Juan Margenat y Xavier Beumala son los cofundadores de Marfeel y tienen el apoyo de inversores estratégicos cómo Nauta Capital, BDMI o Elaia Partners. Acaban de recibir el premio José Manuel Lara del Cercle d'Economia por su trayectoria de startup a empresa y prevén superar el umbral de los 200 trabajadores y facturar más de 25 millones de euros, un 56% más, durante 2019. Poco antes de recibir el galardón en las XXXV Jornadas de Sitges, VIA Empresa hace un café con estos dos emprendedores cómplices a la hora de luchar por un sueño que va mucho más allá de la película The Social Network de David Fincher. Hablamos de su trayectoria vital, de la cultura del pelotazo, de Barcelona, de liderazgo político y empresarial, de cervezas y salarios emocionales e incluso, de periodismo en crisis.
¡Enhorabuena por el Premio José Manuel Lara!
M: Estamos muy contentos y ha sido una gran sorpresa. Surgió de la junta del Cercle d'Economia, recibíamos llamadas suyas y lo gestionaron sin hacer demasiado ruido. Es un reconocimiento al trabajo bien hecho. Somos una empresa poco mediática, no hacemos ruido y no levantamos demasiadas rondas. Pero, somos una empresa rentable, ahora mismo damos trabajo a más de 150 trabajadores y ayudamos al ecosistema. Aparte del negocio, nos haría ilusión que los trabajadores de Marfeel acaben creando su propia empresa. Intentar no sólo hacer un negocio, sino crear una chispa y hacer de Barcelona una ciudad startupera.
Margenat: "Nos haría ilusión que los trabajadores de Marfeel acaben creando su propia empresa"
¿En qué momento del 2011 surge la idea de crear Marfeel?
B: Estuve 7 años viviendo en Silicon Valley y trabajando en Adobe. Hacía colaboraciones con grandes empresas de primera línea como Microsoft. Pero, aquello que hacíamos en Adobe no estaba al alcance del mercado mainstream, sino que sólo estaba al alcance de gente con mucho dinero y grandes bolsillos. Yo quería volver a casa y hacer una tecnología Media que estuviera al alcance de todo el mundo.
No replicáis un modelo, detectáis una necesidad.
B: Exacto. No es un copycast de una empresa existente y durante mucho tiempo no hemos tenido competidores y hemos hecho la travesía del desierto. Ahora, uno de nuestros competidores es Google que hace un discurso muy similar al nuestro. La necesidad surgió de nosotros mismos, hemos creado la tecnología y queremos solucionar un problema que nos gusta.
¿Cuál es la lección empresarial más importante que habéis aprendido?
B: La película de Facebook ha hecho mucho daño entre emprendedores. En muchas conversaciones todo son unicornios, 1.000 millones de euros... Hay mucha gente que se lo mira desde la barrera y mucha farándula de la emprendeduría. Te preguntan cuántos trillones has levantado. Nos olvidamos de que en Estados Unidos nos llevan 40 años de ventaja, aquí hay personas que han hecho varías veces el circuito...
Beumala: "En muchas conversaciones todo son unicornios y 1.000 millones de euros... Hay mucha farándula de la emprendeduría"
M: No hay éxito a corto plazo. La media de salida de empresas son 8 o 10 años. No conozco ningún atajo. Hay mucho trabajo, muchos dolores de cabeza... Todo el mundo quiere hacer una empresa, crear un monstruo y ganar mucho dinero. Quién diga lo contrario miente. Pero la mayoría de gente queremos algo más: crear valor, dar trabajo y cambiar una pequeña parte del mundo. La cultura del pelotazo no funciona.
B: Para que las cosas pasen se necesita mucho esfuerzo, mucho foco y mucha energía. Lo tenemos muy marcado en Marfeel. El dinero fácil se va tal como viene. Se tiene que probar, tener persistencia y diligencia, porque es muy fácil tener distracciones pero a la vez cuesta darte cuenta de que no romperás la pared con la cabeza. También es muy importante el equipo porque hay momentos muy bonitos pero también muy duros. Sentir que son mejores que tú y querer trabajar para aprender. Levantarte cada día pensando que aquello que hiciste ayer lo tienes que mejorar es muy duro, también muy chulo, pero hay mucha gente a la que le cuesta y muchas veces es como un maratón. No corres una maratón para ganarla, corres porque compites contra tí mismo.
Marfeel se encuentra en el Top 1000 del Financial Times de empresas que crecen más rápido. ¿Tenéis miedo de morir de éxito?
B: Nadie muere de éxito. Se muere de mal, pero no de éxito. Aquello que más asusta a las empresas que crecemos tanto es dejar de crecer. Se tiene que ser sostenible. Muchas veces hemos tenido que decidir parar el crecimiento para arreglar el interior de la casa. Ahora estamos contratando a 12 personas al mes con fondos propios y se tiene que trabajar a medio y largo plazo. Son modelos basados en crecimiento, estructuras que no tienen tanto que ver con coste sino con ingreso y mientras los ingresos crecen hay muchas cosas que están permitidas.
