
Mariona Carulla se convirtió, el julio de 2009, en la nueva presidenta del Palau de la Música después del asunto Millet. Una cara muy conocida en el mundo empresarial y social catalán asumía la responsabilidad de relanzar una institución muy tocada por un escándalo que sacudió la opinión pública. "Cuando fui conociendo la magnitut del malversament de fondo, me sentí estafada. Es un golpe llevar. Violaron mi espacio más estimado", declaró en una entrevista al Periódico.
Nacida en Barcelona el 1944 en una de las familias catalanas con más tradición y prestigio, Mariona Carulla ya había formado parte de la junta de la Fundación Palau-Orfeón Catalán como vicepresidenta en tiempo de Fèlix Millet. Y ella misma fue la encargada de vallarle la puerta: "Fui yo quién prohibió la entrada de Millet a Palau", explicaba ella misma a la entrevista.
Pero todo y su papel en la recuperación de la imagen de Palau, el asunto Millet no es el primer escándalo que ha vivido de cerca. Otros, como el que salpicó su empresa famililar Agrolimen, los ha sufrido, incluso, más directamente. Al poco de asumir la presidencia del Orfeón Catalán, Carulla fue imputada, junto con sus hermanos, por un presunto fraude fiscal a través de la compañía Agrolimen. Carulla aseguró que desconocía los hechos y argumentó que no ha tenido nunca ningún cargo ejecutivo a la empresa, de la cual sóloes accionista.
La empresa familiar
Licenciada en Ciencias Económicas, la trayectoria de Mariona Carulla ha sido estrechamente vinculada a la de Agrolimen, la empresa familiar. Fundado en 1964 por su padre Lluis Carulla, que lo presidió hasta su muerte en 90, el grupo aglutina actualmente marcas como Gallina Blanca, Ausonia, Mont-Ferrant, Afinitty, Panes & Company, Fresco y El Pavo.
El marido de Mariona Carulla, Jaume Tomàs, fue consejero y uno de los hombres claves de la compañía hasta su muerte en 2010. Tomàs apoyó a su mujer cuando decidió presentarse a la presidencia del Palau de la Música: "Él aceptó el compromiso de levantar la Feria de Barcelona (fue el presidente). Lo consiguió. Por eso me apoyó, y nunca se quejó que llegara tarde. Murió en casa el 19 de mayo (de 2010) y desde entonces la mía entrega al Palacio hace que no sienta tanto la soledat", se sinceró.
Recientemente, Carulla ha entrado a formar parte como accionista de Metrópolis , la inmobiliaria que canaliza las inversiones de las grandes fortunas catalanas.