"Si hiciéramos un ranking de las palabras más utilizadas al argot empresarial, líder seguro que es una de las que ganaría. Es una palabra con mucha fuerza", asegura Sandalio Gómez, profesor emérito de Iese de Dirección de Personas en las Organizaciones. En una conferencia en esta escuela de negocios, el veterano profesor ha repasado los síntomas que permiten detectar aquellos líderes perjudiciales por sus organizaciones.
Gómez advierte de entrada que "las decisiones que en muchos momentos tienen que tomar los responsables de una empresa tienen un impacto enorme". Hay que ser conscientes porque actualmente "la empresa canaliza la mayor parte de la actividad de las personas, y su desarrollo económico y social", asegura.
De hecho, la empresa actual no se asemeja nada a la de hace 20 años. "Han cambiado aspectos tecnológicos, organizativos... y las personas y sus inquietudes", constata Gómez. En esta realidad aparece el líder, con todo el valor que tienen sus decisiones. "Nadie tendrá nunca todas las virtudes y ningún vicio, pero hay que ser conscientes de la realidad para corregir el máximo posible", recomienda.
Sandalio Gómez define el líder ideal como aquel que conjuga "el liderazgo formal, el que viene por una designación o la posesión de unas acciones, y el liderazgo informal, el que los otros reconocen porque se lo ha ganado". Ahora bien, sea qué sea el grado que logre en cada uno de ellos, el profesor enumera los vicios que hay que evitar en todos los casos.
1 – La imprudencia
Un líder imprudente "no acepta la realidad tal como es, que es una de las cosas que más nos cuestan a todos los mortales". Del mismo modo que aseguramos que hemos salido mal en una fotografía, "intentamos que la realidad se acople al que nos gustaría, pero es cómo es y en el mundo de la empresa es la base para actuar con sensatez", dice Gómez.
Un líder que no ve las cosas tal como son no llevará a buen puerto la empresa porque, además, "no considera los pros y contras, enamorándose de sus decisiones", explica. El profesor deja claro que "no hay una decisión perfecta, pero si la valoras estarás mucho más seguro de la situación". La imprudencia en el liderazgo también provoca que no se midan bien las propias fuerzas y las de la organización, perdiendo de vista los recursos disponibles.
Por el profesor de Iese, el líder imprudente también es aquel que "no acepta los consejos de los demés y tampoco aplica los conocimientos a las acciones concretas". Para acabarlo de adobar, también le cuesta "tomar decisiones, tiene miedo y dudas a la hora de hacerlo".
2 – La soberbia
"Es una persona que es incapaz de ser sincera con ella o los demés, tiene envidia de la gente y ve enemigos en todas partes", dice Sandalio Gómez sobre los líderes soberbios. Son gente que acostumbra a aislarse y a pensar sólo en ella. "Hablan de la soledad del líder, pero es la soledad del líder soberbio. Ni boy escout ni aprende a delegar porque piensa que nadie tiene su criterio, se siendo un elegido", asegura.
El líder soberbio "acostumbra a asumir tareas por las cuales no está capacidad, de tal manera que queda en evidencia y es infeliz", añade. Se trata de alguien que utiliza el poder de forma autoritaria, sin intentar convencer. "Se rodea de personas mediocres porque no le hagan sombra y para no descubrir que no es tan bueno como se piensa", dice Gómez. El opuesto del líder soberbio es el líder humilde. "Ser humilde no significa ser débil", advierte el profesor; que acaba confesando que no conoce ningún líder auténticamente humilde: "en el momento que somos conscientes de nuestra humildad, ya la hemos perdido".
3 – Impaciencia y debilidad
A pesar de que "el empresario nato por esencia es impaciente", hay que saber controlar este impulso. El líder impaciente "pretende conseguir las cosas con la misma rapidez con que las voz a su cabeza", explica Gómez. Ahora bien, también remarca que "cuando el empresario tiene un poco de experiencia ya se da cuenta de este error".
Otros síntomas para identificar este vicio se encuentran cuando el líder "renuncia demasiado rápido en las dificultades y no valora como tocaría el esfuerzo y la constancia", relata el profesor. Y es que las cosas quieren su tiempo. Además, este tipo de líderes también "trasladan la tensión a la organización en los momentos difíciles, y no la mantienen en los momentos fáciles". Por Sandalio Gómez, es fundamental que "cuando hay dificultados el líder transmita seguridad y tranquilidad".
