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Metodología 'Agile': ¡se ha acabado la jerarquía!

En el nuevo paradigma, los equipos humanos se organizan horizontalmente con objetivos claros y compartidos

La metodología 'Agile' anima a tener una pizarra gigante donde se actualiza periódicamente el progreso de cada una de las subtasques del proyecto| iStock
La metodología 'Agile' anima a tener una pizarra gigante donde se actualiza periódicamente el progreso de cada una de las subtasques del proyecto| iStock
Redacción VIA Empresa & Marlex Human Capital
Barcelona
27 de Octubre de 2020
Act. 27 de Octubre de 2020

La metodología Agile ha aterrizado en el mundo de los Recursos Humanos para quedarse. Pero, ¿quéson los métodos Agile? ¿De dónde provienen y qué aportan de nuevo? La filosofía Agile es una nueva forma de entender la organización del trabajo dentro de la empresa, y encuentra su origen en las startups tecnológicas y las áreas digitales de grandes multinacionales. Desde la mentalidad líquida, abierta al cambio y colaborativa de los departamentos de I+D, nace un nuevo método de trabajo que pretende revolucionar la forma de hacer empresa.

 

Sus pilares son la colaboración, porque se han acabado las jerarquías. La metodología Agile entiende la empresa como una red de células y grupos de trabajo que colaboran, por eso mandan las mejores ideas y las necesidades del cliente. Nunca el organigrama. También fomenta los grupos de trabajo, que son dinámicos, líquidos, y pueden cambiar. El propósito es crear grupos de trabajo en función de las necesidades de cada cliente (interno o externo) y cada proyecto.

Además, dentro de cada uno de estos grupos de trabajo encontramos varios roles claramente definidos para potenciar la eficiencia del equipo:

 
  • Product Owner: la persona del equipo que representa los intereses del cliente. Es la persona que entiende qué quiere el cliente, que necesita, y la que mantiene interlocución constante con él/a para evaluar lo entrega de valor. Es el puente entre cliente y el resto del equipo.

La filosofía 'Agile' es un nuevo método de trabajo que pretende revolucionar la forma de hacer empresa

  • Scrum Master: es el facilitador/a del equipo, el garante de la metodología y valores Agile. Tiene que conseguir que todas las ideas se pongan en debate, que haya transparencia y que no se produzcan interferencias externas que resten focos al equipo. Es el moderador/a entre el Product Owner y el resto de personas que trabajan en el proyecto.
  • Equipo de desarrollo: el resto de personas que conforman el grupo de trabajo y los ejecutores del proyecto. Tienen las herramientas necesarias para decidir como se enfoca el proyecto, y convertirlo en realidad. Son ellos quienes debaten, consensúan e implementan las soluciones, en base a la información que traslada el Product Owner sobre las necesidades del cliente. En el fondo, son los líderes del proyecto. De esta forma, cada pieza del engranaje tiene unos objetivos claros y definidos, no se producen confusiones y todo el mundo rema hacia un mismo objetivo común: lo entrega de valor al cliente.

Otro de los pilares es la jerarquía, puesto que en la metodología Agile, toda la información es transparente y accesible a los miembros del grupo. ¿Cómo se consigue esto? A través de una panel visual de trabajo llamado Scrum. Existen diferentes aplicaciones digitales gratuitas como Asana, que nos permiten crear este tipo de paneles. El Scrum básicamente es una pizarra gigante donde se actualiza periódicamente el progreso de cada una de las subtasques del proyecto. Cada persona marca el progreso de su misión dentro de la Scrum, para que el resto de compañeros tengan conocimiento de cómo evolucionan las otras áreas del proyecto. ¡Alerta! El Scrum puede ser una herramienta potentísima, pero sólo si se utiliza bien. Todos los miembros del equipo, al inicio y durante el proyecto, tienen que acordar qué tipo de información tiene sentido poner en la Scrum y cual es la mejor manera de organizarla.

Cada cual tiene unos objetivos claros y definidos con un objetivo común: lo entrega de valor al cliente

El cuarto pilar es la eficiencia, puesto que ser agile quiere decir ser eficiente. Esto significa que todo el mundo trabaja con objetivos claros y compartidos, definidos conjuntamente, y sin interferencias externas mientras se avanza como el objetivo. ¿Cómo se consigue esto? A través de Sprints, el periodo de tiempo que tardamos en aportar valor al cliente, a llegar al objetivo que nos marcamos como equipo.

En el contexto Agile, pues, se propone que para llegar al objetivo de forma eficiente y coordinada se siga el siguiente formato de reuniones.

Las reuniones en el contexto 'Agile'

  1. Sprint Planning: reunión al inicio del proyecto para marcarnos los próximos objetivos a lograr. Normalmente, los sprints suelen durar entre 1-2 semanas, y cuando se acaban, se planifica un nuevo sprint con nuevos objetivos. En esta primera reunión larga, el Product Owner traslada las necesidades del cliente al equipo de desarrollo. Después, el equipo de desarrollo trocea las tareas a hacer, las reparte según los miembros del equipo y se marcan objetivos.
  2. Dailys: a partir del Sprint Planning, cada cual ya sabe lo que tiene que hacer. No hay que volver a hacer ninguna otra reunión larga innecesaria, si las necesidades del cliente no cambian. El único que hace falta es hacer reuniones de seguimiento muy operativas llamadas Dailys. Los dailys son reuniones que se hacen de pie (¡nunca sentados!) ante el Scrum, la pizarra gigante. Y cada persona explica, en 3 minutos: 1) ¿Qué hizo ayer? 2) ¿Qué hará hoy? 3) ¿Qué obstáculos ha tenido o prevé que se encontrará?
  3. Sprint review: al final del sprint, al cabo de 2 semanas, se hace una reunión para evaluar si se ha llegado a objetivos y se ha entregado el valor que teníamos que entregar al cliente. En la segunda parte de la reunión, se aprovecha para hacer retrospectiva y evaluar qué se puede mejorar.

En conclusión, las metodologías Agile hacen una apuesta valiente y decidida por una organización del trabajo colaborativa, transversal, transparente, y sobre todo, eficiente.