El mercado de las bebidas carbonatadas, gaseosasy refrescos en general es muy competitivo, sobre todo por la presencia de las grandes marcas, que se apoderan de una gran parte del mercado. La empresa vallesana Sanmy ha conseguir superar todas las vicisitudes y trabas, y se ha consolidado como una de las empresas de gaseosas punteras del país, con una previsión de facturación de 6,5 millones de euros este 2013.
La firma nació en 1985 en Terrassa, data que la convierte en la empresa dedicada a la elaboración de refrescos más antigua de todo el estado. Cien años antes, en los Estados Unidos, nacía la totpoderosa Coca Cuela y llegaba a España en cincuenta, un hecho que no tenemos que pasar por alto, y que demuestra un cambio de tendencia en los gustos y costumbres de consumición en todo el mundo occidental. En aquella época, en Cataluña era frecuente encontrar muchas empresas dedicadas en la elaboración de productos bevibles centradas en localidades, y en el caso de Terrassa, Sanmy destacó entre la competencia .
La calidad como referencia
Una de las razones de la supervivencia y crecimiento de la firma ha sido su capacidad de adaptarse a los nuevos tiempos, y sobre todo hacerlo bien: "Siempre hemos trabajado con un criterio basado al tener una alta calidad y conseguir ser diferentes, y hemos trabajado para encontrar nuevos nichos del mercado", explica Pilar Puértolas, gerente de Sanmy.
La referencia cualitativa es uno de los secretos que los ha permitido avanzar superando crisis económicas y la presión que ejercen las grandes multinacionales. Si bien en 50 en toda España existían unas 5.000 empresas dedicadas a la fabricación de gaseosas y sifones, la cifra ha ido decreciente. En el área de Barcelona, en 80quedaban 300, y hoy en día únicamente 40.
Adaptación a los gustos
Uno de los principales secretos de la compañía ha sido saber encontrar su lugar en un mundo cambiante. Los paladares han evolucionado hasta el punto que los sabores que hacían fortuna a principios del siglo pasado han caducado con el paso del tiempo, decantando los gustos hacia nuevas tendencias, influenciadas muchas veces por las importaciones extranjeras.
"Hay que conocer el mercado, ser muy flexible y estar al pie del cañón, y sobre todo conocer las nuevas tendencias, los hábitos de consumo que tiene la gente", señala Puértolas. Del mismo modo también hay que conocer como funcionan los puntos de venta. "También se tiene que saber como funcionan los supermercados, y sobre todo saber encontrar quéhace falta en la línea de venta", añade.
Abrirse a nuevos mercados
Los gustos y paladares son cambiantes, pero en muchas ocasiones ya son diferentes cuando se encuentran con el mercado. Es la situación que se da con la llegada de población inmigrada. Siguen teniendo sus gustos, sus predilecciones y sobre todo unas costumbres que no son borrables. Adaptarse es una nueva manera de encontrar nuevos clientespotenciales: ofreciéndolos aquello que ya sabemos que los gusta.
"Algunos de nuestros productos estrella son los étnicos, los que están dirigidos a un sector muy concreto de la población, como es el caso de la musulmana, muy abundante a nuestro país", explica Puértolas. Uno de estos ejemplos es la bebida de Guaranà , una bebida muy preciada en el Brasil, y que tiene una buena salida a casa nuestra.
Innovación
La firma ha llenado mesas de comidas y fiestas durante más de un siglo, pero recientemente también ha hecho una incursión en el sector de la cocteleria, hecho que los ha permitido abrirse a nuevos mercados y ampliar su cartera de clientes. Lo ha hecho con productos como por ejemplo la Caipiriña Geiser o el Súper Mojito Geiser, dos bebidas sin alcohol que se pueden servir frías directamente del sifón o bien añadir romo, menta y hielo, a petición del cliente.
"Recientemente también hemos presentado dos nuevos productos, el Geiser La Nuit, destinado al sector de la cocteleria, y el Laimon Fresh, que distribuimos por España y Andorra", apunta Puértolas. Estos dos productos los han hecho merecedores del Reconocimiento a la Innovación en categoría de Pequeña Empresa de los últimos premios de la patronal Cecot, que se entregaron el pasado 25 de octubre.