Idili Lizcano, filósofo y empresario, es el hombre que a principios de los años 80 se dejó traer por sus instintos e introdujo al mercado español la cosmética natural. Entonces parecía una locura, de hecho, asegura que eran vistos como "bitxos raros", pero la compañía que creó, Alqvimia, hoy es uno de los referentes a escala mundial en su ámbito.
Más allá de la faceta empresarial, Lizcano destaca para defender firmemente un consumo más ecológico y responsable, y unaeconomía más humanizada. Los tres pilares de la filosofía corporativa de su negocio, con el que "una especie de profecía" le dijo un día que podría ayudar el mundo.
"Muchos productos de cosmética son cócteles de química"
"La gente lo sabe y lo rechaza", afirma Lizcano. El sector de la cosmética ha sufrido en los últimos 15 años un cambio que ha decantado la industria hacia los productos naturales y esto, asegura, es una muestra de como "la sociedad se ha dado cuenta que tenemos muchas enfermedades que vienen de los productos químicos a los cuales nos exponemos diariamente. "La exigencia y la cultura del consumidor es superior, se cuida más en alimentación y salud, y ha aceptado un cambio de mentalidad que hace que el consumo sea más responsable".
La industria tradicional no es ajena al cambio. "Las grandes marcas han comprado otras pequeñas compañías de cosmética natural porque ven hacia donde van los nuevos hábitos. Es una transformación que está tomando forma despacio, con los años, pero ahora hay un auge que lo ha hecho estallar", argumenta. Y es que Lizcano, como ya explicó a VIAempresa, llegó a rechazar varias ofertas de compra cuando el negocio empezaba a despuntar en el sector.
"Calidad y eficacia son las claves del éxito"
No importa que fueran "bitxos raros", que entraran al mercado con desconfianza o que los costara hacerse un lugar entre las empresas internacionales. El secreto del éxito que tienen ahora, dice el creador de Alqvimia, es la "calidad y la eficacia, porque hacer un producto bueno asegura que el cliente lo acepte y que te lo ganes". Y habría que sumar la intuición y capacidad para avanzarse al mercado, según Lizcano: "Nos ha beneficiado la llegada de los lohas –consumidores ecointel·ligents-. Quieren productos de calidad, naturales, ecológicos y que los asegure bienestar, salud y armonía entre la persona y el medio ambiente. Su nivel cultural y poder adquisitivo es medio-alto y está concienciando con los temas sociales. Le importa el mundo donde vive y no compra sólo porque un producto sea de X marca. Ellas venden una imagen y un prestigio que es humo, es puro marketing, nosotros vendemos resultados".
Asegura que es una tendencia natural de los países desarrollados, de los cuales dice que "han cambiado el concepto del lujo y buscan bienestar antes de que marca". "Rusia o la China tienen ahora esta idea que nosotros hemos dejado atrás, ellos están desarrollando ahora marcas potentes que despuntan a los mercados. Están viviendo la etapa que nosotros hemos dejado atrás".
"Cataluña necesita una clase mediana fuerte porque la economía real pueda rutllar"
Casi el 20% de la sociedad catalana está en riesgo de pobreza, y esto es resultado de una economía desgastada. "Es la consecuencia de un neoliberalismo que ha demostrado que no funciona, que crea más pobreza que riqueza", critica Lizcano, quien asegura que esta situación ha hecho que despacio damos el paso del viejo paradigma –"jerarquía, obediencia, sumisión al poder"- hacia un nuevo paradigma –"motivación, entrega, trabajar por amor, riqueza más justa". "Es la única manera de frenar la destrucción de las clases medianas y la ampliación de la clase baja. Mientras Cataluña tenga una población que cobra entre 400 y 600 euros, nohabrá reactivación del consumo. No es bueno por la economía real".
"Un trabajador mal pagado y desmotivado no hará un buen trabajo, hará el mínimo"
Él se aventuró con Alqvimia porque quería dedicarse a algo que le llenara y pretende que sus empleados vayan cada día a trabajar con la misma pasióny motivación. Por eso propone unas medidas "totalmente contrarias al que aconseja el FMI". "En vez de bajar salarios, mi ilusión es subirlos. Y no sólo quiero motivar el empleado a escala económica, también humano. Un trabajador es un ser humano y lo tenemos que tratar como tal. Las empresas están hechos por capital, por dinero, productos y por personas. Y este último elemento es lo más importante. Puedes tener mucho capital, pero si tienes una empresa tóxica, no funciona".
