Un viaje de enoturismo a La Rioja cambió la vida de Marc Cuenca y Núria Sánchez, una pareja de Bell-lloc d'Urgell que emprendió una aventura para crear su propio vermut. Era 2018 y, seis años después, tres vermuts de Marnuthem han sido reconocidos en los World Vermouth Awards como los mejores del mundo en su categoría.
Elaboran solo mil botellas de cada tipo, pero en 2025 esperan aumentar la producción en un 50%, manteniendo siempre la calidad de un producto exclusivo que está revolucionando el vermut y elevando gastronómicamente esta bebida.
Un viaje inspirador
Núria le regaló a Marc un viaje a La Rioja en 2018. Sin saberlo, su mundo estaba a punto de cambiar: "Al principio, el viaje no me hacía mucha ilusión, porque el vino no me interesaba. Y no sabía qué esperar". Pero después de visitar algunas de las bodegas más históricas, todo cambió: "Cuando terminé el viaje, no podía ni dormir por las noches de todo lo que había descubierto".
"Pensaba qué estaba haciendo con mi vida, me había impactado mucho y nos enamoramos", explica Marc, que es agricultor. Al volver a casa, tuvieron claro que debían iniciar un proyecto relacionado con el vino.
El vermut, de casualidad
Vieron que empezar un negocio desde cero era imposible y pensaron en hacer vino para la familia como aficionados. Pero no era época de cosecha. También se les ocurrió hacer sidra, pero tampoco era temporada de manzanas. No podían esperar y decidieron lanzarse al vermut, elaborado a partir de vino y botánicos.
"Las primeras pruebas eran imbebibles, hacíamos los brebajes en nuestro garaje con el vino y los botánicos que comprábamos", recuerda. Poco a poco, la bebida mejoraba: "Estoy obsesionado con la perfección y seguimos haciendo pruebas hasta que quedó perfecta, también preguntamos a mucha gente". Y esa perfección tenían claro que debía servir para cambiar el paradigma del vermut, dejando atrás el exceso de azúcar y sin usar colorantes ni esencias. Todo natural.
Marc Cuenca: "Queríamos ser diferentes"
"Queríamos ser diferentes", enfatiza Marc Cuenca, quien añade: "Cogimos un muy buen vino y unos buenos botánicos hasta que conseguimos un vermut gastronómico, muy fino en boca y que se puede beber incluso durante la comida". Todo ello gracias al vino de Costers de Segre y botánicos también de proximidad.
Entre 2018 y 2020 seguían haciendo pruebas, dándoselo a probar a familiares y amigos. Todo cambió en una cata de vinos a la que asistieron. Llevaron su vermut para que el resto de asistentes lo probara: "Todo el mundo quedó muy sorprendido, nos decían que estaba buenísimo, que era muy diferente y que no habían probado nada similar". Sus amigos también les animaban a dar el siguiente paso y sacar el vermut al mercado.
El salto al mercado
A principios de 2021 comenzaron a crear la marca. Marnuthem surge de la unión deMarc, Núria y vermouth: "El nombre era muy importante para nosotros. Teníamos un producto único y diferente y el nombre debía ser especial". Además, la unión de los nombres va mucho más allá: "Hemos trasladado nuestro matrimonio a la botella, como la unión perfecta entre el vino y los botánicos".
"Cuando decides salir al mercado es porque crees mucho en el producto, pero el proceso es duro", reconoce Marc Cuenca. A pesar de eso, confiaban en un vermut "único y diferencial" que han cuidado y querido como un hijo. El 1 de septiembre de 2021 salió al mercado el primer vermut blanco de Marnuthem.
Un vermut con ADN de toda Catalunya
Ya no podían seguir haciendo el vermut desde el garaje de casa y buscaron obradores especializados que pudieran encargarse de la producción. Encontraron la Fábrica de Licores la Manresana, en Sant Joan de Vilatorrada, y enseguida se entendieron. "Estamos muy contentos porque estamos embotellando en la provincia de Barcelona, compramos el vidrio en Girona, el cartón y el corcho en Tarragona, los botánicos son de La Noguera y el vino es de Costers de Segre", resume.
El lanzamiento al mercado no fue sencillo, no habían hecho ningún estudio de mercado: "Confiábamos mucho en nuestro producto ypensábamos que triunfaríamos". Las primeras botellas fueron difíciles de vender. Pero fueron encontrando restauradores y tiendas especializadas que confiaban en ellos y valoraban el producto. Ahora, el vermut ya se puede encontrar en restaurantes de nivel y establecimientos especializados del territorio.
El éxito mundial
Hasta que en 2023 ganaron el premio al mejor vermut del mundo por su vermut blanco en los World Vermouth Awards. En 2024 repitieron con el semiseco y el rosado. "La demanda por internet ha sido brutal, hemos llegado a muchos particulares gracias a este reconocimiento", celebra Marc Cuenca.
El premio ha sido mucho más que un impulso a las ventas y Marc Cuenca lo compara con soñar con llegar a la luna: "La emoción es brutal, te dan ganas de llorar. Es un reconocimiento al esfuerzo". En el concurso se presentan vermuts de todo el mundo y que una bebida hecha en un pueblo de centenares de habitantes de Lleida, y un joven de 34 años, gane el premio es "increíble".
Para 2025 prevén hacer 1.500 botellas de blanco y rosado, además de mantener la producción de su licor amargo. Además, en el futuro apostarán por una ginebra.
Un sueño hecho realidad
Marnuthem es el sueño de Marc y Núria, en el que vuelcan muchos esfuerzos. Marc lo compagina con su trabajo en la granja familiar de cerdos: "Cuando terminas la jornada, empieza otra". Todo lo hacen ellos, sacrificando su tiempo personal. Un esfuerzo que se ha traducido en un vermut único y gastronómico, que Marc Cuenca insiste en que debe tomarse sin hielo y en copa.
"Marnuthem es un sueño que ha eclosionado en un proyecto. Es nuestro hijo y todo lo tenemos que hacer lo mejor posible. El 'ya está bien' para mí es un fracaso, en la vida tienes que trabajar por la excelencia. Ese es el éxito con nuestro vermut", concluye Marc Cuenca. Un sueño nacido de casualidad y de un viaje a La Rioja que no le hacía especial ilusión.