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Laumont, el oro negro de Tàrrega

La empresa ya es una de las cuatro primeras compañías del mundo en la comercialización de trufa negro, de la cual exporta un 95%

La trufa negra es el principal producto de Laumont | Cedida
La trufa negra es el principal producto de Laumont | Cedida
Tàrrega
27 de Agosto de 2018

La trufa es considerada un producto gastronómico gurmet que se cotiza a un precio elevado. Dentro de esta categoría, la trufa de invierno es la más cara, cotizándose entre 1.000 y 1.500 euros. Es en esta variedad en la cual se ha especializado Laumont, una empresa mayorista con la sede central en Tàrrega que factura anualmente 9 millones de euros en kilos de trufa, de los cuales exporta un 95% a países como los EE.UU., el Japón, Dubai, México o Singapur.

Laumont vende el oro negro, como se conoce la trufa, gracias a una red de 400 recolectores que tiene repartidos por todo el Estado, a los cuales recoge el producto una vez por semana. El director general de la compañía, Joan Casals, resume la filosofía de Laumont, al "trabajar con la materia primera fresca y elaborar una parte menor con productos derivados, como las conservas". Centrada en la selección, la transformación y la distribución de la trufa y de las setas, la otra área de negocio de la empresa leridana, las tareas previas se realizan en una fábrica ubicada en Valladolid, inaugurada el año pasado.

Referente de la trufa

De trufa, Laumont comercializa exclusivamente con distribuidores y se ha posicionado como una de las cuatro primeras compañías del mundo en su venta. "En nuestros inicios, en 80, empezaron con la trufa", comenta Casals. Hoy en día, el oro negro representa el 30% de la distribución y es el que le ha permitido abrir mercados, especialmente durante el periodo de crisis económica. "Durante los momentos de dificultad optamos para innovar, extender el negocio además países y adaptarnos a las nuevas demandas de los consumidores".

 Joan Casals, director general de Laumont | Cedida

Joan Casals, director general de Laumont | Cedida

De este espíritu innovador han surgido nuevos productos, como las bandejas de setas de 150 gramos, que "facilitan la venta y están pensadas por los nuevos hábitos de compra", explica Casals. En el segmento de las setas, Laumont factura 13 millones de euros anuales en setas, de los cuales un 65% se venden en fresco y el resto se reparten entre los congelados y los deshidratados. A diferencia de las trufas, Laumont apuesta para desarrollar su negocio de las setas en el mercado interior.

Setas a los mercados mayoristas

Casals recuerda que "la mayoría de compañías distribuidoras acostumbra a comprar el producto fresco al sector de los mayoristas". Por eso, Laumont está presente con sus setas a Mercabarna, Mercamadrid y Mercabilbao, los principales mercados del Estado español. "En el segmento de las setas, nuestro objetivo es garantizar el suministro y el consumo durante todo el año y gracias a la financiación bancaria hemos podido disponer del stock necesario para hacerlo posible". Durante la campaña de recogida de setas, Laumont cuenta con 500 puntos de compra a todo el Estado además de una tienda en linea.

Complementa el negocio con la venta de setas en el ámbito interior, ofreciéndolos a los principales mercados mayoristas estatales, como Mercabarna, Mercamadrid y MercaBilbao

Con las trufas y las setas, Laumont ha conseguido una cartera de 3.000 clientes. A pesar de la crisis, en los últimos cinco años, su facturación se ha doblado, llegando a los 22 millones de euros al año y la plantilla se ha mantenido alrededor de las 40 personas. Enmarcada en su estrategia de la calidad, la firma este año ha certificado toda la producción que vende con la norma IFS (International Food Standard), centrada en la sostenibilidad.

Por el futuro, Casals revela que Laumont seguirá trabajando a adaptar los envases de setas a las exigencias de los consumidores y consolidando la venta de producto congelado. En el caso de la trufa, la firma estudia continuar abriendo mercados, desarrollar la industria por los elaborados y derivados y crear una línea de negocio por la conserva. Su director general dibuja la hoja de ruta que guiará la fórmula de Laumont. "La obsesión continuará estando a la calidad. Quizás no somos los más económicos, pero la calidad siempre será la máxima".