Al trabajo lo calculamos todo, excepto el que realmente importa. Ingresos, gastos, productividad... Los números proporcionan una ilusión de control, pero cuando nos enfrentamos a un éxito o fracaso rotundo, todos señalan hacia la misma dirección: la cultura de la empresa.
La cultura empresarial se ha convertido en el ingrediente secreto de la vida de las organizaciones, aquello que marca la diferencia, pero para la cual nadie tiene una receta. En el libro Más allá de lo medible(Empresa Activa, 2017) de Margaret Heffernan se efectúa un repaso a este cúmulo de pequeños pensamientos y costumbre del día a día que generan y sostienen la cultura de una empresa, como lo son la forma de hablar, escuchar, discutir o pensar.
Su autora acumula la experiencia de décadas de observación del desarrollo y funcionamiento de las organizaciones y ha llegado a una conclusión: son los pequeños cambios los que tienen más impacto. El más importante para fortalecer una organización no es hacer grandes reformas estructurales, sino una serie de pequeños cambios como admitir el conflicto como catalizador creativo, celebrar los errores, escuchar todas las personas de un equipo, etc. Heffernan no ofrece una simple receta para transformarlo todo de la noche a la mañana, ni una serie de trucos y consejos. En lugar de esto, recoge información del acto de pensar, un concepto prosaic y poco sofisticado que se olvida fácilmente y acostumbra a infravalorar-se por norma.
Cuando nos paramos a pensar redescubramos el que el trabajo nos aporta: valor, ingenio, imaginación, frustración... En suma, todo aquello que cuenta, más allá del que se puede medir.
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