A pesar de que algunas empresas están entrando en el juego potenciado una estrategia de RSC, Lizcano considera que no es suficiente: "La economía de la felicidad no es una estrategia de marketing ni una moda, tiene que ser parto del ADN de una marca como lo es a Alqvimia".
"Quiero que mis trabajadores sientan que pueden crecer como profesionales y como personas"
Alqvimia sería una de las empresas que ha aplicado la reforma horaria. "Voces las mesas? Son vacías porque los trabajadores están jugando con sus hijos", señala los espacios y justifica así que a las 16:30h de la tarde nohaya nadie a la oficina. Su objetivo es convertir la compañía en "un lugar de transformación personal y espiritual considerando el trabajador como una persona que puede crecer diariamente". Aplican una política de sueldos elevados – o normales para la nueva economía que defienden-, la conciliación laboral y valoran todos los cursos de formación que proponen los mismos empleados. "Creamos espacios de convivencia, de comunicación, de intercambio de experiencias humanas... Estiércol también psicología, meditación o danza para crear un ambiente armónico dentro de la empresa", son algunas de las actividades con que pretende convertir el trabajo en una experiencia enriquecedora.
"Estamos enchufados a la escasez"
El fundador de la marca de cosméticos divide la economía en dos esferas: "La real y la especulativa". "El 97% del dinero se mueve en la especulativa y el peor es que todo está en manso de la ínfima minoría que remueve los mercados financieros. Esto se traduce en empobrecimiento y escasez. Estamos enchufados al paradigma de la escasez. Escasez en recursos, en cultura, en el gozo por la vida... El segundo motivo de baja es la depresión, según la OMS, y el segundo motivo de muerto entre la gente de entre 15 y 25 años es el suicidio", critica Lizcano, defendiendo nuevamente el paso hacia la economía humanizada.
"Cuando un empresario crea un puesto de trabajo, para pagar 1.000 euros de sueldo, tiene que pagar 780 euros"
La creación de trabajo está castigada con un 78% de impuestos; mientras que el especulador sólo paga un 1% en una SICAV. Con estas dos cifras Lizcano quiere dejar clara la injusticia por la cual pasa el tejido empresarial. "Esto es la dictadura de los mercados financieros!", exclama con indignación. Pero a cada quejaañade una alternativa: "Los mercados financieros tendrían que pagar como nosotros. Pagamos todos un 15% y la cosa irá mejor, porque somos los empresarios los que ponen en marcha la rueda. Nohabrá alegría de contratación mientras seguimos pagando esta barbaridad de impuestos por la creación de trabajo y mientras nohaya una política de apoyo a la pyme".
"Somos completamente libres, no dependemos de las deudas que otras empresas tienen con los bancos"
Sus críticas hacia las prácticas de la economía neoliberal siguen con las entidades bancarias. De hecho, Alqvimia es una de las empresas que puede presumir de haberse autofinanciado desde sus inicios. "Los beneficios que ganamos son reinvertits. No se reparten entre socios; ni se desangra la empresa, ni se piden créditos, esto es viejo paradigma. Somos libres", subraya. Y es que hablar de los números de su empresa es una de las partes que menos le gustan a Lizcano, especialmente si se le pregunta por la facturación: "Cuando los grandes monstruos ven nuestros datos, creen que es poco. El que pasa es que nadie se para a mirar nuestras ratios financieras, que son mucho más espectaculares que las cifras de facturación. La economía toma como referente las otras compañías, cuando realmente no son un buen ejemplo por los emprendedores y la sociedad. Nosotros queremos ser un referente de gestión con ética y moral".
"Mientras Cataluña tenga una población que cobra 600 euros, no habrá reactivación"
Idili Lizcano, filósofo y empresario, fundador de la marca de cosméticos Alqvimia, basa la gestión de la empresa en la economía de la felicidad
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