Pasan pocos minutos de las ocho de la noche cuando David Carabén, ataviado con una camisa repleta de leopardos que nos contemplan desde un fondo negro, hace acto de presencia en el restaurante Fishhh!!! para cenar y dejarse entrevistar por el colectivo La Milanesa de Messi. Quien se sienta a la mesa es David, pero a su alrededor flota el aura de su padre, Armand, hombre clave en la historia del Barça por su intervención en el fichaje, en 1973, de Johan Cruyff. También percibimos la presencia de su abuelo, igualmente Armand, que fue un hombre implicado en la política del país de la mano de Francesc Cambó. Pero aquí no acaba todo, porque David es uno, pero representa a toda una saga iniciada aún un escalón más atrás: también detectamos la presencia del bisabuelo Pepet Carabén, propietario del legendario Cafè Espanyol del Paral·lel, la terraza más grande de Europa en el cambio de siglo.
El entorno de la cena no puede ser mejor, porque David es un gran aficionado -y más que eso diríamos que es un entendido- a las ostras como manjar exquisito. Es un hombre de conversación consistente, con discurso a prueba de bomba fruto de una sedimentación de conocimientos y experiencias construida gota a gota. Durante la entrevista hablamos mucho del Barça, pero después, durante la cena, el abanico de temas se despliega como un caleidoscopio y nos encontramos charlando de mil asuntos diferentes, todos tratados con transcendencia y solemnidad por nuestro invitado, incluso -como era de esperar- un relato lleno de detalles y de pasión sobre la muerte ritual de Yukio Mishima, el escritor japonés que da nombre a la banda que David lidera.
Por la conversación desfila su pasado como director de programas de televisión, su respeto reverencial a los chicos que apuestan por ser futbolistas y logran llegar al primer equipo del Barça, y algunos nombres de conocidos comunes que son expuestos al escrutinio colectivo, con resultado satisfactorio. En definitiva, la presencia de David ha servido para todo eso, pero también para batir nuestro récord personal de ir tarde a dormir como miembros de La Milanesa. ¡Hasta la vista a todos!