Beumala: "Nadie muere de éxito. Aquello que más asusta a las empresas que crecemos tanto es dejar de crecer"
M: Tradicionalmente hemos sido más prudentes que muchas compañías de Internet. Hemos levantado muy poco dinero en comparación a lo que es habitual hoy en día. Hemos hecho dos rondas: 1,6 millones de euros durante 2013 y 3 millones de euros en 2015. Parece un chiste. Hemos conseguido este crecimiento con pocos recursos, fondos propios, poco apalancamiento y ahora tenemos una empresa muy sólida. Hay casos muy conocidos como Groupon que creció mucho con una moda pero era insostenible y se deshizo como un castillo de arena.
B: También hay la escalabilidad. Tienes un negocio y cuando lo llevas a una escala más grande, los costes de adquisición y costes de operaciones se disparan. Una madre tarda 9 meses en tener un niño, pero 9 madres no pueden tener un niño en un mes. Hay cosas que tienen su tiempo de cocción. Siempre nos reflejamos en Estados Unidos, pero Facebook no ganaba dinero tres años después de salir a bolsa. Hasta hace poco, Amazon tampoco ganaba dinero o Uber que ha salido a bolsa y no gana un duro... Aquí no tenemos la estructura macroeconómica ni el apoyo estatal pero queremos tener los resultados de allí.
¿Cómo está posicionado el sector startup en Barcelona?
M: Barcelona está muy bien posicionada. El clima, la posición geográfica, el atractivo que tiene en general... Es muy fácil atraer a gente con Barcelona y tenemos un potencial enorme para seguir adelante, pero se tiene que seguir luchando y esto no pasará por generación espontánea.
B: Como empresa nacer en Barcelona es muy complicado. Hay una estructura de costes muy alta y se compite con empresas internacionales que tienen sede en la ciudad. Tenemos una empresa cotizada en el Nasdaq, N26 que factura 500 millones de euros, Glovo que levanta 350 millones de euros... La forma de aproximarse al mercado es muy diferente. La parte más tradicional desaparece y la inflación es una burrada. Eso sí, la visibilidad de inversores internacionales que tenemos en Barcelona es máxima.
¿En qué podría mejorar la ciudad?
B: Hay mucho a mejorar en infraestructuras. Es un gran reto encontrar oficinas en Barcelona que es una ciudad pequeña, europea y muy familiar. No tiene nada que ver con una gran capital como Londres o Madrid. La superficie de un edificio en Barcelona no da para tener más de 150 personas en una planta. En cambio, en Nueva York hay 4.000 metros cuadrados de superficie. Savills Aguirre Newman está haciendo alquiler de oficinas en plano. Podríamos crecer en el 22@ pero no es atractivo por desplazamiento y disponibilidad.
M: Se tiene que mejorar mucho en desplazamiento y transportes. La historia de Glòries en infraestructuras es ridícula. ¿Cuántos años llevamos con las Glòries desmontada?
B: Cuando no puedes competir en sueldos, quieres contratar a gente que pueda vivir en Tarragona, Castelldefels, Sitges, Mataró, el Vallès... Pero, no puedes ir al 22@ porque bastante se les cuesta ya llegar hasta Barcelona. La ciudad necesita infraestructuras que no tiene ahora mismo y que tardará años en tener.
M: Y también estabilidad política y económica... Los cambios de regulación no ayudan. El dinero es miedoso.
B: "Desde fuera esto parecía una Guerra Civil y teníamos que explicar a los trabajadores que queríamos contratar que estábamos muy felices en la calle"
B: A escala inversora no lo hemos notado, pero sí en contrataciones. Desde fuera esto parecía una Guerra Civil y teníamos que explicar que todos estábamos muy felices en la calle. Hace cuatro meses salió la ley nueva de visados, contratamos cuatro y todavía los estamos esperando. Todos pretendemos convertirnos en Google y un porcentaje muy elevado de trabajadores es de la India. En España no hay ninguna política migratoria de países asiáticos.
M: O la normativa nueva de fichar en el trabajo. Cuéntale a un trabajador que flexibilidad, trabajo remoto, piscina y chanclas... Pero, después tienes que venir aquí a fichar. Para regular abusos de forma rápida en vez de afrontarlo de cara...
B: O poner un impuesto, pero no generar un impacto en el trabajador. La gente que trabaja en Marfeel tiene libertad y es una cultura diferente con trabajo remoto.
¿Faltan liderazgos políticos y empresariales para el emprendedor?
M: En España hay la cultura de la envidia. Y la envidia de aquí no es querer el mismo coche que Xavi sino querer que Xavi no tenga coche. Ejemplo evidente: A Amancio Ortega le tendríamos que hacer una estatua en la plaza de cada pueblo. A los empresarios se les tendría que admirar como a Messi o Ronaldo. Amancio Ortega paga un 2% de los impuestos de España. Es un héroe. Se tiene que construir a largo plazo y explicar la cultura del esfuerzo a los más pequeños.
