Los vecinos del pueblo de Maià de Montcal, en la Garrotxa, son de los pocos que podrían hablar de la gallina de los huevos de oro sin que sea una simple metáfora. El huevo ha sido durando más de un siglo (y todavía lo es) el suyo bien más preciado, de aquí que este mismo año haya celebrado la Feria del Huevo. Cuentan con un buen puñado de granjas que se dedican a la cría de aves de corral, pero sobre todo tienen la que podría ser la empresa más experta en este alimento blanco y amarillo de todo Cataluña: Liderou.
La compañía nació el 1900 vendiendo los huevos, pollos y conejos de los labradores de la provincia de Girona a los mercados de la zona. Pero también en Barcelona, donde según explica su bisnieta, Dolors Callís, enviaba el producto en tren. Ella está ahora al frente de un negocio que en ningún momento ha dejado de ser familiar, pero que a lo largo de estos más de 100 años de historia se ha convertido en una compañía de que manipula anualmente 84 millones de huevos y que factura 10 millones de euros.
No perder la tradición
Fue hacia medios de los 50 cuando la tercera generación se incorporó al negocio. "Mi padre ya imaginó una avicultura más organizada y con mucho más volumen", explica Callís, que continúa el relato con una pequeña anécdota: "En su viaje de boda, mis padres sefueron a Suiza a ver una máquina que se utilizaba para desplumar los pollos y allá hicieron su primer pedido. Este fue el inicio del matadero de pollos que continuó con una evolución de la empresa hacia la especialización final en huevos".
Su padre tenía un compromiso total con la compañía, unos valores que la cuarta generación mantiene vivos y que considera pilar fundamental de su filosofía. "Somos un equipo que intenta que las personas que colaboran se sientan partícipes al máximo del negocio. No lo vemos como una actividad a corto plazo, las inversiones y decisiones que hemos ido tomando siempre han girado en torno estos valores", remarca la directora general de Liderou.
Callís: "Somos un equipo que intenta que las personas que colaboran se sientan partícipes al máximo del negocio"
Por eso han mantenido su modelo de trabajo con granjas externas a pesar de que han ampliado las instalaciones con el tiempo. Las primeras granjas que trabajaban con la compañía se construyeron a los años 70 y fue a partir de estas que se hizo una posterior ampliación hacia los 90 con la incorporación del centro de tipificación, consolidando así el espacio que ocupan actualmente. Desde aquí se recogen los huevos, se envasan y se hacen llegar al cliente el día siguiente para mantener, como subraya Callís, "su elevada frescura".
Pioneros en producción alternativa
Desde hace poco el consumidor ha tomado conciencia sobre el modelo de explotación de las gallinas. Esto ha hecho que saber qué significa el primer número de los huevos ya sea una cosa normal. Un nuevo hábito que ayuda esta compañía de La Garrotxa, quien ya hace tiempo que apostó por los modelos de producción alternativa: "Empezamos antes del 2012, cuando se aprobó la normativa de bienestar animal, pero a partir de aquí fue cuando se hizo todo de manera más clara y concreta".
Su estrategia ha sido trabajar de la mano de agricultores que buscan un complemento en su actividad agrícola o con la aviram. "Incluso tenemos casos de gente con terrenos que han construido granjas con nuestro acompañamiento y asesoramiento en la inversión. Los aportamos las gallinas, recogemos los huevos y cerramos el circuito. Mucho del producto ecológico y de gallinas al aire libre viene de este modelo de producción", ilustra la CEO.
Callís: "Tenemos casos de gente con terrenos que han construido granjas con nuestro acompañamiento. Los aportamos las gallinas, recogemos los huevos y cerramos el circuito"
Además de estas colaboraciones externas, tienen varias unidades de producción propia de huevos de gallinas criadas tanto al aire libre como en jaula. Precisamente estos últimos, los de las gallinas en jaula enriquecidas (con el número 3), son el producto más vendido, seguido cada vez más de cerca de las del número 2, "seguramente empujado por la estrategia de algunas cadenas de eliminar los otros", afirma.
El envase también es símbolo de calidad
Liderou también ha sabido captar y fidelitzar su cliente con el exterior. Fueron pioneros a crear un packaging con una nansa redondeada en forma de cresta de gallina, el que facilita el transporte del paquete. Esto es también el segundo envase del huevo, y si el primero estaba en condiciones impol·lutes, porque no lo tenía que estar también por fuera? Esta es la pregunta que se hicieron, según Callís, por el que buscaron la manera "de ir el más muy vestidos posible y dar la sensación al cliente que se lleva un cesto con nansa".
Callís: "Buscamos dar una imagen abierta, de valor añadido y de diálogo con el cliente"
"Siempre hemos sido muy cuidadosos con la información que comunicamos al consumidor. La línea de packaging es un elemento importante yhemos trabajado mucho. También buscamos dar esta imagen abierta, de valor añadido y de diálogo con el cliente a través del web con respuestas a preguntas que nos hacen, recetas... y a través de las redes", comenta.
Una nueva fórmula para cada generación
A la última edición de la feria Alimentaría presentaron un huevo con trufa, entre otras innovaciones. Callís cabe que los hábitos de consumo evolucionan y ellos intentan estar al quite para no perder el tren: "El huevo está ver como un alimento que tiene que ser muy natural y se tiene que vigilar con ciertas manipulaciones. Hicimos una vez un intento de sacar al mercado un huevo enriquecido con ácidos grasos Omega 3, pero no funcionó. Entonces se veía como una manipulación extraña, pero ahora hay una nueva tendencia de gente joven foodie a quien le gusta cocinar e incorporar productos nuevos como la trufa, que marida muy bien y le da un plus al huevo".
Sus apuestas también en la línea de productos elaborados como huevospoché o removidos y tortilla. "Vienen envasados y con controles exhaustivos", aclara, "están pensados para facilitar la incorporación del producto a hospitales y escuelas donde los problemas de manipulación o elaboración lo ha dificultado".
Hoy por hoy, las cadenas de supermercados son su principal canal de ventas, seguido de las tiendas especializadas y los mercados tradicionales, y del canal Horeca. Es en este último donde comercializan los productos elaborados.
El huevo se queda en casa
Su mercado natural es el de proximidad. Tienen ventas en el Estado español y al sur de Francia, pensar a ir más allá es, según la directora, una cuestión de encontrar el equilibrio entre los costes y los ingresos: "El huevo es un producto de compra próxima. Hemos recibido peticiones de países lejanos interesantes en el producto y en cómo lo envasamos, pero es complicado por su fragilidad y conservación. El coste de transporte es demasiado elevado".
Por eso hasta el momento la exportación sólo representa un 5% de la facturación, pero no descarta poner esfuerzos en el mercado exterior si encuentran clientes que los permitan hacer el salto.