4 – Falta de equilibrio y sobriedad
"Es exagerado en los bonos y malos momentos, le carece equilibrio en situaciones complejas", dice Sandalio Gómez del líder que sufre este mal vicio. Una mala actitud que "normalmente va acompañada de falta de sentido del humor", apunta. Este tipo de líder "no sabe utilizar adecuadamente los bienes materiales ni los humanos. Descuida y no controla los detalles pequeños, que no los valora", explica.
Se trata de alguien que "no sabe gestionar bien la austeridad, y por lo tanto tampoco sabe eliminar gastos superfluos", avisa. Gómez deja claro que "los gastos de estructura proliferan si no se está encima".
5 – Falta de valentía
Cuando un líder no es valiente, "no reconoce los méritos de cada cual y no es ecuánime en las evaluaciones". Es decir, le carece la virtud de la justicia. El profesor explica que se trata de alguien que "prefiere no complicarse la vida, dar a cada cual el que le corresponde es más complicado".
Se puede identificar un líder con falta de valentía cuando "no define criterios ni políticas porque quiere hacer el que le dé la gana", asegura Gómez. Por el profesor, "el esfuerzo que se dedica a la empresa a buscar los culpables de los problemas es enorme y se podría dedicar a otras cosas".
6 – Ambición/utopía
Sufrir el vicio de la ambición o la utopía se caracteriza para "huir adelante generando un círculo vicioso que acaba explotando", dice Gómez. Una situación que ha pasado en miles de empresas, que han ido creando "una situación ficticia y vacía que las ha llevado al desastre".
Este tipo de líder no dispone de cautela ni previsión, y "conduce a la frustración personal y colectiva". El profesor de Iese también advierte el peligro de "confundir audacia con utopía". Y es que audacia es "pedir algo más del que se está dando, pero siempre dentro de un sentido de la realidad y unos límites razonables", define.
7 – Incoherencia
El líder incoherente "no pone en práctica el que predica, ganándose la desconfianza de los demés". Se trata de alguien que "no vive los valores de los que presume, y lo transmite con sus decisiones", asegura Gómez.
Hablando de valores, concepto del cual muchas empresas han hecho bandera, Sandalio Gómez advierte que "los encuentras en el comportamiento de la gente, no son en un pasillo. Con estos valores se va construyendo la cultura de la empresa". Un líder incoherente olvida que "el ejemplo vale más que 1.000 palabras. El impacto que tiene el ejemplo de un directivo es enorme", concluye.
Gómez advierte de entrada que "las decisiones que en muchos momentos tienen que tomar los responsables de una empresa tienen un impacto enorme". Hay que ser conscientes porque actualmente "la empresa canaliza la mayor parte de la actividad de las personas, y su desarrollo económico y social", asegura.
De hecho, la empresa actual no se asemeja nada a la de hace 20 años. "Han cambiado aspectos tecnológicos, organizativos... y las personas y sus inquietudes", constata Gómez. En esta realidad aparece el líder, con todo el valor que tienen sus decisiones. "Nadie tendrá nunca todas las virtudes y ningún vicio, pero hay que ser conscientes de la realidad para corregir el máximo posible", recomienda.
Sandalio Gómez define el líder ideal como aquel que conjuga "el liderazgo formal, el que viene por una designación o la posesión de unas acciones, y el liderazgo informal, el que los otros reconocen porque se lo ha ganado". Ahora bien, sea qué sea el grado que logre en cada uno de ellos, el profesor enumera los vicios que hay que evitar en todos los casos.
1 – La imprudencia
Un líder imprudente "no acepta la realidad tal como es, que es una de las cosas que más nos cuestan a todos los mortales". Del mismo modo que aseguramos que hemos salido mal en una fotografía, "intentamos que la realidad se acople al que nos gustaría, pero es cómo es y en el mundo de la empresa es la base para actuar con sensatez", dice Gómez.
Un líder que no ve las cosas tal como son no llevará a buen puerto la empresa porque, además, "no considera los pros y contras, enamorándose de sus decisiones", explica. El profesor deja claro que "no hay una decisión perfecta, pero si la valoras estarás mucho más seguro de la situación". La imprudencia en el liderazgo también provoca que no se midan bien las propias fuerzas y las de la organización, perdiendo de vista los recursos disponibles.
Por el profesor de Iese, el líder imprudente también es aquel que "no acepta los consejos de los demés y tampoco aplica los conocimientos a las acciones concretas". Para acabarlo de adobar, también le cuesta "tomar decisiones, tiene miedo y dudas a la hora de hacerlo".
