En lo que va de año, Lidl ha puesto en marcha cuatro nuevos establecimientos en Catalunya, dos en la provincia de Girona y dos en Barcelona, y tiene previsto cerrar su año fiscal 2022 con la apertura de cuatro nuevas tiendas, la modernización de otra ya existente y la ampliación de sus oficinas centrales. La cadena de alimentación, que ya cuenta en Catalunya con más de 120 puntos de venta y una plataforma logística en funcionamiento en Montcada i Reixac (Barcelona), pulsa el acelerador para continuar creciendo en el territorio y estar más cerca del consumidor catalán, y anuncia que construirá dos nuevos almacenes en Martorell (Barcelona) y Constantí (Tarragona).
Para asegurar su expansión sostenible en el territorio, la cadena de supermercados está invirtiendo, durante este periodo, más de 100 millones de euros, no solo destinados a la apertura y remodelación de sus tiendas y sede central, sino también al desarrollo de nuevas infraestructuras logísticas que entrarán en funcionamiento durante los próximos años.
Las cuatro nuevas tiendas estarán ubicadas en Vilassar de Mar, Vilafranca del Penedès y otras dos en la ciudad de Barcelona. Este plan estratégico reafirma, una vez más, la apuesta de Lidl por Catalunya (donde cuenta con más de 3.800 empleados directos) y da continuidad al crecimiento que experimenta en los últimos años.