Margenat: "A Amancio Ortega le tendríamos que hacer una estatua en la plaza de cada pueblo. A los empresarios se les tendría que admirar como a Messi o Ronaldo"
B: Hay muchas ayudas a los emprendedores. Incluso, según cómo, demasiadas... Hay dificultades que tienes que dejar que afronten las empresas y aquellas que no lo superen, se tienen que morir. Es mejor dejar morir porque sino estás impidiendo que se dediquen a una cosa que tiene más futuro. El cuento económico ha cambiado mucho en los últimos 10 años. Antes no había dinero circulante y ahora sí. Tienes que poder tener acceso a financiación. ¿Crear una Sociedad Limitada es difícil? No lo comparto.
M: Siempre digo que si el problema es crear una SL, mejor no empezar. [Ríe]. Es aquello más fácil que harás en los próximos 10 años y por lo tanto, es una estupidez y demagogia.
Margenat: "Si el problema es crear una Sociedad Limitada, mejor no empezar"
B: Sí que hay temas como la cuota de autónomos sin tener ingresos... Pero, son puntualizaciones. No es un gran problema, pero en todo se puede mejorar. No hay nada que impida realmente arrancar.
En Marfeel potenciáis mucho los espacios atractivos y el salario emocional. ¿El talento se capta o se retiene?
B: El talento se capta, se retiene y se hace. Retenerlo es un reto muy importante porque la gente con talento quiere retos y la empresa tiene que ser capaz de generarlos. La generación Millennial y Z es muy inquieta. Quieren aprender, son esponjas y la empresa tiene que generar mucha rotación interna, y asumir que se irán en un año y medio porque es lo que toca. Nos tenemos que preguntar mucho más qué rotación interna podemos dar a la gente porque la rotación no sea externa.
"Yo no contrato a una persona con la que no iría a hacer una cerveza", asegura María Santos, jefe de Recursos Humanos de Marfeel.
M: Exacto. Ahora cuando salen de la carrera, trabajan unos años, ahorran y se van. Y quizás le tienes que dar esta oportunidad para que se vaya y después vuelva. Hemos tenido gente que se ha ido llorando diciendo "es el trabajo de mi vida pero quiero irme fuera". Y bien, hay que darles esta ventana.
B: También hay gente que lo lleva desde la mentalidad estrella. Hace 20 años los arquitectos tenían todos mucho trabajo y ahora mira muchos donde están. Creo que también hay un boom, es una profesión muy reciente y se tiene que poner en perspectiva. Pero el talento también se hace mucho y creo que hay una gran responsabilidad que tradicionalmente las empresas no han tenido que es cómo hacer crecer este talento y como trabajar en equipo y madurar.
Tenéis más de 600 clientes en todo el mundo, la gran mayoría son medios de comunicación. ¿El modelo del periodismo está en crisis?
B: Los medios están en una transformación muy fuerte desde hace años y el modelo no es sostenible. Se están haciendo pruebas, pero no se ha encontrado la solución. Y además, plataformas como Google, Twitter o Facebook tienen mucho que decir porque el mercado publicitario es un oligopolio y muchos medios se están dando cuenta que dejan de ser independientes cuando dependen de este tipo de ingresos. Cuando visualizo una ciudad de aquí a 50 años no sé cómo será, pero comunicación habrá, y se tiene que ver cómo llegar. Desde Marfeel somos aire fresco.
Beumala: "El mercado publicitario es un oligopolio y muchos medios se están dando cuenta de que dejan de ser independientes cuando dependen de este tipo de ingresos"
M: Estamos obsesionados en ayudar a que la gente lea más. ¿Cómo trasladar la lectura del papel a un dispositivo móvil? La gente está menos de un minuto y medio leyendo un diario. Vender publicidad en el móvil es mucho más difícil de lo que se cree.
Los hábitos de lectura han cambiado.
B: Sí, y el formato de la propia noticia también. Ahora la gente hace cola para comprar el pan y lee el diario desde el móvil. Un usuario hace de media diez conexiones al día en Facebook. Todo esto comporta una serie de cambios en el modelo de negocio pero también en los hábitos de consumo. Y la digitalización ha permitido que cada usuario consuma el contenido de una manera diferente y esto tiene un impacto en la producción del contenido. Ahora se produce mucho más a expensas de la calidad y dirán que no es sostenible. Mucha gente no quiere consumir grandes artículos de investigación ni tiene el tiempo para hacerlo. Nos estamos encontrando como sector periodístico. Muchos medios están teniendo la dualidad de tener una línea de viralización. Muchos diarios y directores nos dicen: tenemos aquello que nos da de comer y aquello que nos da la reputación. Sí que es verdad que no es lo que tiene que ser porque a nivel de sociedad a pesar de que cada vez tenemos más acceso a la información, estamos menos informados. Los usuarios dedican de media tres horas al día a la pantalla y es muy significativo que haya una desinformación global tan elevada.