2 – La soberbia
"Es una persona que es incapaz de ser sincera con ella o los demés, tiene envidia de la gente y ve enemigos en todas partes", dice Sandalio Gómez sobre los líderes soberbios. Son gente que acostumbra a aislarse y a pensar sólo en ella. "Hablan de la soledad del líder, pero es la soledad del líder soberbio. Ni boy escout ni aprende a delegar porque piensa que nadie tiene su criterio, se siendo un elegido", asegura.
El líder soberbio "acostumbra a asumir tareas por las cuales no está capacidad, de tal manera que queda en evidencia y es infeliz", añade. Se trata de alguien que utiliza el poder de forma autoritaria, sin intentar convencer. "Se rodea de personas mediocres porque no le hagan sombra y para no descubrir que no es tan bueno como se piensa", dice Gómez. El opuesto del líder soberbio es el líder humilde. "Ser humilde no significa ser débil", advierte el profesor; que acaba confesando que no conoce ningún líder auténticamente humilde: "en el momento que somos conscientes de nuestra humildad, ya la hemos perdido".
3 – Impaciencia y debilidad
A pesar de que "el empresario nato por esencia es impaciente", hay que saber controlar este impulso. El líder impaciente "pretende conseguir las cosas con la misma rapidez con que las voz a su cabeza", explica Gómez. Ahora bien, también remarca que "cuando el empresario tiene un poco de experiencia ya se da cuenta de este error".
Otros síntomas para identificar este vicio se encuentran cuando el líder "renuncia demasiado rápido en las dificultades y no valora como tocaría el esfuerzo y la constancia", relata el profesor. Y es que las cosas quieren su tiempo. Además, este tipo de líderes también "trasladan la tensión a la organización en los momentos difíciles, y no la mantienen en los momentos fáciles". Por Sandalio Gómez, es fundamental que "cuando hay dificultados el líder transmita seguridad y tranquilidad".
4 – Falta de equilibrio y sobriedad
"Es exagerado en los bonos y malos momentos, le carece equilibrio en situaciones complejas", dice Sandalio Gómez del líder que sufre este mal vicio. Una mala actitud que "normalmente va acompañada de falta de sentido del humor", apunta. Este tipo de líder "no sabe utilizar adecuadamente los bienes materiales ni los humanos. Descuida y no controla los detalles pequeños, que no los valora", explica.
Se trata de alguien que "no sabe gestionar bien la austeridad, y por lo tanto tampoco sabe eliminar gastos superfluos", avisa. Gómez deja claro que "los gastos de estructura proliferan si no se está encima".
5 – Falta de valentía
Cuando un líder no es valiente, "no reconoce los méritos de cada cual y no es ecuánime en las evaluaciones". Es decir, le carece la virtud de la justicia. El profesor explica que se trata de alguien que "prefiere no complicarse la vida, dar a cada cual el que le corresponde es más complicado".
Se puede identificar un líder con falta de valentía cuando "no define criterios ni políticas porque quiere hacer el que le dé la gana", asegura Gómez. Por el profesor, "el esfuerzo que se dedica a la empresa a buscar los culpables de los problemas es enorme y se podría dedicar a otras cosas".
6 – Ambición/utopía
Sufrir el vicio de la ambición o la utopía se caracteriza para "huir adelante generando un círculo vicioso que acaba explotando", dice Gómez. Una situación que ha pasado en miles de empresas, que han ido creando "una situación ficticia y vacía que las ha llevado al desastre".
Este tipo de líder no dispone de cautela ni previsión, y "conduce a la frustración personal y colectiva". El profesor de Iese también advierte el peligro de "confundir audacia con utopía". Y es que audacia es "pedir algo más del que se está dando, pero siempre dentro de un sentido de la realidad y unos límites razonables", define.
7 – Incoherencia
El líder incoherente "no pone en práctica el que predica, ganándose la desconfianza de los demés". Se trata de alguien que "no vive los valores de los que presume, y lo transmite con sus decisiones", asegura Gómez.
Hablando de valores, concepto del cual muchas empresas han hecho bandera, Sandalio Gómez advierte que "los encuentras en el comportamiento de la gente, no son en un pasillo. Con estos valores se va construyendo la cultura de la empresa". Un líder incoherente olvida que "el ejemplo vale más que 1.000 palabras. El impacto que tiene el ejemplo de un directivo es enorme", concluye.
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