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Laborde Marcet se muda a la icónica Casa del Alcalde y prevé crecer un 21% este 2025

La inmobiliaria barcelonesa ha alquilado el edificio neogótico de la plaza de Catalunya con el objetivo de duplicar espacio y mantenerse cerca de sus locales comerciales

Miquel Laborde, Gerard Marcet, Carlos Bajo y Clara Matías, en el nuevo despacho de la Casa del Alcalde | Cedida
Miquel Laborde, Gerard Marcet, Carlos Bajo y Clara Matías, en el nuevo despacho de la Casa del Alcalde | Cedida
Carlos Rojas | VIA Empresa
Periodista
Barcelona
13 de Febrero de 2025

La consultora inmobiliaria Laborde Marcet ha comenzado el 2025 con fuerza. A pesar de crecer un "anecdótico" 3% en 2024 y facturar 3,3 millones de euros, la empresa fundada en 2009 por Miquel Laborde y Gerard Marcet espera que este año sea un punto de inflexión para la compañía. Prueba de ello es la apuesta que han hecho con sus instalaciones: han pasado de ocupar el ático de 250 m² del edificio de la Casa Bosch y Alsina (plaza de Catalunya, 8) a ocupar la icónica Casa del Alcalde, de 500 m². Un movimiento simbólico que esperan que se traduzca en un incremento del 21% de la facturación, es decir, alcanzar los 4,2 millones de euros.

 

"Sabíamos que este piso principal estaba disponible y lo vimos clarísimo", explica Marcet a VIA Empresa. Y es que la Casa Bosch y Alsina es un edificio neogótico histórico de Barcelona, fácilmente distinguible por una fachada que presenta un balcón corrido de barandilla metálica. Allí vivió durante décadas Ròmul Bosch y Alsina, exalcalde de la ciudad y presidente del Port de Barcelona. Después de unos años inutilizado, en 1982 lo rescató la Caixa de Pensions y desde entonces diferentes empresas lo han alquilado. Algunas de ellas históricas, como es el caso de Rellotgeria Jordà o la Sastrería Gran Smart.

Ahora, sin embargo, le ha llegado el turno a Laborde Marcet. No solo se encuentran en un lugar privilegiado, sino también "estratégico". Y es que el volumen de 136 millones de euros en activos gestionados que acumula la inmobiliaria se concentra, sobre todo, en locales comerciales en las zonas prime de la capital catalana. Es el "core business" de la firma: el año pasado, las 31 ventas pertenecientes a esta área de negocio reportaron 1,1 millones de euros a la consultora que, sumados a los 900.000 euros generados a través de los alquileres de otros locales comerciales, disparan la suma total de este segmento a los 2 millones de euros. El resto del total quedó dividido entre la venta de ocho edificios (800.000 euros) y nueve operaciones de otra tipología (500.000 euros).

 

Los locales comerciales, el motor de Laborde Marcet

El Passeig de Gràcia, la calle comercial más cara del Estado | iStock
El Passeig de Gràcia, la calle comercial más cara del Estado | iStock

"Hay muchas transacciones que no se habían acabado de cerrar. Ahora, a mediados de febrero, ya tenemos 3,5 millones en operaciones que entendemos que se han de facturar", subraya Marcet. Todo ello se espera que incremente notablemente la facturación a finales de año. Ahora bien, tanto Laborde como Marcet están muy pendientes de los cambios constantes que se producen en las tendencias de consumo. La pandemia dejó muy malherido el negocio de los locales comerciales; entre otras cosas, dejó fuera de juego a las "segundas y terceras líneas". "A nosotros no nos afectó mucho porque siempre nos hemos concentrado en calles comerciales", reconoce Marcet. 

Marcet: "Hoy en día ya nadie va a una tienda de ropa de barrio, se acerca al eje comercial o al centro de la ciudad o bien compra por Internet"

Según el empresario, la gente ha dejado de buscar comercios locales y prefieren desplazarse allí donde hay una gran concentración de tiendas. "Hoy en día ya nadie va a un establecimiento de ropa de barrio, se acerca al eje comercial o al centro de la ciudad o bien compra por Internet. Es decir, estas segundas y terceras líneas han quedado relegadas a servicios de proximidad", apunta. Por eso, recomienda "afinar muy bien a la hora de abrir un local", especialmente en momentos de cambios constantes como el actual.

Precisamente, el comercio en línea es el otro gran enemigo invisible que ha afectado el volumen de locales comerciales. El confinamiento provocó que muchas personas aprendieran a comprar por Internet, y eso ha obligado a las marcas a ofrecer un valor añadido a su negocio físico. "Las firmas tienen que combatir con marcas blancas sin logo que se pueden comprar en Temu o Shein. Por eso, la experiencia es la obsesión de los retailers. La ropa tiene que ser muy bonita, tiene que haber música, espacios grandes...", aconseja Marcet. A su parecer, el paradigma de este modelo es Nike: "A veces entras en una de sus tiendas y parece que te encuentres de fiesta en una discoteca", señala.

Las oficinas, el futuro

El distrito tecnológico situado en Glòries Catalanes, Barcelona | iStock
El distrito tecnológico situado en Glòries Catalanes, Barcelona | iStock

Más allá de locales comerciales, Laborde Marcet también se está adentrando en otros modelos de negocio como las oficinas, mientras que también operan en el mercado residencial y hotelero. Por eso, han contratado "perfiles seniors" como el de Carlos Bajo, que el pasado octubre se incorporó como managing director y que está aportando mucha experiencia en el terreno de las oficinas. "Se están digiriendo los excesos precovid y la gente está volviendo más sensatamente al trabajo presencial", afirma Marcet. Eso sí, admite que "aún no se ha digerido del todo", pero se muestra más optimista y pronostica que es "cuestión de tiempo" que las cifras mejoren, incluso en espacios como el 22@ norte, donde la desocupación se eleva al 40%.

Laborde Marcet dispone de 20 trabajadores y también tiene un departamento de inversión donde asesora capitales privados, fondos de inversión y family offices

Finalmente, no hay que olvidarse de su departamento de inversión. Gestionan patrimonios de family office, capitales privados y fondos de inversión y ofrecen asesoramiento. Para cubrir todos negocios, disponen de una plantilla actual de 20 trabajadores. Todos ellos disfrutarán de un espacio de trabajo privilegiado con unas vistas a la zona prime de Barcelona que Laborde Marcet aspira a continuar controlando.