Mango cerró el 2021 con un beneficio neto de 67 millones de euros, una cifra que supone dejar atrás las pérdidas de 207 millones de euros del ejercicio anterior y triplicar las ganancias de 21 millones de euros del año 2019, antes del estallido de la pandemia. La mejora del beneficio responde en buena parte a un incremento de la facturación, que el 2021 logró los 2.234 millones de euros. Esto representa un incremento del 21,3% respecto al 2020 y se acerca a las cifres récord del 2019, cuando las ventas fueron de 2.374 millones de euros, según ha informado este jueves el grupo en un comunicado. Uno de los principales motores de crecimiento fue la venta 'online', que se situó en los 942 millones de euros (+23%) y ya representa un 42% de los ingresos totales.
Por otro lado, el beneficio bruto de explotación (ebitda) se situó en los 423 millones de euros, más del doble que el 2020 y la cifra más alta que ha registrado la compañía desde el 2014. También a lo largo del último ejercicio, Mango ha devuelto al Institut de Crèdit Oficial (ICO) 120 de los 240 millones de euros correspondientes a la línea de crédito que solicitó al inicio de la pandemia. A pesar de que la compañía no ha utilizado estos recursos, detalla que mantiene una parte del crédito a su balance "por un criterio de prudencia".
En el apartado de las inversiones, Mango destinó 45 millones de euros a acelerar el proceso de digitalización y a la remodelación de su red de tiendas. El gasto, según indica la empresa, es un 63,6% más elevada que el 2020. En este sentido, el grupo cerró 2021 con 2.447 puntos de venta en más de 110 mercados y con una superficie total de 794.700 metros cuadrados.
La compañía se encuentra actualmente analizando el impacto que tendrá la crisis de Ucrania y Rusia en el negocio el 2022. Asimismo, ha suspendido temporalmente sus operaciones en Rusia.