El mejor de todos, se llevará un premio. De momento, el equipo que está más cerca de hacerse con un reconocimiento es el de Laboratori de Lletres que, con este proyecto, es finalista en el Premi Impulsa Cultura 2022. Ser finalista va más allá del posible premio, pues, pese a no ganar, se ayudará a todos los finalistas buscar financiación. Una experiencia nueva para la escuela que siempre "ha ido a la suya y ahora debe adaptarse a los nuevos tiempos".
Fàbregas: "Los alumnos deben ver que se puede escribir a chorro y después ordenar"
Por otro lado, desde 2016, trabajan con empresas a las que enseñan a mejorar su comunicación escrita. Se trata de cursos prácticos y realizados a medida de cada una en función de sus necesidades, y en los que ya han confiado grandes empresas como Banco Sabadell, Acción o CriteriaCaixa, así como otras más pequeñas.
Además, el martes comenzó la 4ª edición del máster de escritura, cuyo objetivo es que, al finalizar, el alumno tenga un manuscrito (casi) acabado que podrá presentar a una agencia oa una editorial, proceso que organiza el escuela, y dar el primer paso al mundo literario. Así, la próxima semana se publicará el primer libro, de uno de los alumnos de la primera promoción.
Siempre se debe pensar, escribir y ordenar
Más allá de la filosofía disruptiva en el proceso de creación, el rasgo diferencial de la compañía es ser una escuela pequeña, donde el alumno no se siente un número más, sino que se le conoce por su nombre, y donde la relación con los profesores, que son renombrados escritores, es cercana y directa. De esta forma, aunque el futuro sea incierto, la idea es clara: la escuela no pretende sustituir ni superar a nadie, sino potenciar lo que la hace única. Sin embargo, romper con lo hasta ahora preestablecido no quiere decir que del caos total salga la literatura, simplemente proponen un cambio de orden de los factores. Siempre debe pensar, escribir y ordenar.