El cierre de las plantas de Nissan en Catalunya tiene una primera víctima colateral. El fabricante de componentes de automoción Marelli ha empezado a negociar un expediente de regulación de empleo (ERO) para 59 de los 180 trabajadores que tiene en las plantas catalanas. La compañía tiene a Nissan como uno de los principales clientes y, con el cierre, ha anunciado una reestructuración.
La dirección de la empresa y los representantes de los trabajadores iniciaron la negociación de los despidos después de que se confirmara el cierre de las instalaciones de Nissan de la Zona Franca, Sant Andreu y Montcada i Reixac. Este miércoles habrá una segunda reunión para decidir el futuro de los empleados de las plantas de Marelli en Santa Margarida i els Monjos y la Zona Franca de Barcelona.
Además de la reorganización de la empresa en Catalunya, el máximo directivo de la firma proveedora de Nissan, Hiroshi Moriya, ha asegurado que el impacto del cierre de la automovilística en Catalunya será a nivel mundial. Si no encuentran un nuevo cliente, ha afirmado, se tendrá que revisar el futuro de 1.200 trabajadores de la compañía.